24 mayo, 2013

La soledad del pescador

CRÓNICA

El pescador de la avenida marginal

Antonio Lobo Antunes 

Ninguna felicidad se parece a otra. Y las formas de concebirla, anhelarla, buscarla y expresarla son diferentes. Como la de un hombre de 43 años que no entiende cómo alguien quiere ser feliz con él, si él es un tipo aburrido, que apenas habla, no le gusta convivir con nadie, ni expresar nada. Sólo le gusta pescar los fines de semana por la noche. ¿Y así, que felicidad le espera a alguien junto a él?

Me apetece, fíjate, regalarte flores. No te las regalo. Abrazarte. No te abrazo
Cómo se te ocurre querer ser feliz conmigo, nadie es feliz conmigo, soy un aburrido. No me gusta convivir, no me gusta salir, no me gusta el cine, no me gusta la playa, ni siquiera me gusta cenar fuera, me gusta quedarme en mi rincón y que no hablen conmigo. ¿Qué rayos de felicidad podría darte? ¿Que te quedaras también en un rincón, aburriéndote? Además no me fijo en las fechas: en tu cumpleaños, en el mío, en el día en que nos conocimos y por lo tanto no regalo flores, no doy besos, no doy abrazos, no celebro nada, no te dejo con lágrimas en los ojos, conmovida, poniendo rosas en los jarrones. Me gusta pescar. Los viernes por la noche me voy con los aparejos a la Marginal y me quedo allí hasta la madrugada. Y los sábados. Y los domingos. No me importan los faros de los coches. No me importa el olor del río. Creo que no me importan los peces. Pensándolo bien, tal vez ni me guste pescar: me gusta sentarme en la muralla a ver las luces de Almada que se reflejan temblando en el agua negra. ¿Cómo podían interesarte las luces temblorosas de Almada? Me hacen recordar a los ojos exactamente en el instante de las lágrimas, que vacilan. Tal vez me interesan las luces porque nunca lloro. Y no entiendo cómo se te ocurre ser feliz conmigo. Trabajamos en el mismo sitio. Me ves todos los días. Almorzamos con los compañeros en la cantina. Casi nunca hablo. Digo

-Pues sí

de vez en cuando para que no me consideren maleducado. Ceno en casa con mi padre. Mi padre tampoco habla casi nunca: si el silencio se prolonga demasiado tiempo nos decimos

-Pues sí

el uno al otro y seguimos pelando la fruta. Mi padre no se saca la pipa de la boca ni siquiera cuando mastica: se mete la comida por el otro lado de la boca, soltando volutas de humo. Si llegase a morir seguro que no podrían quitársela de la barbilla. Le dije

-No hay quien cierre el ataúd con usted así

a él se le ocurrió que un agujerito en la tapa, junto al crucifijo, resolvía la cuestión, y de tiempo en tiempo una voluta de humo subiría desde la lápida. Sólo tengo que dejarle dos o tres paquetes en los bolsillos para cuando no haya más que ceniza dentro del hornillo. De cualquier manera, el día en que eso ocurra va a temblar en el agua el reflejo de las luces de Almada.

Para ser sincero, creo que no quiero ser feliz contigo por culpa del reflejo. Imagíname, si tú te marchases, sentado en la muralla con los ojos exactamente en el instante de las lágrimas, vacilando: mil veces estar en un rincón y que no hablen conmigo, mil veces la pipa de mi padre

-Pues sí

y yo

-Pues sí

de vuelta. Hay cosas que no se aguantan a partir de cierta edad y yo cumplí cuarenta y tres años en marzo. Cuarenta y tres, aunque uno no lo reconozca, es un montón de años. Se fue mi madre, se fue mi tía por parte de mi madre, que vivía con nosotros, mi hermano, a la semana siguiente de que lo dejara su esposa, se abrazó a un tren en Algés: quedó un zapato, un pedacito de pantalón, el suéter con sangre a veinte metros de la vía, una de las patillas de las gafas. (Era miope, tropezaba con los muebles sin querer). ¿Se habrá abrazado a propósito al tren? Durante semanas, después de eso, la pipa de mi padre más rápida y ninguno de nosotros

-Pues sí

pelando mudos la fruta, con el maldito cuchillo fallando, fallando. Tardó en llegar a cortar el melocotón de nuevo. Tenemos la patilla de las gafas en el cajón de las bombillas fundidas y de las llaves antiguas, que no sé para qué puertas servían. Tal vez se pudiese abrir el

-Pues sí

con ellas y dentro del

-Pues sí

mi hermano que aseguró avanzando hacia el tren

-Ya vuelvo

y volvió hecho pedazos

(algunos pedazos)

con un modelo para armar al que le faltaba la mitad de las piezas, mientras que la pipa seguía echando volutas. Fue el único momento en que me apeteció fumar. Mi cuñada rehizo su vida, desapareció. Vive en España, me contaron, con un empleado bancario. Al volver de pescar no llevo pescados en la cesta, los echo de vuelta al Tajo. Esto antes de la mañana, minutos antes de la mañana, con miedo a que se apaguen las luces de Almada. No me abrazo al tren que va a Lisboa, voy dentro de él con los aparejos a mi lado. Ni un perro en la calle excepto uno de esos cachorros vagabundos que no se interesan por mí, con el hocico a ras de la acera, murmurando. Noto que mi padre se vuelve en la cama. Que el grifo de un primer vecino comienza a gotear, el que se levanta temprano para ir a correr al parque con una expresión al borde del infarto o del orgasmo. Al verme en el espejo, mi expresión cambia en un santiamén como los números de los relojes digitales donde soy un montón de ceros. No creo que seas feliz con un montón de ceros, aburriéndote también en un rincón. Si me preguntas si te quiero te digo que sí. O sea te diría que sí en el caso de que la patilla de las gafas no estuviese en el cajón de las bombillas fundidas y de las llaves antiguas. Pero está. Por tanto, a lo sumo puedo decir

-Pues sí

y pensar en otra cosa. Me da pena. Palabra de honor que me da una pena enorme y el cuchillo, desmañado, vuelve a fallar con el melocotón. Me apetece, fíjate, regalarte flores. No te las regalo. Abrazarte. No te abrazo. Fijarme en las fechas. No me fijo en ellas. Me quedo aquí con las manos sobre las rodillas. Y, como no me gusta salir, si me invitas a tu boda, discúlpame, pero no voy a ir. Participo en el obsequio de los compañeros de trabajo

-Faltas tú, Guedes

y me quedo reflejado en el tablero de agua negra del escritorio, temblando.

23 mayo, 2013

La clave del pintor entre el negro y la luz

• Sus obras, sin desperdicio, son cuadros cristalizantes que inyectan luz en la retina. 
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El hispano-cubano Andrés Puig, afincado en Madrid es una pauta en el arte de pintar y la consumación máxima para alcanzar la luz.

Jesús Díaz Loyola (ATP)  

Sus óleos sobre el lienzo y cualquiera de sus dibujos a pluma, descifran todo el poder artístico de un pintor consumado.  

Andres Puig, pintor hispano-cubano afincado en Madrid se declara plenamente inmerso en el período luminoso de su obra. 

Sus cuadros justifican todo el colorismo y las influencias africanos que marcan el curso de un artista del pincel que empezó abordando lo negro para encontrarse con la luz. Lo ha conseguido Puig con el curso apasionado de su obra.

De cierto modo, lo que pinta Andrés Puig es la crónica de su vida a partir de las vivencias que ha guardado a lo largo de su existencia. Cualquiera de sus pinturas encierra una evocación artística de máximo esplendor.

Siempre habla con marcada satisfacción de sus viajes  por el continente negro, tres décadas atrás: Tanzania, Somalia, el Congo Brazzaville, Kenia y Egipto le llevaron a dar un vuelco en la línea de su gran pasión: la pintura.
Antes y ahora, en su línea negra primero y en su etapa de luz después, los cuadros de Puig son cada vez mas un reflejo del encierro maravilloso en que han convivido la pintura y él, con la infinidad de motivos y figuras que dibuja desde que se asentó en la sierra madrileña hace más de veinte años.

En ese mundo de magia y silencio, Andrés Puig ha hecho maravillas. Recuerdo su revelador período negro que hacia 2004 agotó en su colección La Fértil Reserva Infinita: "Conjuro", "Acecho", "Cicatrices" y "Día de Magia" fueron un canto imperecedero al gigante africano.

 Yo que he tenido el privilegio de seguir durante años la pintura de Puig, he podido constatar como el artista, poco a poco, ha ido abandonando la sombra para explayar la luminosidad en su pintura: “Más color, más contraste, más nitidez y, sobre todo, luz”, me dice, y es lo que advierte en “Mujeres del Serengueti”, el tríptico de 2009 que lanzó su proyecto mas consagrado.

"Mujeres del Serengueti" es una obra maestra que el autor ha de preferir con especial manera, porque fue allí donde Puig justificó toda la consumación de su salto a la luz. 

Las motivaciones de Puig son supremas. En ellas, las mujeres se mueven como cuerpos celestes para formar una conjunción de ambientes luminosos.

Sus escenas del "Serengueti" deben mucho al Parque Nacional tanzano, muy cerca de donde está la Zona de conservación de Ngorongoro que forman entre si todo el ecosistema Serengueti, fuente en la que ineludiblemente se ha inspirado Puig para la obra de toda una vida.
Por todo el Serengueti habitan leones, leopardos, elefantes, rinocerontes y el búfalo, un entorno faunístico que llena la imaginería plástica que se ha revelado como un estilo particular en Andrés Puig.

Con toda la carga de evocación del negro entre lo blanco, el artista ha plasmado la viva imagen que retiene del África de los 70. Sus personajes, sus evocaciones, fluyen en un contexto de impoluta claridad, y en una abstracta interpretación de los orígenes de la Humanidad.

La fama y el prestigio de Andrés Puig como exponente de la vanguardia surrealista, le viene desde sus mismas raíces. Nació en 1948, en la oriental provincia cubana de Las Tunas, pegado al campo. Esa convivencia idílica con la tierra le ha marcado toda la vida.

En todas las exposiciones anteriores, incluidas las colecciones permanentes donde sus obras viajan por el mundo, Puig refleja los más disímiles ambientes y sus personajes. Puig convive con ese pasado maravilloso y hasta sueña, Su pintura es un viaje imbatible entre el tiempo, la memoria y los recuerdos más vivos.

Cuando Puig pinta, su mirada está en África y viaja por la serranía de sus raíces cubanas como hurgando en  todo el espectro de naturaleza que palpita en él.

Me detengo en “El cruce del río Mara”, obra de 2009, una impresión de seres virtuales vistos en un contexto, donde las figuras, los colores y los contrastes, trasladan cualquier circunstancia. Hay selva, hay agua, hay cielo y hay odisea, todo un universo que Puig vuelca magistralmente sobre el lienzo.

 Cualquiera de sus obras, todas, sin desperdicio, son cuadros cristalizantes que inyectan luz en la retina. En 2004, cuando concibió "Éxodo africano", Andrés ya preconizaba el período de luz al que se afana ahora.

El Andrés Puig que yo conocí en Madrid, es autor además de las colecciones Camino de esperanzas (2004), La intemporalidad del retorno (2003), y tiene catalogadas en los noventa Afromística Cubana, Encuentros de Orishas y Algo porque meditar, una exposición que cosechó éxitos en Argentina, Chile y en Miami (Estados Unidos).

Cualquier signo de la transculturación afrocubana confluye en su obra, permanentemente animada en la abstracta interpretación de ecos visionarios y surrealistas con un estilo que ya lleva el sello Puig. 

En su casa-taller de la sierra de Madrid, donde me place visitarlo, cada día, a cada paso, con el influjo de los cerros de La Cabrera, un trazo insospechado suyo le abre una rendija más a la luz en sus pinturas.

Le pregunté si tenía autorretrato, y me dijo con certeza que cualquier cuadro suyo es una semblanza de la vida que ha llevado en sus estados más puros: bohemio, elegante y melancólico. Yo que le conozco bien, se que toda su obra es una tentación a los ojos desde el mundo mágico que le rodea, lleno de mitos y leyendas. 

LEA MAS SOBRE LAS PROYECCIONES Y PERSPECTIVAS DE PUIG EN SU SITIO WEB: http: //www.amdragos.es/puig/

21 mayo, 2013

Cuba levanta retricciones para ingresar equipos eléctricos de alto consumo en la isla.





LA HABANA. AFP. Los viajeros que lleguen a Cuba podrán ingresar a partir de este hoy equipos eléctricos de alto consumo, como cocinas, acondicionador de aire y hornos microondas, tras ser levantada una prohibición vigente desde 2005, según una resolución de la Aduana General.  
La importación sin carácter comercial por personas naturales, de los equipos electrodomésticos y ciclomotores eléctricos (es autorizada) siempre que su valor y cantidad se correspondan con los límites establecidos en la legislación vigente", dice la resolución, firmada por el jefe de la Aduana, Pedro Pérez. 
 "Resulta necesario actualizar (la norma de 2005), por ser de beneficio y ampliación de las posibilidades de los viajeros y demás personas naturales que importen mercancías", añade la resolución, publicada en la Gaceta Oficial.  
Los viajeros o cualquier cubano o extranjero residente-- podrán ingresar al país hasta dos acondicionadores de aire cuya capacidad no exceda una tonelada; hasta dos cocinas eléctricas y hornillas de vitrocerámica cuyo "consumo eléctrico no exceda 1.500 Watt, por foco", según la resolución.  
También, hasta dos hornos eléctricos o de microondas cuyo consumo no exceda los 2.000 watts, e igual número de duchas eléctricas, freidoras, calentadores de agua, planchas y tostadoras de pan.   Muchas familias cubanas reciben "remesas" en especies enviadas por parientes que viven en el exterior, principalmente en Miami (Florida, EEUU), que llegan por carga aérea o marítima.
Se estima que estos envíos suman cientos de millones de dólares anuales, aunque no hay cifras oficiales.  
La prohibición de la importación de esos equipos fue motivada por una aguda crisis energética que sufrió la isla en 2004, que motivó la reparación de sus principales centrales termoeléctricas. 
También se estableció en esa época un programa para reducir el consumo, que el entonces presidente Fidel Castro denominó "revolución energética", a partir de la sustitución de bombillos y viejos refrigeradores y acondicionadores de aire soviéticos, por modelos chinos de menor consumo.  



05 mayo, 2013

CÉSAR, CUANDO EL DELIRIO NO ACABA

Murió Cesar Portillo de la Luz, pero seguirá arqueado sobre el estuche de su guitarra, haciendo delirios en la distancia.

El destacado compositor y cantante cubano, sucumbió el sábado con la gran herencia de temas reconocidos internacionalmente como “Contigo en la distancia” y “Tú, mi delirio”.

Portillo fue, junto con José Antonio Méndez y otros compositores, uno de los fundadores del feeling.

Sus temas han sido cantados por numerosos intérpretes dentro y fuera de Cuba, entre ellos los cubanos Pablo Milanés, Silvio Rodríguez.

El español Plácido Domingo lo recordará toda la vida. Los mexicanos Pedro Vargas y Luis Miguel, los norteamericanos Nat King Cole y Cristina Aguilera, el chileno Lucho Gatica, los brasileños Caetano Veloso y María Bethania y la Orquesta Sinfónica de Londres. Todos, inmortalizaron sus canciones.

Su música ha sido llevada al cine también en innumerables ocasiones y diversos escenarios de Europa y América disfrutaron de sus creaciones. Las disfrutaremos toda la vida

Murió Cesar Portillo de la Luz, pero seguirá arqueado sobre el estuche de su guitarra, haciendo delirios en la distancia.

http://youtu.be/NCxkXx8kuJQ







La palabra hablada y escrita

En la antigua Roma, atrio era un espacio abierto en sus míticas casas cercado de pórticos y destinado a reuniones familiares y a los huéspedes. En las iglesias romanas, atrio se describía en un patio amplio que miraba al exterior. Atrio son los extensos corredores al aire libre que se disipan a la majestuosidad de muchos templos y palacios en la fisonomía de las grandes ciudades de este mundo.

Y eso es @trio press, un espacio permanentemente abierto a los acontecimientos que han rodeado y rodean la vida. @trio Press (ATP Foro de Noticias) es una ventana a la actualidad en todos los horizontes del quehacer humano, y que dibujaremos con la imagen, el sonido y la palabra hablada y escrita.

@trio press-foro de noticias es una plaza pública en la red, un epicentro de atención cultural e invitación constante al foro libre.

El atrio triunfó en Roma tal como el ágora en Grecia como punto de encuentro y opinión tras la caída de la civilización micénica en el siglo VIII (Antes de Cristo). Hasta nuestros días, la más famosa, el Ágora de Atenas, es la única belleza arquitectónica de la Antigua Grecia que conserva, al menos, su techo original. Y allí, como marcándole el paso del tiempo está al aire libre el extenso corredor, el atrio, que se disipa al Ágora de Atenas.

En honor a esa pauta primera del derecho al foro y a la opinión sale @trio press. Como un foro público, un espacio para difundir actualidades. Vamos a contar la historia que vivimos a partir del testimonio que es uno mismo. Queremos, sobre todas las cosas, encontrar los protagonistas del pasado y del presente del derrotero que es la vida.

Esto es @trio press el espacio donde invitamos a contar la historia, la de este mundo y que, a veces, pasa inadvertida. Contáctenos y cuéntenos lo que quiera en Atrio Press, el foro de noticias. Nosotros lo diremos tal como nos lo cuenten. Bienvenido a @trio press.

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