16 diciembre, 2017

ADIÓS A OTRA HEREDERA DE LOS ÁLVAREZ DE CARREÑO, PRECURSORES DE LA RADIO EN CUBA

▪️Ana María González Álvarez (derecha), hija de María Josefa Álvarez Álvarez, la primera mujer propietaria de una emisora en América Latina. (izquierda)

◾️Ha muerto a los 77 años en Gijón, Asturias, Ana María González Álvarez, hija de María Josefa Álvarez Álvarez, 
la primera mujer propietaria de una emisora en América Latina: la 6EV de Caibarién, con la que el carreñense Manuel A. Alvarez (Manolín) introdujo en 1920 la radio en Cuba.

Según el periódico Heraldo de Cuba del 16 de diciembre de 1923, la emisora de Álvarez (6EV) aparece a nombre de su hermana, Josefa Alvarez, hecho que la convirtió en la primera mujer propietaria de una emisora en América Latina. 

A los Alvarez todos, agradezco la valiosa contribución y, de manera especial, la recepción que me dieron en 2015 cuando presenté entre España, Cuba y Estados Unidos, la obra acabada con la historia de Manolín Alvarez. Todos, de algún modo, a ambos lados del océano, me ayudaron a corroborar cada etapa de la vida de Manolín. Ana Mari y su esposo, Gregorio Bravo González, fueron celosos cuidadores de la pasión por la historia que fundamentó y sustentó nuestra amistad.

En el libro "Crónicas del Caribe", Manolín relata: «En Piedeloro (Carreño), mis hermanas se hicieron jóvenes, crecieron y formaron familias numerosas. Josefa nació cuando mi niñez se asomaba a los cinco años, en mil ochocientos noventa y seis... contrajo matrimonio con Isaías González Castellanos y tuvieron dos hijas: Ana María y Julia.

Ayer ha terminado su existencia la entrañable Ana María, de quien me llevo el recuerdo de una mujer alegre llena de vitalidad y añoranza, pero sobre todo siempre con una innata sonrisa. 


Junto a Ana María González Álvarez y Gregorio Bravo González, su esposo con un ejemplar de «Crónicas del Caribe», mi libro sobre la historia de la vida del carreñense padre de la radio en Cuba. 

La voy recordar con estas imagenes de 2015 cuando ella celebró con todo Santiago de Ambás, la tierrina de Manuel, el libro que le recordará toda la vida.

Ese día, en la emotiva presentación en la escuelita de Santiago de Ambás, más de un siglo después de que Manolín emprendiera su viaje para hacer las Américas, lloraron los habitantes de su Ambás en Carreño.

En abril de 2015 junto al ex alcalde de Carreño. Angel Riego y Ana Mari. A su lado Gregorio Bravo, su esposo. El grupo socialista municipal de Carreño sigue con la propuesta de conceder a la obra de Manolín Alvarez un mérito post mortem que le haga perdurar en el recuerdo de todos los carreñenses. En el cementerio de San Bernardo, en Candás, fue sepultada hoy otra heredera de los Álvarez de Carreño, precursores de la radio en Cuba.

Hoy le lloran entre Gijón y Carreño a Ana Mari, que ha dejado también para siempre a la “Asturias, Patria querida y tierra de sus amores.”

A Goyo, su esposo; a Julita, su hermana; a sus hijas: Susana, María y Ana Cristina Bravo González;  y a toda la generación de esa ramificación de los Alvarez expreso mi profundo pesar y la gratitud permanente por las puertas que me abrieron para ayudarme a corroborar cada etapa de la vida de Manuel Álvarez. 

En abril de 2015, en la librería La Buena Letra de Gijón, Ana Mari firma el libro "Crónicas del Caribe" sobre la vida de su tío Manolín Alvarez, introductor de la radio en Cuba y de quien siempre decía que “era un cerebrito”.
➕DEP Ana Mari.

12 diciembre, 2017

EL LEGADO DE BARBARITA ALVAREZ

“Con 81 años vividos, Bárbara R. Alvarez deja un gran legado a la vida: una familia numerosa, en la que llegó a contar trece nietos y su undécimo biznieto no hace dos meses todavía.”

▪️SIEMPRE me cuesta imaginar el momento doloroso en que las personas que quiero, aprecio y estimo, dejan de existir. Estoy seguro que a Barbarita tampoco le habría agradado saber cuando las personas que mas quiso dejarían de vivir. Lo que sí sabía Barbarita –como lo sabemos todos– y es como un frágil consuelo de la vida, es que siempre iba a recordar a esos seres queridos que poco a poco han ido dejando de vivir.
Anoche, la muerte ingrata le arrebató a ella la existencia en la ciudad de Miami, Estados Unidos y dejó en todos un profundo vaho de tristeza.

Barbara R Alvarez, esposa del querido Manuel A Alvarez Casado, un matrimonio al que me une una profunda amistad que tiene raíces cubanas. 
Esta mañana (hora española) el querido Manolo de todos nos despertaba con la descorazonada noticia en su muro: “Con profundo dolor les hago saber que mi querida esposa Barbarita paso a la presencia del Señor víctima de un violento ataque cardiaco. Mi corazón está roto en mil pedazos.”
Cuesta asimilar estos momentos difíciles de los amigos, pero como de cierta manera todos los seres humanos somos hermanos, porque pensamos y sentimos del mismo modo, tenemos que ser cómplices del dolor que hoy inunda a los Alvarez de Miami, porque todo lo que ellos ahora sienten es identificable con lo que alguna vez hemos sentido y sentiremos los demás cuando ya sólo nos quede recordar el alma de aquellos seres que hemos querido hasta el final.
Con el impacto que me provoca esta desagradable noticia, desde aquí quiero trasladar mi más profundo pesar a todo el universo de la familia inmensa que nos legan Barbarita y Manolo; a sus hijos, nietos y biznietos.
A los Alvarez todos, agradezco la valiosa contribución y, de manera especial, a Manolo y Barbarita, la recepción que me dieron el pasado año en Miami –como antes lo hicieron en Madrid– cuando fui a entregarles la obra acabada con la historia de Manolín Alvarez, padre de la radio en Cuba y gen asturiano de toda la familia que forjaron.
Gracias a todos por ayudarme a corroborar cada etapa de la vida de Manolín.
A todos, sea unánime mi gratitud, porque a todos pertenece la pasión que fundamentó y sustentó nuestra amistad.

Barbarita junto a Manolo (en la foto durante un encuentro en mi viaje a Miami en enero de 2016) engendró una de las generaciones más numerosas de los Alvarez. 
La voy a recordar siempre con la energía vivificadora con la que se recuerdan a las madres, y particularmente a Bárbara porque con sus 81 años vividos deja un gran legado a la vida: una familia numerosa, en la que llegó a contar trece nietos y su undécimo biznieto no hace dos meses todavía.
Serán ellos los que mantenga vivos los años adorables y el ejemplo de Barbara Álvarez que hoy mismo se ha ido a la presencia de Dios.➕DEP

11 diciembre, 2017

SALISBURY, HOGAR DE LA CARTA MAGNA 📜



6️⃣9️⃣ Años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos 📰

▪️EL 10 de diciembre de 1948, hace ahora 69 años, la Declaración Universal de los Derechos Humanos es adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Paris.
Sin embargo, fue un 15 de junio hace más de 800 años cuando fue firmada la Carta Magna, documento histórico, inspirador, entre otras, de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Hace un año justamente visité la catedral gótica de Salisbury, al sur de Inglaterra, donde se conserva el ejemplar mejor cuidado.
Salisbury es una ciudad que no supera los 40.000 habitantes y es epicentro permanente de visitantes de todo el mundo que vienen aquí a contemplar la Carta Magna, uno de los documentos más importantes de la historia.
Antes que el 10 de diciembre de 1948, se diera en París el momento histórico en que Eleanor Roosevelt, viuda de Franklin Delano Roosevelt –desde 1945– exhibiera en sus manos la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el memorable documento tuvo un proceso de fundamentación hasta ser adoptado en la Resolución 217 A III de la Asamblea General y contenido en 30 sólidos artículos como tratados internacionales que obligan a los Estados a cumplirlos.

La catedral gótica de Salisbury es el lugar donde se conserva la Carta Magna que alimentó la proyección de la Declaración Universal de Derechos que hoy rige en el mundo entero. Fue escrita en 1215, y sentó las bases de la democracia e inspiró otros textos como la constitución de Estados Unidos además de la Declaración Universal.
EL PRECEDENTE DE LA CARTA MAGNA 

La importancia del texto histórico –la Carta Magna– que tuve la suerte de contemplar en Salisbury, radica en que introdujo, por primera vez, derechos y libertades fundamentales.
Por ejemplo, que ninguna persona estaba por encima de la ley, ni siquiera el rey, o el derecho a un juicio justo, así como límites a la subida de impuestos. En definitiva, otorgaba más poderes al pueblo en un tiempo en el que reinaba Juan I de Inglaterra, y que según los historiadores fue uno de los peores monarcas en la historia del país. Llegó a encarcelar a una de sus esposas, matar de hambre a sus oponentes y asesinar a uno de sus sobrinos. De ahí lo imprescindible del documento.

El rey se vio obligado a firmar esta carta de libertades, asediado por los barones ingleses que se rebelaron, hartos de sus abusos. Fue un tratado de paz de 3.500 palabras en latín que puso una solución práctica a un problema político. Se realizaron 250 copias, pero solo cuatro han sobrevivido hasta hoy, siendo el documento de Salisbury el ejemplar que se conserva en mejores condiciones.

Hace un año vi de cerca y pude leer este símbolo de las libertades del mundo, cuyas imágenes para el recuerdo he querido compartir a propósito de este 10 de diciembre, aniversario 69 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Comparto mi satisfacción con esta visita histórica desde el hogar de la Carta Madre, donde solo se respiran aires de justicia y libertad que todavía están ausentes en muchos rincones de este mundo, y por desgracia en mi propio país: Cuba.
La visita a la catedral de Salisbury no tiene desperdicio, no solo por el mérito de contemplar la Carta Magna, sino porque guarda otros tesoros, que no muchos conocen, como el reloj en marcha más antiguo del mundo.


06 diciembre, 2017

Cuando Roberto Carlos era la moda


SIEMPRE ÉRAMOS HERMANOS, 

SIEMPRE ÉRAMOS LOS MISMOS

▪️He conocido a muchas personas en mi vida. Las de mejor suerte están emprendidas por el mundo, otras ya no están. Al cabo de unos años que no pueden contarse en siglos sino en decenios, muchos ya no estaremos. Sin embargo, sobrevivimos, siempre sobrevivimos, unos en la memoria de otros. Pero también en la memoria personal quedan esos años inocentes de infancia y juventud que siempre nos regresan a los amigos como un recuerdo martirizado de la vida que se nos fue. En mi caso, laten, perduran aquellos hermanos del alma que nunca se olvidarán: Angel Luis Alvarez “El Indio”, Ramon Fundora Galan “Mongi”, Maria Ramona Bonachea, Remberto Delgado “El Meme”, Albertico Parrado “Muñeco”, Ibrahim Dionisio Rodriguez “El Crazy”, el negrito Luis Tomás, Juan Carlos Dominguez, Juan Carlos Rojas Castro “El Peje”, Othon Madariaga, Gabriel Urbay, Jose Perera... y una lista interminable, en la que en el centro siempre habitaba “Orlandito” Garciga Castex que ya está con Dios, pero sigue entre nosotros con su música y su alegría.

Todos están en mi, y hasta palpitan, sí aquellas canciones que llenaban de música las noches calladas junto al mar en las casas de mi pueblo con el sonido rico y cálido de los vinilos prohibidos desde los tocadiscos retro de los 70.

Entonces, Caibarién era una fiesta y aquellas eran noches de fiesta y desafío cuando era un pecado colosal llevar el pelo largo y escuchar a The Beatles o los Rolling Stone y al mismísimo Roberto Carlos que me inspira esta crónica después de sentarme a recordar con este vídeo en que él se emociona y emociona a todos cantando su inmortal "Amigo" en el programa del presentador de televisión brasileño Jô Soares. Confieso que a mi también me arrancó las lágrimas.

Pero aquellas noches de mi pueblo cuando Roberto Carlos era la moda, eran noches de ternura que cantaban a la amistad y al amor. Y aquellos amigos siempre éramos hermanos, siempre éramos los mismos.

04 diciembre, 2017

CRÓNICA DE UN HOMBRE DE MAR

LUISITO ECHEMENDIA, “EL CHIVO” QUERIDO DE CAIBARIÉN, PUERTO DE CUBA


“El tigre no perdona”, decía; y ahora la muerte no le ha perdonado a él.
🅰️ José Luis Echemendia Araque, “Luisito” y para muchos “El Chivo”, se le conocía la estirpe que llevaba adentro nada más mirarle a la cara. Eso me pasó la primera vez que tuve conciencia de él cuando yo era un muchachón que correteaba las calles de puerto Arturo y me subía a los chapines de los muelles a extasiarme con el encanto de la bahía.

A “Luisito” lo veía un día y otro, un año y otro, y siempre era el mismo dueño de sus instintos en la pelea de vivir, porque él nació con una aureola de valiente luchador, y esa condición no se la cambió ni Dios.

Cuando yo era un afanado en el oficio de escribir, ya Luisito era un hombre curtido por el sol y el salitre de toda una vida tras el peje fresco que aleteaba bajo lo quilla de las embarcaciones. Eran los vitales años 80, en que otro histórico del pueblo, Castro “Cañón”, guiaba el remolcador que también tripulaba Luisito. "Cañón" y todos los viejos queridos del pueblo, se dejaron sus años vitales buscándose en el mar el plato de cada día para las familias numerosas que formaron.

Ya Luisito tenía la piel tostada por los soles de muchos años y era un auténtico lobo de mar. Por eso siempre lo miré como la viva estampa de los hombres curtidos de mi pueblo que echaron vidas legendarias entre los barcos y el puerto.

Ese era José Luis Echemendia Araque, otro nombre de la estampa marinera de mi infancia que se volvió un pie de mar y forjó una familia entera, y a quien la muerte con su paso irreversible se lo llevó el último miércoles de noviembre y llenó a todos de tristeza, dentro y fuera de Cuba. Tenía 72 años.

A veces con su pequeña estatura y su mirada callada, podía pasar inadvertido sin que muchos supieran la vida de héroe anónimo que llevó. Pero lo que era en puerto Arturo, todo el mundo conocía la entereza de Luisito, quien muchas veces se pasaba horas sobre su sillón, recostado a un mostrador o en las esquinas del barrio arrancándole a los paisanos la risa con su voz rasgada y las historias recurrentes y costumbristas que guardaba en el libro de sus memorias.

Se ha ido esta misma semana Luisito, cariñosamente “El Chivo” de muchos amigos; heredero de la estirpe de Los Araques y de un patriarca de la mar: Augusto Araque, que también partió en julio pasado dejando una vida fecunda tras de sí.

“El tigre no perdona”, siempre me decía aludiendo al dejo de satisfacción que exteriorizaba con la herencia que le dejó a la vida desde que se casó con mi prima Marina; y no se esquivocaba. Con el sudor de sus años levantó su propia casa en el mismo corazón de puerto Arturo y de su unión salieron tres hijos maravillosos: Luis, Leandro y Yasmiany, ya todos emprendidos por la vida.


Junto a Luisito en la tierra cubana que no abandonó nunca, su mujer y la menor de sus hijos.

En mis años de periodismo en Cuba, cuando yo me sumaba a la odisea de los pescadores de Caibarién, contemplaba el afán parsimonioso con que disfrutaban su arte sobre el mar. En esos años eran memorables "Los Pánfilos", "Los Montenegros" y "Los Araques" también,

En alta mar, yo veía a esos héroes del silencio y de la brisa maniobrar de popa a proa y de babor a estribor; y muchas veces junto al remolcador, veía a un hombre remando sobre un chapin con un sombrero que le cubría el rostro del sol abrazador. Ese hombre era Luisito Echemendía, que en cada jornada no ponía el pensamiento en otra cosa que en sacarle algo a las entrañas del mar. Cuando levantaba la tarralla cargada de pejes aleteando, su mirada era de satisfacción.

Desde la embarcación que tripulábamos los periodistas, el veterano “Cañón” Castro, nos decía.

—Ese peje que ustedes están viendo ahí peleándose sobre el chapin, tiene como principio que el mar es como el tigre que en días embravecidos no perdona a nadie. 

Pero ese día el mar estaba sereno y Luisito era un león en el arte de faenar y sacar lo que quisiera del agua.

En julio de 2016, la última vez que lo visité en Caibarién siendo ya un septuagenario, estaba lúcido, satisfecho de la vida que había llevado, pero ya su salud se resentía. Lo estuve contemplando una tarde entera y era el mismo ímpetu de aquel hombre dueño de sus instintos que siempre veía con sus pies desnudos por casa después de todo un día de faenar en el mar, porque Luisito “El Chivo” de Caibarién nació con una aureola de luchador que nada nunca se la cambió.

Por eso no voy a andar hablando de pesares ni de las complicaciones de salud que la arrebataron la existencia. Me quedo con su viva imagen cuando la enfermedad que lo aquejaba no había estragado su cuerpo aún y Luisito, ya apartado de la vida del mar seguía siendo el mismo conversador y era un amante empedernido del fútbol que destilaba su mayor pasión cuando veía jugar al Real Madrid.



Para la familia que forjó, para los que le conocimos y para todo un pueblo donde derrochó su cariño, José Luis Echemendia Araque, “Luisito”, durará toda la vida, porque su vida está enraizada por la tierra húmeda y fecunda que lo engendró y despidió el miércoles ingrato de esta misma semana.


➕Hasta siempre Luisito, “El Chivo” querido de Caibarién. 

La palabra hablada y escrita

En la antigua Roma, atrio era un espacio abierto en sus míticas casas cercado de pórticos y destinado a reuniones familiares y a los huéspedes. En las iglesias romanas, atrio se describía en un patio amplio que miraba al exterior. Atrio son los extensos corredores al aire libre que se disipan a la majestuosidad de muchos templos y palacios en la fisonomía de las grandes ciudades de este mundo.

Y eso es @trio press, un espacio permanentemente abierto a los acontecimientos que han rodeado y rodean la vida. @trio Press (ATP Foro de Noticias) es una ventana a la actualidad en todos los horizontes del quehacer humano, y que dibujaremos con la imagen, el sonido y la palabra hablada y escrita.

@trio press-foro de noticias es una plaza pública en la red, un epicentro de atención cultural e invitación constante al foro libre.

El atrio triunfó en Roma tal como el ágora en Grecia como punto de encuentro y opinión tras la caída de la civilización micénica en el siglo VIII (Antes de Cristo). Hasta nuestros días, la más famosa, el Ágora de Atenas, es la única belleza arquitectónica de la Antigua Grecia que conserva, al menos, su techo original. Y allí, como marcándole el paso del tiempo está al aire libre el extenso corredor, el atrio, que se disipa al Ágora de Atenas.

En honor a esa pauta primera del derecho al foro y a la opinión sale @trio press. Como un foro público, un espacio para difundir actualidades. Vamos a contar la historia que vivimos a partir del testimonio que es uno mismo. Queremos, sobre todas las cosas, encontrar los protagonistas del pasado y del presente del derrotero que es la vida.

Esto es @trio press el espacio donde invitamos a contar la historia, la de este mundo y que, a veces, pasa inadvertida. Contáctenos y cuéntenos lo que quiera en Atrio Press, el foro de noticias. Nosotros lo diremos tal como nos lo cuenten. Bienvenido a @trio press.

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