28 enero, 2016

Primera presentación bilingüe de «Crónicas del Caribe»

MIS «CRÓNICAS» YA SE LEEN EN TAMPA 


Primera presentación bilingüe de «Crónicas del Caribe» en un auditorio diverso y bicultural, donde había hispanos y americanos, entre ellos catedráticos y profesionales de la prensa. 

El doctor Emiliano Salcines, historiador de la ciudad de Tampa, abrió la noche de este miércoles, en inglés, el intercambio múltiple en que se convirtió la presentación de la obra finalista del I Premio Stella Maris de Biografía Histórica y que trata la vida del asturiano Manuel Álvarez, que emigró para fundar la radio en Cuba en la temprana fecha de 1905 cuando contaba solo 13 años.

Recordó Salcines como entre 1850 y 1950, más de trescientos mil jóvenes asturianos marcharon de sus pueblos hacia otras tierras y desde 1880, lo hicieron con más fuerza hacia América. La mayoría no volvió nunca. Es el caso de la historia de Manuel.
Emiliano Salcines (a la izquierda), atesora una larga trayectoria política y diplomática. Fue Fiscal del estado en Tampa y Vice cónsul honorario de Tampa, 17 años magistrado del tribunal de apelaciones y Fiscal general nombrado por Robert Kennedy. 

En Cuba, cuatro de cada diez españoles se asentaron en La Habana y una proporción similar en las provincias azucareras de Oriente, Camagüey y Las Villas, donde Manuel se sembró para siempre.
Frank  Menéndez, presidente del centenario Centro Asturiano de Tampa, también en inglés, se congratuló con la gran reunión de astures que motivó la vida y obra de un paisano que llevó la radio a la mayor de las Antillas.

José Vivero, Vice Consul honorario de España para Tampa, siguiendo el hilo de la disertación en inglés, felicitó la novedad editorial y el legado de un libro que ahonda con fuerza narrativa en la huella peninsular en América, lejos del desastre que trajo la pérdida de las colonias y muy especialmente de Cuba, en 1898, en la ya Guerra Hispano-Estadounidense. 
Las Crónicas tocan la sensibilidad de los cubano-tampeños. El doctor Leris Lloira (en la foto) fue un adelantado de su tiempo como Manuel. En Tampa, escuchamos su historia y la de Ernesto Fabelo, amigo de "Manolín" en sus años vitales. Tanto Lloira como Fabelo son dos hijos de Caibarién, que también emigraron y se emprendieron por la vida.

La presentación de «Crónicas del Caribe», anoche en Tampa, fue un repaso de las distintas etapas de la presencia española en el imperio de ultramar, desde la profunda crisis social, política y cultural que sumió al país europeo después de la guerra y que fue un lastre para la personalidad histórica de España. También se habló entre los asistentes de una nueva España que hoy se vuelve a tambalear en medio de un circo político que tiene los cursos del país en la incertidumbre.

La biografía en crónicas que este enero he estado presentando en entre Miami y ahora en Tampa, es el relato de la vida real que llevó Manuel Álvarez, desde que en 1905 se bajó en una Habana que ya era el centro comercial de medio mundo hasta la Cuba envilecida que dejó. 
«MANOLÍN» INÉDITO
Iván Cañas, fotógrafo cubano de reconocido prestigio, que ahora reside en Estados Unidos, tomó estas dos imágenes a "Manolín" en los 70.

La paternidad sobre la radio le fue negada por muchos años en la isla, y no fue hasta 1982, cuando ya ciego y sembrado en su vejez, el oficial Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) reivindicó a Manuel Álvarez  -"Manolín"- el mérito, por muchos años denegado, el de: Padre Indiscutible de la Radio en Cubana.

27 enero, 2016

VIAJE A TAMPA POR LOS CAMINOS DE MARTÍ

"La historia de Cuba no se puede escribir sin Tampa, ni Tampa puede ignorar a Cuba". 
(Dr. Emiliano Salcines, Ybor City, 26-1-16)

Honrar honra, nos enseñó Martí. Y yo honré en Tampa al mejor maestro de todos los cubanos.
Junto al doctor Emiliano Salcines, historiador de la ciudad de Tampa.

"La historia de Cuba no se puede escribir sin Tampa, ni Tampa puede ignorar a Cuba", me dijo por estas tierras el magnífico anfitrión que encontré en el doctor Emiliano Salcines, historiador de la ciudad floridana, donde hoy presentaré «Crónicas del Caribe».

En Ybor City, la barriada más antigua de Tampa, caminé este martes por las mismas calles donde José Martí, en el siglo XIX, trabajó entre el gremio tabacalero de emigrantes para recaudar fondos y unir voluntades en torno a la causa independentista de Cuba.

Emiliano Salcines, evocó ayer el paso del Apóstol por una ciudad que visitó veinte veces en los últimos tres años antes de morir en Dos Ríos. 
La alta estima que sintió Martí por el trabajador de Tampa, la definió el Apóstol en una frase: “Pueblo fiel – el pueblo educado – donde aprenden a pensar en la misma mesa donde se ganan la vida”.
Así describió Martí a las mujeres y hombres que conoció en su larga convivencia en la ciudad del Centro-Oeste de la Florida. "Tuvo siempre una especial concepción con los lectores de tabaquería", recordó Salcines en un recorrido en que viajamos en el tiempo. 

Más de doce monumentos recuerdan en Tampa al prócer cubano. Ayer fue un baño de historia martiana y de recuerdos. En la ciudad de las grandes andaduras americanas de Martí, están identificados una estatua, dos bustos, doce indicadores de lugares históricos, un centro de ayuda mutua, una calle, un mural y el Cementerio de Tampa Oeste que originalmente se nombraba Cementerio Martí. 

Sin embargo, el mayor mérito lo tiene la memoria atesorada por una villa donde la presencia del eminente político, poeta y escritor, tiene expresiones íntimas y espirituales que se descubren en cada conversación con la comunidad cubana residente y los norteamericanos que por siglos han recibido este conocimiento como un legado familiar de su convivencia común.

Y un dato más. El 26 de noviembre de 1891, nuestro José Martí conoció a su gran anfitrión y protector en Tampa, el valenciano Martínez Ybor y a su esposa. Fue durante su primera visita a Tampa, once años después de su primer viaje a Estados Unidos cuando arribó a Nueva York, donde Martí devino imprescindible articulista y crítico de arte del periódico New York City Sun, propiedad del periodista y editor Charles A. Dana.

En los días en que toda Cuba, y también Tampa, esperan la épica fecha del 28 de enero, natalicio de nuestro José Martí, al pie de su efigie se depositan flores. 

Aquí hay hoy un jardín hermoso, noble pero inmenso, en sustitución de la otrora casa Pedroso que perteneció a dos grandes amigos cubanos del Apóstol en sus estancias en Tampa. 

Recordaba Salcines, un hombre alimentado por la historia de pies a cabeza, que Ruperto y Paulina Pedroso, en este mismo lugar ofrecieron a José Martí hospedaje seguro tras el intento de envenenamiento que sufrió el Apóstol en diciembre de 1894 por dos cubanos plegados al poder colonial cuando le brindaron un vino de extraño sabor.

Al decir de Salcines, Martí salvó su vida milagrosamente tras haber sido atendido con rapidez por el Doctor Eduardo Barbarrosa y luego amorosamente cuidado por los Pedroso, residentes en la Octava avenida y calle 13, donde hoy se emplaza el Parque Martí. 

Ayer fue aquí un baño de historia y de recuentos de cómo los cubanos patriotas de aquel tiempo velaron siempre el sueño del cubano más extraordinario que ha dado la historia.

"Lo velaron en la calle, relevándose en turnos de guardia", acota Emiliano Salcines y apunta: "En las noches de Tampa, podía escucharse en el silencio de la madrugada, desde su alcoba en la humilde casita, el rasgar constante de la pluma del maestro sobre los papeles donde escribía su historia. 

Ybor City, la barriada más antigua de Tampa, cuyas calles recorrí con ansias martianas, debe su nombre a Martínez Ybor, que no nació en Cuba y era valenciano como Don Mariano Martí, padre de José Martí. Nacido en Valencia, el 31 de octubre de 1815. Mariano de los Santos Martí Navarro; murió en La Habana el 2 de febrero de 1887. Algunos historiadores le han atribuido el oficio de sastre y de cordelero; sin embargo, su óptima letra, ortografía y fluidez denotan una educación suprema en él. Su mejor herencia fue José Martí.

Martínez Ybor, erigido en Tampa en el gran protector de Martí, salió de Cuba cuando comenzaron los rigores antagónicos de la Guerra de los Diez Años. "Se estableció aquí y fue bueno y clemente con los emigrados”, manifiesta Salcines: "Y lo fue con Martí".

En la histórica ciudad de Tampa, muchos  sitios perpetúan el paso de Martínez Ybor por estas tierras, como tantos otros dejaron constancia de la presencia de nuestro José Martí.

El martes en Tampa, fue un día cargado de historias y de pasado maravilloso, donde estuve a tiempo de visitar disímiles sitios relacionados con la presencia martiana en Ybor City como la Sociedad Martí Maceo fundada en 1904; el espacio donde se editó entre 1887 y 1898 “Cuba” periódico oficial del otrora Partido Revolucionario Cubano; la esquina donde se ubicó la sede de la Liga patriótica de instrucción establecida en 1889; la escalinata donde fue tomada la última fotografía que consta del Apóstol tras su apasionado discurso en el Liceo Cubano clamando a los tabaqueros emigrados que le ayudasen a conquistar la independencia de la patria aportando hombres, armas y dinero.

Ayer fue un día de épicos recuerdos. En 1893, el 26 y 27 de noviembre, en Ybor City, Martí pronunció dos piezas bien conocidas de su oratoria: “Los pinos nuevos”, donde realza el papel de la juventud en la consecución de la independencia nacional, y “Con todos y para el bien de todos” que inició dedicándola sentidamente a la Patria: “Para la Cuba que sufre, mis primeras palabras”.

Emiliano Salcines, historiador de Tampa y Jesús Díaz Loyola.

A propósito, mi anfitrión, el gran historiador Salcines, retrae una anécdota recurrente. "En ocasión de aquellos célebres discursos de Martí, viajó desde Cayo Hueso el taquígrafo Francisco María González, quien rompió varios lápices mientras captaba la pródiga oratoria martiana".
Las notas se imprimieron después en la sede del periódico "El crítico de Ybor City" y se enviaron a Cayo Hueso en un barco de vapor, de tal suerte que en poco tiempo los torcedores y los patriotas reafirmaron su compromiso emancipador con la intervención de Martí.

Las huellas del Apóstol de Cuba llegan a nuestros días en esta ciudad floridana gracias a otro periódico "La Gaceta". La publicación trilingüe semanal que exhibe más de 93 años de historia, es fruto de la entrega de una familia que por tres generaciones ha insistido en reflejar la vida local.

Una foto historica: José Martí junto a tabaqueros de la fábrica de Vicente Martínez Ybor, en Tampa
Más de 100 años después, me subo al peldaño donde se paró Martí para tomarse la última fotografía
junto a los tabaqueros de Ybor City.



Dice Emiliano Salcines, mi anfitrión estos días de Tampa, que por estas tierras han caminado Martí y todos los grandes de la historia cubana, como dijo al principio: "La historia de Cuba no se puede escribir sin Tampa...".

Honor al maestro en el busto que le recuerda frente a la fábrica de Martinez Ybor.


Fachada del emblemático Círculo Cubano. Arriba, el único escudo que se conserva desde 1916, cuando Cuba fue ya independiente. Resaltan seis banderas que simbolizan y abrazan las seis provincias cubanas de entonces.
Desi, siempre a mi vera en un viaje por la historia y el pasado maravilloso de nuestro José Martí en Tampa.
Gracias, Tampa!

23 enero, 2016

El éxito de la presentación de «Crónicas del Caribe" en Miami

«Una historia que es una auténtica epopeya.»


«Crónicas del Caribe», recorre la historia contemporánea y la huella de la emigración hacia América.



El Cónsul General de España en Miami, Cándido  Creis Estrada.

CÓNSUL DE ESPAÑA EXALTA LOS VALORES DE LA EMIGRACIÓN PARA SALVAR LA MEMORIA HISTÓRICA 

El máximo representante de la diplomacia española en Florida, Georgia y Carolina del Sur, conversa con el autor.

 Cándido Creis Estrada, exjefe de protocolo de la Casa del Rey, pone de ejemplo la historia de Manuel Álvarez, el asturiano que emigró para fundar la radio en Cuba y que es narrada con abundante documentación en «Crónicas del Caribe», obra finalista del I Premio Stella Maris de Biografía Histórica, Barcelona 2015.

El máximo representante de la diplomacia española en Florida, Georgia y Carolina del Sur, justificó como la memoria de los pueblos y de las personas se construye a partir del recuerdo de sucesos, esencialmente de aquellos que marcan etapas de sus historias.

Lo hizo durante la presentación en Books & Books en colaboración con el Cuban Research Institute de FIU, del libro del periodista cubano residente en Madrid, Jesús Díaz Loyola (Caibarién,1964), quien ha viajado a Miami para la ocasión. 

Solo la esencia de la significación que se da a la historia, determina la forma en que las personas entienden el presente y dan sentido a su visión y entendimiento del mundo, reflexionó el diplomático.

La Florida y España, atesoran más de 500 años de historia, espacio de tiempo en que solo las transculturaciones han sido puente para unir a ambas orillas.

El cónsul Creis habló de una colonia de emigrados españoles que ya rebasa los 40 mil en toda la Florida que se han constituido en familias numerosas como en Cuba y toda América, con  hijos y nietos de españoles, entre las que muchos se agruparon para siempre en las casas regionales de sus abuelos y padres, lo mismo que ha sucedido con cubanos, venezolanos, argentinos y otras nacionalidades, que no olvidan a España.

El diplomático español, que fue jefe de protocoto de la secretaría general de la Casa de S.M. el Rey, remarcó el "profundo" legado histórico y cultural español que a lo largo de la historia han extendido los emigrantes por el mundo.
Una de las fotos no conocidas, obsequiadas por Iván Cañas a los dos herederos de "Manolín": Manolo y Nelson Álvarez Casado.

«Crónicas del Caribe», recorre la historia contemporánea y la huella de la emigración hacia América, una historia que es una auténtica epopeya, al decir del Cónsul. "No solamente por el respeto a un hombre que dejó a su aldea por necesidades, sino, también, el respeto a las memorias, el valor del trabajo y la cultura del esfuerzo que caracteriza al hispano".
El autor, Jesús Díaz Loyola, en un momento de su exposición.

La noche de este viernes en la Books & Books del Coral Gables, se volvió un homenaje trascendental a la vida que llevó el emigrante de América, vista en la perspectiva de un hombre —Manolín Álvarez— que fue en el Caribe y Centroamérica, el protagonista esencial del invento que revolucionó la comunicación social. 

Iván Cañas, fotógrafo cubano de reconocido prestigio, que emigró a Estados Unidos como Manuel lo hizo a Cuba, reveló en la presentación de «Crónicas del Caribe» cómo llegó a Manolín cuando él corría tras el olor del guarapo y el herrumbre de los trenes para conseguir verdaderas obras de arte del lente sobre el papel.
Manolo Álvarez Jr., recibe una de las instantáneas en presencia del Cónsul General de España en Miami. 
Manolo y Nelson Álvarez, observan las imágenes de su padre.
Los hermanos Nelson y Manolo Álvarez, sostienen las imágenes de su padre. Junto a ellos, Iván Cañas, el fotógrafo que las tomó hace más de 40 años.
Iván que tuvo una vigencia vital en los diarios y revistas más importantes de la isla y de quién son bien conocidas sus fotos a José Lezama Lima, entregó dos copias de sus instantáneas tomadas a Manolín en los años álgidos de sus correrías fotográficas.   
Manolín Álvarez en los 70, en la otra instantánea tomada en el taller de su casa de Caibarién por Ivan Cañas.

No se incluyeron en esta edición laureada de «Crónicas del Caribe», pero allí están esperando  como gesto agradecido  para ilustrar una próxima edición de este libro de memorias.

Jorge José Rodríguez Borges (a la derecha), laureado periodista cubano residente en Miami, que vio crecer la pasión del autor por su personaje, dijo en la presentación del libro: "Fue necesario que pasaran más de 20 años para que Díaz Loyola pudiera levantar los brazos como lo hizo hace unos meses al llegar a la tierra natal de Manolín, Asturias, para presentar por primera vez su libro y para que lo haga hoy entre nosotros —en Miami—, como símbolo de triunfo profesional, personal y ético".

Manuel Álvarez Junior, uno de los cinco hijos de Manolin, justificó la gran herencia familiar de su padre. La mayor parte de la familia que heredó, vive hoy asentada y emprendida en Miami. 
En el crepúsculo de su vida, "Manolín" Álvarez soporta la réplica de un hórreo asturiano, lo último que vieran sus ojos antes de abandonar su tierra, en 1905.

En Cuba, este asturiano que llevó el mensaje  de las ondas a gran parte de Las Américas, fue ninguneada por mucho tiempo, pero no fue hasta 1982, cuando ya ciego y sembrado en su vejez, el oficial Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) reivindicó en Manuel Álvarez su paternidad sobre la radio. Hoy reposa bajo la tierra que le moldeó el carácter.

OTROS MOMENTOS DE LA PRESENTACIÓN EN MIAMI

Jesús Díaz Loyola en un momento de su intervención.



El autor firma libros en Miami.

Reencuentro de colegas: Jesús Díaz Loyola y Jorge José Rodríguez.

El Vicepresidente del Centro Asturiano de Miami, entrega al autor el Certificado de Visitante Distinguido.
Junto a  Ifrain Jesus Villazon Cabanes, un hombre de radio que fue en Caibarién identidad de un tiempo.

Jaime Almirall Suarez y Jesús Díaz Loyola. 

Una foto para el recuerdo. De derecha a izquierda: Nelson Alvarez, Jorge Jose Rodriguez Borges, Manuel A Alvarez, Angel Luis Alvarez, Jesús Díaz Loyola y Juan Carlos Dominguez.
            30 años después!!
El público llenó los recintos de la Book and Book en Coral Gables en busca de las «Crónicas del Caribe»

Los Álvarez de Miami, visiblemente emocionados, celebran con el autor el gran legado histórico de su gen asturiano: Manuel Álvarez Álvarez "Manolín" 

17 enero, 2016

«CRÓNICAS DEL CARIBE», UNA HISTORIA DE EMOCIÓN

El colega y amigo, Luis Manuel Machado Ordetx, se ha detenido en  mi libro que llega la próxima semana a Miami, con esa manera medular de ver la historia y el trabajo profesional acabado. Lo ha hecho en la última entrada de su blog "Cubanos de Kilates".

Con Luis, me unen muchos años, desde que aterricé en el periódico "Vanguardia", mi primera trinchera del periodismo, pero sobre todo, una profunda amistad que ha durado toda la vida. 
Desde la admiración profesional y la amistad, le doy las gracias, porque Machado Ordetx fue un desvelado siempre —mi mejor corrector— porque la historia de Manuel Alvarez Alvarez, contada en «Crónicas del Caribe», saliera adelante. ¡ Gracias, hermano! 


"En «Crónicas del Caribe»: La fabulosa historia de un asturiano que emigró para fundar la radio en Cuba, se sintetiza un referente investigativo-documental que en sus presentaciones en España, en Caibarién —cuna adoptiva de Manolín—, o en San Juan de los Remedios, como ahora acontecerá en  SIPA at Books and Books, en Miami, afirmarán a los lectores un rastro inigualable que coloca la huella y repercusión de un hecho cultural sin parangón en el contexto insular." 



Periodista, investigador y escritor cubano.

Con Crónicas del Caribe (Stella Maris, Barcelona, 2015), Jesús Díaz Loyola saldó una deuda impostergable con el tiempo y la historia de Cuba. A partir de ese instante, y por supuesto de otros que aparezcan en torno a particularidades de la radiodifusión nacional,  determinaremos hasta qué punto y cuáles aportes quedaron desperdigados. Ahora saltan los primeros destellos radiográficos por reconstruir un pasado que aún sigue tangible desvela a un protagonista, un hombre que, carente  de auspicios monetarios de los círculos capitalinos y con esfuerzo individual, facilita adentrarnos en una inobjetable y auténtica verdad. 
Siempre hubo una mención oficial y autocrática relacionada con os capítulos que agrupó el investigador Oscar Luis López en La Radio en Cuba (1981), un ensayo en el cual, como dice, «aparecen, como algo inevitable, todos los personajes —y personeros— que hicieron posible su historia». El tiempo y la ausencia de fuentes documentales u orales imposibilitaron un contraste puntual, todo quedó como fijación tajante.
Una revisión del texto solo incluye ocho menciones al fabuloso mundo que forjó desde 1917 el emigrado-asturiano Manuel Álvarez Álvarez, Manolín, cuando expandió las ondas hertzianas por Caibarién, un territorio de aplatanamiento villareño que, en posición geográfica, proveió con su economía el surgimiento de emisoras no muy similares a otras existentes en el país.
En la reseña de Manolín  (1891-1986), el historiador Luis López indicó que «fue para Caibarién lo que Félix B. Caignet para Santiago de Cuba», hecho que denota una incongruencia historiográfica por los aportes de uno y otro al medio, las facturas de guiones-novelas, o la fundación de plantas radiales. El reconocimiento del escritor radial del oriente cubano tiene distancias, y otras dimensiones.Sin embargo, en Manolín existen especificidades muy resaltadas por las confesiones que acopió Díaz Loyola durante muchos años, y que tiene protegidas en papelerías y cintas magnetofónicas.
Resulta aventurero señalar que el 10 de octubre de 1922, con el establecimiento de la PWX, quedó «oficialmente registrado como fecha del nacimiento de la radiodifusión en Cuba», y los editores del libro de Luis López, con su “anuencia”, colocan en cursivas “oficialmente”, tal vez en resquicio hacia descubrimientos mayores. El suceso lo promete la enjundiosa historia-testimonio que recrea Crónicas del Caribe, de Díaz Loyola.  
Hasta el presente lo acaecido ese año con las siglas 2LC, y rúbrica de Luis Casas Romero,aflora en rango tácito del surgimiento de las transmisiones nacionales. Es evidente que, en abril de 1923, ya está legalizada esa planta en banda de 23 metros para el circuito habanero.No obstante, los aportes que observó Díaz Loyola, en declaraciones y fuentes documentales presentadas por Álvarez Álvarez, destierran desde  principios de la década de los años 80 del pasado siglo las formulaciones anteriores.
El testimonio de Manolín, y hasta el cruce de opiniones que sostuvo con Luis López, enriquecen la cultura de una región, la historia y colocan en el sitio exacto la dimensión delasturiano en el ámbito nacional.

Manolín, quien brota en el capítulo que La Radio en Cuba nombró «Forjadores» —Luis Aragón, Rufino Pazos, Frank H. Jones, Luis Casas Rodríguez (padre), Humberto Giquel, Adolfo Gil Izquierdo, Vicente Morín, Félix B. Caignet y Pablo Medina—, no pudieron escamotearle formar con Lorenzo Martín Álvarez y Feliciano Reinoso Ramos, el  rango de pioneros de la narración deportiva
La modalidad, desde Caibarién y con la égida de Álvarez Álvarez, incluye también al abogado José Gastón de Caturla y el traductor Miguel Balais, o el concursos del periodista Bernardo G. Santamarina. Son artífices que desde 1923 en la 6EV,  y después en la 6LO y CMHD, representan las descripciones boxísticas y de béisbol que ocurrían en Estados Unidos, y que gracias a los cubanos eran diseminadas por el área caribeña.
Las plantas 6KW y después la CMHC, por las cercanías a Caibarién y pertenecientes al norteamericano H. Jones en el central espirituano de Tuinicú, tienen una remembranza en Crónicas del Caribe, momento que, del testimonio de Álvarez Álvarez,   permitirá a los investigadores abrir otras puertas cerradas por Luis López en aquellos olvidados-padres-fundadores de la radio cubana.  
El libro de Díaz Loyola también tributa un reconocimiento al componente femenino de la familia que creó Álvarez Álvarez. Ellas  formaron parte ineludible de las emisoras radiales que organizó en territorios villareños durante su condición de emigrado español en Caibarién. 
Ese episodio fue olvidado por Luis López. Recientemente Mujeres locutoras en Cuba(Capiro, 2012), escrito por Josefa Bracero, ignora la repercusión, respaldo cultural e intervención ante los micrófonos de Olimpia Casado Mena. La esposa del asturiano desde 1928 ostentaba el título de operadora de radio. La mención toca también a María Josefa Álvarez Álvarez, la primera propietaria de una emisora en América Latina, una de las patrocinadoras de plantas de Caibarién

En Crónicas del CaribeLa fabulosa historia de un asturiano que emigró para fundar la radio en Cuba, se sintetiza un referente investigativo-documental que en sus presentaciones en España, en Caibarién —cuna adoptiva de Manolín—, o en San Juan de los Remedios, como ahora acontecerá en SIPA at Books and Books, en Miami, afirmarán a los lectores un rastro inigualable que coloca la huella y repercusión de un hecho cultural sin parangón en el contexto insular.

¡Gracias, Luis, colega y amigo!

LETRA-LETRA-LETRA

Muchos años estuvo sumergido Díaz Loyola en la composición de letra-letra-letra que transfirióManolín en sus inabarcables conversaciones de  anciano dispuesto a dialogar con un joven periodista ávido de puntualizar la verdad que hasta entonces estuvo escindida en la divulgación colectiva.
Eran testimonios de primera mano que, en cotejo con papelerías, dieron frutos a reportajes en la prensa impresa cubana. Todo el arsenal documental florece en un libro que debe mucho al periodismo concebido por el escritor. La biografía da pruebas de huellas en el seguimiento de la veracidad de contingencias desprovistas de adulteraciones.
El diarismo sirvió a Díaz Loyola para la conseguir las entrevistas-confesiones que, en las postrimerías de la vida, dio Álvarez Álvarez. También facilitó  la conformación de los planos formales y expresivos del discurso, así como de diálogos e inferencia con atisbos irónicos. Razón por la cual hay un servicio social o cultural que favorece las letras a partir de una historia que se cuenta con exactitud y conmoción.
A pesar de todo sostengo dos discrepancias. No están sujetas al respeto, cotejo y precisiónde los hechos, o los personajes que se involucra en aquellos sueños, virtudes y carencias recreadas en lo material o lo espiritual.
Lo perjudicial reside en la edición descuidada, sin pericia en la corrección del texto, y en elapelativo de “biografía novelada” que rubricanen la solapa del libroNada imputables al escritor quien no tuvo acceso a las pruebas de galeras. Tal vez pensaron en la dimensión que cifró Gabriel García Márquez con El General en su Laberinto (1989) y la novela-testimonio Biografía de un cimarrón (1966), de Miguel Barnet, por citar dos ejemplos antológicos. 
Es evidente que Díaz Loyola en Crónicas del Caribe no instituye la nonfiction creative que ahora denomina el análisis literario. Claro, las fronteras entre los géneros, la oralidad o el discurso, fluyen de modo que la narración no permanezca salpicada de invenciones con aproximación a la realidad descrita y contada. Por tanto, no estamos en presencia de un caso con esas manifestaciones.
La fidelidad al testimonio de Álvarez Álvarez, y los aportes de sus documentaciones, así como la historia en primera persona, sin inferencias, calza la unidad del personaje que describe y atrapa la atención del lector sin que lo expuestoen las conversaciones tienda a lo monótono e inusual.
Obvio. Toda historia tiene dramatismos, y la de Manolín es prototípica al contar de todo aquello que sabe y observó, y también hizo. En el decursar de su existencia relacionada con las «tristezas o añoranzas» del emigrado por la familia, así como de los componentes que adiciona a su ámbito personal o profesional, carentes de las referencias de lo que piensan otros, Díaz Loyola se afinca para tejer la historia y afirmar unidad a los relatos. Es «lavoz» del testimoniante, única y exclusiva, lo que interesa y el escritor lo logra para provocar un impacto en los lectores conmoverlos hasta redescubrir un universo radial que estuvo velado al conocimiento público. 
El descifrador del mensaje gana intimidad y cercanía con la narración-descripción. Ahí va toda la carga de información  sin que el discurso sea inadecuado al tema que se escoge. Todo se ramifica al pasaje de la radio y el universo confesional de la geografía «cangrejera» de Caibarién y de Cuba. Estamos en presencia de un reporte indiviso y objetivo
Crónicas del Caribe, tal como lo concibió el autor, es un libro biográfico, de intimidad testimonial que reporta como Manolín Álvarez Álvarez penetra en la médula de la historia de la radio. El hombre no está interesado en proporcionar el anhelo infecundo hasta entonces de la paternidad del medio sonoro. Quiere y consigue que sus reflexiones, juicios o verdades de cuánto hizo y dejó en su condición de emigrado asturiano, alcancen un sello de autenticidad que tipifique el ambiente isleño en el cual se desenvolvió y ofrendó una impronta insustituible.
El texto biográfico que, como todo método de investigación, coloca la editorial Stella Maris en disposición de todos los que aventuren el umbral de las páginasreconstruye la indagación del escritor, una historia real que precisar ser contada para transitar por el justo lugar que reclama Álvarez Álvarez dentro de un fragmento de la radio cubana.  


La palabra hablada y escrita

En la antigua Roma, atrio era un espacio abierto en sus míticas casas cercado de pórticos y destinado a reuniones familiares y a los huéspedes. En las iglesias romanas, atrio se describía en un patio amplio que miraba al exterior. Atrio son los extensos corredores al aire libre que se disipan a la majestuosidad de muchos templos y palacios en la fisonomía de las grandes ciudades de este mundo.

Y eso es @trio press, un espacio permanentemente abierto a los acontecimientos que han rodeado y rodean la vida. @trio Press (ATP Foro de Noticias) es una ventana a la actualidad en todos los horizontes del quehacer humano, y que dibujaremos con la imagen, el sonido y la palabra hablada y escrita.

@trio press-foro de noticias es una plaza pública en la red, un epicentro de atención cultural e invitación constante al foro libre.

El atrio triunfó en Roma tal como el ágora en Grecia como punto de encuentro y opinión tras la caída de la civilización micénica en el siglo VIII (Antes de Cristo). Hasta nuestros días, la más famosa, el Ágora de Atenas, es la única belleza arquitectónica de la Antigua Grecia que conserva, al menos, su techo original. Y allí, como marcándole el paso del tiempo está al aire libre el extenso corredor, el atrio, que se disipa al Ágora de Atenas.

En honor a esa pauta primera del derecho al foro y a la opinión sale @trio press. Como un foro público, un espacio para difundir actualidades. Vamos a contar la historia que vivimos a partir del testimonio que es uno mismo. Queremos, sobre todas las cosas, encontrar los protagonistas del pasado y del presente del derrotero que es la vida.

Esto es @trio press el espacio donde invitamos a contar la historia, la de este mundo y que, a veces, pasa inadvertida. Contáctenos y cuéntenos lo que quiera en Atrio Press, el foro de noticias. Nosotros lo diremos tal como nos lo cuenten. Bienvenido a @trio press.

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