¡¡HONRAR HONRA!!
Caibarién, 1980: Una foto para el recuerdo. «I Concierto homenaje a Roberto Urbay Carrillo In Memoriam». De izquierda a derecha: el maestro trompetista Marcos Urbay Serafín y su hijo Roberto Urbay; al centro, un cuadro con la figura de su padre. Y por la derecha, José Ramón Urbay, hermano de Marcos y emblemático director de orquesta. Junto a él, el joven Flores Chaviano, durante su etapa cubana.
Yo no tenía 20 años cuando comenzaba mis andaduras por el periodismo en la costeña ciudad de Caibarién, y lo hacía con esas ansias inusitadas de un emprendedor, como lo eran muchos músicos de mi tiempo que comenzaban a despuntar o de figuras consagradas en la banda de conciertos de aquel pueblo cubano junto al mar.
Siempre había una razón tras la excelencia de su música noble. Así se nos acabó de estirar el cuerpo en Caibarién y así consumí los primeros años en el arte de escribir.
En 1979 se conoció la noticia de la muerte del maestro Roberto Urbay Carrillo que desde 1945 había dirigido magistralmente la Banda Municipal de Conciertos.
La Banda había sido fundada por otro ilustre: José Pilar Montalván Raimundo, en 1904, y conoció el rigor de la batuta de celebridades como el maestro español Ernesto Jarque Gómez, que tomó sus riendas en 1908.
En 1915 se puso al timón, Armando Raggi Rodríguez, y luego de un impasse de dos años, reapareció en 1917 de la mano José María Montalván, en la inauguración de la Glorieta del Parque de la ciudad, y se mantuvo a sus órdenes hasta 1945, en que asumió la dirección el maestro Roberto Urbay Carrillo.
Urbay Carrillo fue el hombre orquesta durante un cuarto de siglo hasta que pasó la batuta a Julio Martínez Roldán, quien dirigió la agrupación entre 1970 y 1984. Desde 1985 se encargó de la Banda, Luis Escobar, hasta que le reemplazara el actual director de la nave, el maestro octogenario Marcos Urbay Serafín.
Marcos Urbay liderando una sesión de la banda de conciertos de Caibarien, que durante muchos años dirigió también Julio Martínez Roldán, el eterno "Chuchú" (DEP), sentado a un extremo de Marcos.
Cuando sucumbió su padre Roberto Urbay en 1979, había dejado tras de sí toda una vida dedicada a la enseñanza de la música y a la banda. Por eso, la nave que capitaneó durante un cuarto de siglo, siguió su avance indetenible en el arte de la música y se instituyó en su honor el certamen “Roberto Urbay in Memoriam”, en 1980.
OTRA FOTO PARA LA HISTORIA
Y EL RECUERDO
A última hora, como suele suceder siempre que se arman historias y aparecen testimonios que no esperabas, la paisana y amiga de juventud, Yrasema López Samuell, me ofreció generosamente esta otra foto que es la justificación expresa de la gran escuela que ha sido y es la banda de conciertos de Caibarién.
Pertenece a uno de los conciertos homenaje a Roberto Urbay en los 80.
En aquel colectivo tuvo una vigencia vital su padre, el habanero Hilario López Díaz, fallecido en 2008 y que amó a Caibarién toda su vida. Hilario se aplicaba en el bombo y nunca abandonó la noble sonrisa que ocultaba tras su mirada callada y tranquila. También aparecen los rostros noveles de nombres como el de Juan Carlos Rojas (El Peje), batería, y otros dos notables: Miguelito y "El Chino" Roldán... Todos quedan como protagonistas de un tiempo y el legado imperecedero de una Cuba y su música que sólo las imágenes y el recuerdo justificarán para siempre.
112 años después, la Banda Municipal de Conciertos de Caibarién, sigue su viaje infinito, con el gran legado de haber curtido a varias generaciones de músicos célebres y de haber inculcado a todo un pueblo el sentimiento por la música, al compás de cuyos acordades se nos agotaron los años jóvenes y se nos estiró el cuerpo cuando nos enamorábamos a la fronda de los árboles del parque de Caibarién sin dejar de escuchar una sola noche las retretas en la glorieta, en la que la música no se ha apagago jamás y generaciones de consumados han encontrado allí su escuela.
Esta crónica y los nombres que dan vida a esta foto es la reconstrucción periodística de lo
que yo viví cuando era un principiante de la noticia. Son de las historias contadas, tal como las fui publicando en el diario villaclareño Vanduardia, mi escuela del periodismo cuando a mi generación le movían mil pasiones.
Esta histórica foto en el cine-teatro America de Caibarién, que sacó de los archivos José Armando Ocampo, guarda todavía el olor de aquel pasado maravilloso en muchos almas inocentes que entonces vivíamos la ilusión apasionada de la música que fue descubriendo glorias.
Lo que
no sabíamos ni los protagonistas ni yo cuando asistíamos a noches como aquellas, era que hoy estuviéramos contándolo cuando ya son glorias y figuras consumadas de la música y los escenarios.
Con un esfuerzo imbatible de mi memoria he conseguido reconocer que en esta imagen ya mítica, aparecen, de izquierda a derecha: Marcos Antonio Urbay Serafín, y a su lado, su hijo, el emblemático pianista cubano Roberto Urbay, otra gran herencia de los Carrillo.
Por la derecha, junto al cuadro con la imagen de su padre al centro, el hermano de Marcos, José Ramón Urbay, que es destacado director de orquesta. Y junto a él, el joven Flores Chaviano Jimenez, durante su etapa cubana. Todos viven hoy consagrados a la música y han desarrollado una importante carrera en el campo de la enseñanza musical y en los escenarios de medio mundo.
MARCOS ANTONIO URBAY
Actualmente Marcos, aún en con su avanzada longevidad, dirige la Banda de Conciertos de Caibarién. Fue maestro fundador de la Escuela Nacional de Arte (ENA) de Cuba, y profesor del Instituto Superior de Arte (ISA) y el conservatorio Alejandro García Caturla. Ha preparado a los maestros de trompeta de todo el país, a los trompetistas de las orquestas sinfónicas de las provincias, y a los de la Orquesta Cubana de Música Moderna.
ROBERTO URBAY CARRILLO (Nieto)
Roberto Urbay, es hoy un renombrado pianista cubano, hijo del maestro Marcos Antonio Urbay Serafín.
"Robertico" Urbay nació en La Habana, en 1953. Realizó sus estudios en la Escuela Nacional de Música (Cubanacán), y los concluyó en el Conservatorio Chaikovsky de Moscú, en 1973.
Fue profesor del Conservatorio Amadeo Roldán y del Instituto Superior de Arte. Impartió clases además en la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina. Y ha realizado numerosas giras internacionales.
JOSÉ RAMÓN URBAY (CHEMÓN)
José Ramón Urbay, conocido por "Chemón", es un fiel heredero también de la pujanza de su padre y fue por mucho tiempo director de la orquesta del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). Junto a su hermano Marcos, dirigió los conciertos "Roberto Urbay in Memoriam" que fueron organizados en Caibarién desde 1980 cada dos años hasta 1989.
FLORES CHAVIANO
Flores Chaviano, que reside en España desde 1981, es una de las grandes figuras de la guitarra contemporánea. Tanto como intérprete como compositor, sus trabajos artísticos han sido muy reconocidos por la crítica especializada y hoy en día está considerado uno de los más importantes creadores cubanos.
A lo largo de su carrera, Flores ha sido profesor del Conservatorio “Esteban Salas” de Santiago de Cuba, profesor de guitarra en la ENA, el Conservatorio “Amadeo Roldán” y en el ISA de La Habana. También ha impartido acciones formativas de Guitarra Contemporánea en los Cursos Manuel de Falla de Granada; en la Florida International University; la Cátedra “Andrés Segovia” del Conservatorio Superior de Pekín, en las Universidades de Puerto Rico y Salamanca, y en los Conservatorios Superiores de Madrid, Granada y Murcia, en España; el Conservatorio Superior de México y los Conservatorios Superiores de Rostock y Berlín, en Alemania.
En la actualidad, Flores Chaviano es profesor en el Conservatorio Profesional “Federico Moreno Torroba” de Madrid.
Tanto Flores como Marcos, su hijo Robertico y su hermano José Ramón, son nombres que enaltecen a la música cubana y la tierra en que nacieron.
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