▪️La pintora cubana-española echa mañana el cierre a su última exposición en Madrid.
Un cuadro imponente: "Praga en vertical"
UNA GEÓMETRA CONSUMADA DEL CUBISMO
El cubismo en la obra pictórica de Ana Valdés-Miranda
La más reciente imagen de la cubana-española, Ana Valdés-Miranda, en Madrid.
🖌El cubismo representa la ruptura clara y definitiva con la pintura tradicional. El particular estilo de Ana Valdés-Miranda, pintora cubana-española afincada en Madrid, es la clara confirmación del cubismo que se mueve en sus manos, porque como de ella dijeron en la exposición que concluye mañana en la capital española, "Ana es una arquitecta real de la pintura."
Durante tres semanas, Ana Valdés ha compartido la muestra 'Encuentro' en la galería Ulmacarisa de Madrid, junto a la artista alemana Sigrid Acker.
Pero antes lo hizo en los espacios de Unus, en el madrileño barrio de Arturo Soria. De manera que la vida de Ana se mueve en un constante avatar entre la pintura y la música, su otra cualidad artística, además de su labor pedagógica en diferentes Centros Culturales del país.
La pintora alemana Sigrid Acker (abajo izquierda) conversa con Ana Valdés-Miranda.
Su paso por dos escenarios de Madrid
en los últimos meses, la confirma como el referente que ya es dentro del cubismo contemporáneo. Basta con atender solo a la vitalidad de la obra que la artista llevó al breve espacio de la galería Ulmacarisa, en el 26 de José Abascal.
En el conjunto de más de una decena de cuadros, resplandece el cubismo en cualquiera de sus obras enmarcadas en el estilo pictórico que brotó a principios del siglo XX.
"Praga en vertical" o "Praga en horizontal" (en la foto), la interpretación con la técnica del acrílico que Ana hace de uno de los viajes más memorables de su vida, son dos de las obras que atrapan al visitante en la exposición de Ulmacarisa, como lo son también los cuatro cuadros de la serie "Habana", un viaje nostálgico y melancólico por las fisonomías de sus raíces cubanas y todo su pasado.
La Habana la pinta con el dramatismo de una ciudad sumergida. Una Habana contaminada. Una Habana en ruinas, pero que Ana la hace bella.
El estilo estructural de Ana Valdés-Miranda dentro de la arquitectura lineal, confirma su fijación artística en el marco de una modernidad estilística que tiene su antecedente en el movimiento cubista que abrieron Picasso y Braque como parte del movimiento pictórico de los albores del siglo XX.
ANA PINTA COMO CANTA
Ana pinta oyendo música, una cualidad particular en ella. He tenido el privilegio de asistir a la sensación placentera que provoca escucharle cantar. Su voz es maravillosa y su canto, penetrante; pero confieso que con la misma pasión con que vocaliza un bolero o un danzón, Ana pone todo el empeño frente al caballete y crea sus cuadros con una armonía pincelada como si de sus manos salieran poemas sin palabras, lo que me lleva a concluir que esta artista engendrada en Cuba, canta como pinta y pinta como canta.
La exposición que dice adiós mañana y en la que han sido reunidas solo algunas de sus mejores obras, justifica en toda su dimensión el cubismo en la obra pictórica de Ana Valdés, impregnado del tratamiento vivaz de su colorido, de un gran manejo de la geometría y de las técnicas de la superposición de formas planas que predomina en sus paisajes.
Ya en la antesala de la exposición que ha mantenido durante todo el mes de marzo en Ulmacarisa, la escritora, periodista y crítica de arte, Julia Sáez Angulo, definió su pintura como una expresión escultural en una arquitectura lineal y elogió su "trazado preciso con estética y romanticismo".
La escritora, periodista y crítica de arte, Julia Sáez Angulo (izquierda) dijo sobre Ana Valdés-Miranda (derecha): Tiene "un trazado preciso con estética y romanticismo".
Ana Valdés-Miranda ha compartido protagonismo en esta muestra llamada 'Encuentro' con la pintora alemana Sigrid Acker, y que ha sido más bien un viaje entre el cubismo que a Valdés-Miranda le brotó al borde del Caribe y el arte proliferante del retrato europeo de la mano cuidada de Sigrid Acker.
En su casa-taller de Madrid, todo el horizonte creativo de Ana Valdés-Miranda se mueve a base de acrílicos sobre lienzo y lienzo tabla, porque es donde más le gusta desarrollar su técnica, en "bases sólidas como la madera", dice.
Hay algo positivamente repetitivo en Ana, y es su tendencia al azul. En casi toda su obra es un color que prevalece, porque sencillamente así se siente feliz y es un referente irreprochable de su identidad y todo su pasado. Así ocurre con la serie "Habana" y con la "Noche azul" que consigue en el acueducto de Segovia, ciudad donde Ana recibió los primeros impactos de las fisonomías españolas que han ido llenando su obra.
En el cuadro del Acueducto segoviano, la pintora cubana-española hace derroche del azul marino de su infancia habanera. El azul resalta y da luz en su interpretación del acueducto romano del Siglo II. Sobre el cielo de su arquería y tras de si, explaya magistralmente el azul que contrasta con el paisaje del entorno de la monumental obra. Es lo mismo que le sucede con los tejados , cielos y fachadas en sus lienzos de La Habana.
El día de su homenaje en la Tertulia Peñaltar de las Artes, le preguntaron:
—Si tuviera que salvar un color de su paleta, ¿cuál elegiría? Ana respondió sin reparo que el azul. El azul de su isla y de sus viajes por ciudades como Praga, la isla veneciana de Burano, y españolas como Girona, Segovia, "una ciudad mágica" -como la define; también de sus años en Ponferrada y, sobre todo, Madrid, su segunda patria chica.
Ana Valdés-Miranda desarrolla el cubismo con una maestría del dominio de su técnica del acrílico con el óleo sobre lienzo o madera y consigue paisajes y tonalidades formidables como se observa también en "La Transparencia de los peces".
Hay otra relevancia en la pintura de Ana Valdés, y es que sus obras enmarcadas en el movimiento cubista no quedan en el simple escenario de los paisajes y las fisonomías de sus entornos. No quedan en el contexto de una naturaleza muda, porque Ana recrea los ambientes de sus objetivos, y con el dominio sobre el color y los elementos de su línea pictórica lleva luz y vida a sus cuadros.
Hay una obra suya que a mi, particularmente me cautivó: "Gitana de Luto". Si bien no está incluido en la exposición, explaya en ella todo su dominio sobre el retrato. Es una interpretación nostálgica de los estados de una mujer como lo son sus logrados desnudos —tampoco en la Exposición– pero que encierran alegorías extraordinarias de figuras femeninas dibujadas casi de cuerpo entero y de las que impresionan la interpretación con cierta desproporción que consigue en su acabado.
Lo que refuerza la amplia obra de Ana Valdés-Miranda es su constante desandar con la influencia del cubismo en una línea que la artista viene desarrollando en sus exposiciones por toda la geografía española desde hace mas de 20 años, cuando aterrizó en Madrid con el título para ella más amado de graduada de Bellas Artes en la Academia San Alejandro de La Habana, impregnada de toda la sabiduría que le dieron importantes pintores cubanos como Flora Fong, Nelson Domínguez, Antonio Alejo (DEP), José Fowler y Juan Moreira.
De Ana Valdés-Miranda se pueden decir muchas cosas, pero nada mejor como la definió Evelio Domínguez, un extinto artista costumbrista cubano, amigo del alma y del oficio, quien la llamó "pintora de la canción o la voz de la pintura"
Es, precisamente, la linealidad en la mayoría de sus obras, el manejo de la geometría y de la superposición de formas planas, las características esenciales que emanan de los cuadros de Valdés-Miranda, y que hasta este viernes pueden ser visitados en la muestra 'Encuentro' de Ulmacarisa para comprender mejor los elementos imprescindibles del cubismo que destacan y prevalecen en cualquiera de sus cuadros.
Dije al principio que el particular estilo de Ana Valdés-Miranda es la clara confirmación del cubismo que se mueve en sus manos, porque como de ella dijeron, Ana es una arquitecta real de la pintura. Pero Ana es algo más, es una “geómetra consumada de su estilo” cuando en cualquier obra suya las arquitecturas de las fisonomías más diversas adquieren formas y colores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deje su comentario aquí