21 octubre, 2012

CUBA: Raúl no esconderá la muerte de Fidel

He dicho muchas veces en  este blog que el mundo mediático construye cada vez una nueva historia sobre el final de la vida del ex presidente cubano Fidel Castro y, en realidad, todo se vuelve un bulo, un "hoax", en que siempre matan a Fidel, y al día siguiente lo resucitan desde La Habana. Es una guerra ya pestilente de la desinformación en torno a un hecho que, sea como sea, se sabrá cuando llegue su hora. Es obvio.

Hoy el diario español El País despeja el juego en que se ha convertido la hora final del legendario líder. La opinión llega en voz de uno de los intelectuales más influyentes de Iberoamérica, Carlos Alberto Montaner, observador de Cuba por
excelencia. Esta es la esencia de su análisis (JDL-ATP).

“No tiene sentido suponer
que Raúl Castro esconderá
la muerte de su hermano”
. Cuando ocurra, es lógico que el general-presidente dará personalmente la noticia, las emisoras de radio comenzarán a tocar marchas militares y temas fúnebres, y la noticia será recogida entonces con certeza por las agencias de prensa internacionales y los medios de todo el mundo.
. Se sabe que su mausoleo está listo en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, a 765 kilómetros de La Habana, muy cerca de la tumba que guarda los restos mortales de José Martí.
. Se sabe, también, que el muy previsor Raúl Castro tiene escrito el parte de prensa y muy ensayada la liturgia del esperado deceso. Si hay algo que no va a sorprenderle es la muerte de su hermano. Él es una persona organizada. Siempre ha estado pendiente y dependiente de Fidel, y así será hasta el último minuto.
. Probablemente, primero el féretro será velado en la Universidad de La Habana. Le harán guardia de honor algunos de los más vistosos veteranos de Sierra Maestra que lo sobrevivan. Luego el cadáver recorrerá la carretera central desde la capital hasta Santiago de Cuba, la ciudad de donde partió a hacerse cargo del poder el 1º de enero de 1959.
. Lea a continuación la columnacompleta de Carlos Alberto Montaner.
La nueva muerte de Fidel

Un enfoque de CARLOS ALBERTO MONTANER

Periodista, escritor y analista  político de la realidad cubana. Ha publicado unos 25 libros. El último de ellos es la novela La mujer del coronel. Seis millones de personas, semanalmente leen sus trabajos.

Tomado de El País
Cada cierto tiempo se esparce el rumor de la muerte de Fidel Castro. Es casi una costumbre. Rutinariamente, los medios de comunicación ponen al día sus obituarios y se preparan para el gran entierro. Esta vez "la noticia" partió de Venezuela y parecía verosímil. Fidel llevaba varios meses en silencio total y se decía que era la consecuencia de un severo episodio cerebro- vascular que casi lo había liquidado. Como se trata de un anciano de 86 años gravemente enfermo, no era nada sorprendente. A estas alturas, lo extraño no es su muerte, sino su terca insistencia en mantenerse vivo. Parecía acertado morirse en el 50 aniversario de la Crisis de los Misiles. Todo un detalle histórico.
Al fin y al cabo, se sabe que su mausoleo está listo en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, a 765 kilómetros de La Habana, muy cerca de la tumba que guarda los restos mortales de José Martí. Se sabe, también, que el muy previsor Raúl Castro tiene escrito el parte de prensa y muy ensayada la liturgia del esperado deceso. Si hay algo que no va a sorprenderle es la muerte de su hermano. Él es una persona organizada.
Siempre ha estado pendiente y dependiente de Fidel, y así será hasta el último minuto. No ignora que Fidel le moldeó totalmente su existencia desde que era un adolescente. Cuando Raúl piensa o dice que "le debe la vida a Fidel" es algo rigurosamente cierto. Fidel "lo hizo" de punta a rabo, como el escultor que talla una figura de madera. Como Gepeto hizo a Pinocho.
Probablemente, primero el féretro será velado en La Universidad de La Habana. Le harán guardia de honor algunos de los más vistosos veteranos de Sierra Maestra que lo sobrevivan. Luego el cadáver recorrerá la carretera central desde la capital hasta Santiago de Cuba, la ciudad de donde partió a hacerse cargo del poder el 1º de enero de 1959. A Fidel, muy cauteloso, le tomó una semana hacer ese recorrido rodeado por multitudes entusiastas.
Desandar ese camino, ya muerto, pero cubierto por la bandera cubana, le tomará algo menos, pero también será una marcha lenta. Si examinan el ritual comprobarán que los muertos, en todas partes, siempre van despacio. Dentro de la escenografía revolucionaria, ese último acto, cargado de simbolismos, tiene cierta importancia. Genio y figura, nunca mejor dicho, hasta la sepultura.
No tiene sentido suponer que Raúl Castro esconderá la muerte de su hermano. ¿Con qué objeto? Él tiene en sus manos todos los resortes del poder. Cuando ocurra, a las pocas horas de ser notificado el general-presidente, las emisoras de radio comenzarán a tocar marchas militares y temas fúnebres, y algún locutor consternado anunciará con voz engolada la hora en que el portavoz del gobierno, o el propio Raúl, se dirigirá a la nación para hacer un anuncio importante. En ese momento, ya todo el mundo supondrá de qué se trata y la noticia, deliberadamente filtrada, será recogida por todas las agencias de prensa internacionales.
Desde el punto de vista psicológico el suceso tiene mucha importancia. Tres generaciones de cubanos han nacido y crecido a la sombra de Fidel. Aunque todo el mundo espera su muerte, la noticia será un mazazo y el régimen hará todo lo que esté a su alcance para subrayar el dolor de la población, como hicieron en Corea del Norte cuando murió Kim Il Sung o en España tras la muerte de Franco. El duelo, piensan, sirve para cohesionar a las masas.
¿Y qué va a pasar entonces? Sin duda, seguirá, inexorable, el proceso de abandono y negación del caudillo muerto. Ocurre siempre.
Si no lo hace el propio Raúl, lo hará su sucesor. Stalin, que era como Dios en la URSS, se murió en marzo de 1953 en medio de un millón de promesas de adhesión eterna a su memoria. Su gloria sólo duró hasta febrero de 1956. Durante el Vigésimo Congreso del Partido Comunista hicieron trizas su memoria.
A Fidel le ocurrirá lo mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deje su comentario aquí

La palabra hablada y escrita

En la antigua Roma, atrio era un espacio abierto en sus míticas casas cercado de pórticos y destinado a reuniones familiares y a los huéspedes. En las iglesias romanas, atrio se describía en un patio amplio que miraba al exterior. Atrio son los extensos corredores al aire libre que se disipan a la majestuosidad de muchos templos y palacios en la fisonomía de las grandes ciudades de este mundo.

Y eso es @trio press, un espacio permanentemente abierto a los acontecimientos que han rodeado y rodean la vida. @trio Press (ATP Foro de Noticias) es una ventana a la actualidad en todos los horizontes del quehacer humano, y que dibujaremos con la imagen, el sonido y la palabra hablada y escrita.

@trio press-foro de noticias es una plaza pública en la red, un epicentro de atención cultural e invitación constante al foro libre.

El atrio triunfó en Roma tal como el ágora en Grecia como punto de encuentro y opinión tras la caída de la civilización micénica en el siglo VIII (Antes de Cristo). Hasta nuestros días, la más famosa, el Ágora de Atenas, es la única belleza arquitectónica de la Antigua Grecia que conserva, al menos, su techo original. Y allí, como marcándole el paso del tiempo está al aire libre el extenso corredor, el atrio, que se disipa al Ágora de Atenas.

En honor a esa pauta primera del derecho al foro y a la opinión sale @trio press. Como un foro público, un espacio para difundir actualidades. Vamos a contar la historia que vivimos a partir del testimonio que es uno mismo. Queremos, sobre todas las cosas, encontrar los protagonistas del pasado y del presente del derrotero que es la vida.

Esto es @trio press el espacio donde invitamos a contar la historia, la de este mundo y que, a veces, pasa inadvertida. Contáctenos y cuéntenos lo que quiera en Atrio Press, el foro de noticias. Nosotros lo diremos tal como nos lo cuenten. Bienvenido a @trio press.

Archivo del blog