▪️Las décimas costumbristas que me escribió desde Cuba, el colega y amigo José Antonio Fulgueiras Domínguez.
🇨🇺Cuando a principios de los 80 yo llegué a la redacción del periódico Vanguardia (Santa Clara, Villa Clara), mi mejor escuela, me encontré un tándem de reporteros jóvenes, de quienes siempre se dio fe por la bocanada de aire fresco que significaba aquella generación que llevaba el periodismo en la sangre a toda hora y todos los días del año. Entre ellos estaba José Antonio Fulgueiras y algunos ya más curtidos como el decano maestro Guido de Armas Bermúdez, que murió el 25 de marzo de 2015 en Santa Clara, a los 80 años.
Yo era el benjamín de aquel tándem y como todo principiante, cada día salía dispuesto a comerme el mundo a cualquier precio.
A veces íbamos a dúo, Fulgueiras y yo, otras éramos un trinomio o un grupo numeroso cuando se nos sumaban Guido de Armas, Nelson García Santos y otros nombres de aquella generación.
Con a penas 20 años llegué a la redacción, todo flaquito e imberbe aún. Fulgueiras imponía por su estatura con la misma grandeza que destacaba en el oficio. Cualquier hecho o acontecimiento era una crónica en sus manos por su arte de relatar la vida deportiva.
Guido de Armas era un hombre de tez trigueña y tenía los ojos y el cabello negros como la noche. Su frente era ancha como la capacidad que tenía y nunca soltaba el pañuelo que de vez en cuando se llevaba a la cara, porque era pulcro hasta la saciedad.
Guido consumió sus años vitales entre la redacción de Vanguardia y la corresponsalía de la Agencia de Información Nacional (AIN)
Lo que si no se me olvida jamás, era la satisfacción que exteriorizábamos cuando en la calle los lectores se improvisaban en torno a nosotros y entablábamos charlas espontáneas sobre los temas más versátiles del día a día.
Nuestros días de prensa, muchas veces acababan al pie de los rones en las tabernas del centro de Santa Clara. Cuando nos despedíamos, lo hacíamos entre miradas sigilosas con el ímpetu puesto siempre en escribir, tal vez cocinando en la memoria el clavo noticioso del siguiente día.
Muchas veces, los sábados o domingos, cuando Fulgueiras, Rodrigo Ruano, Rafael Rofes y muchos afanados con el deporte, se iban al campo a echar un partido de pelota entre colegas del gremio, yo me empeñaba en jugar también. Pero, en realidad, nunca le di a la bola. Por eso, al recordar a Guido a dos años de su muerte y la manera costumbrista de Fulgueiras para evocarlo, hoy me escribió estas décimas para el recuerdo.
¡¡Gracias, hermano!!
Un día le pregunté a Guido:
¿A qué edad comenzó a hacer periodismo?
Y respondió:
—Cuando comprendí que antes de hablar es mejor escribir.
Y escribiendo se le fue la vida.
Junto a Guido de Armas, en uno de los últimos encuentros en Santa Clara, hace unos años.
«TAREA DE GUIDO»
Guido me metió en un rollo
cuando en un tono imperioso
quiso que hiciera famoso
pelotero a su “hijo” El Loyo.
Para zafar este embrollo
hablé con Loyola, quien
me dijo” Yo en un pitén
entrenaba con un viejo
carapacho de cangrejo
en mi natal Caibarién.”
Un primero de febrero
tomé un bate y una bola
e intenté hacer de Loyola
un místico pelotero.
Le hice un gorro de un sombrero
y se semejó bastante
a un pelotero brillante.
Él vistoso se agachaba
mas bola que le tiraba
ninguna caía en el guante.
“Este no da pelotero
te lo digo sin intrigas:
puede jugar Grandes Ligas
pero como reportero.
Guido respondió: “Yo quiero
que le prestes atención,
y le des la formación
de reportero y artista”;
y como buen periodista
sí la botó de jonrón.
(Fulgueiras, Santa Clara, marzo del 2017)
▪️GUIDO, ENTRE LOS COLEGAS MERCEDES RODRÍGUEZ Y LUIS MACHADO ORDETX. AL FONDO, NELSON GARCÍA, EL CÉLEBRE «MUERTO» QUE INMORTALIZÓ UNA DÉCIMA DE FULGUEIRAS.
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