Los cubanos consideran 'positivo' aunque 'insuficiente' la aprobación en el Congreso de EEUU de un proyecto de ley de presupuesto que, entre otras cosas, atenúa las restricciones de viajes a Cuba y flexibiliza los pagos de medicinas y alimentos.
El proyecto de ley, que aún debe superar el trámite del Senado para tener efectos, supondría que los cubanos podrían viajar a la isla una vez cada doce meses para ver a sus familiares y no cada tres años, como hasta ahora.
Además, amplía el rango de personas que se pueden acoger a la categoría de familiar, y elimina algunas trabas regulatorias a la venta de medicinas y alimentos a Cuba como la que obliga a pagar los productos estadounidenses antes de que lleguen a la isla.
Analistas consultados por agencias internacionales, entre ellas Efe, consideraron que la medida es 'un poco decepcionante para los cubanos', por las expectativas que se habían levantado sobre una eliminación total a las restricciones de los viajes.
Un observador europeo consideró 'interesante' la ampliación de las categorías de personas que podrán viajar, pero recordó que la medida aún es una propuesta de ley y la minoría republicana en el Senado tiene capacidad para entorpecer la aprobación.
La aprobación del proyecto de ley, que de facto anularía el endurecimiento de las medidas del embargo que se produjo durante el gobierno de George W. Bush, fue visto en las calles de La Habana, como algo que 'se veía venir'.
Al menos así lo estimó Michael González, de 28 años, al declarar a Efe que la decisión del Congreso 'acerca el balón para el lado de Cuba', porque ahora en la isla tendrán que pensar 'qué van a hacer con la invasión de cubano americanos que podría seguir'.'Yo creo que la ley será aprobada por el Senado estadounidense porque incluso senadores republicanos han defendido un cambio en la política migratoria con Cuba', agregó.
Un habanero de 34 años, que prefirió no dar el nombre, señaló que la medida 'es insuficiente', aunque 'cualquier cosa que se haga en dirección de flexibilizar el bloqueo y normalizar un poco las cosas es positivo'.
'De todas formas, el impacto de eso está sobrevalorado, va a haber un impacto positivo, pero tampoco implicará el giro que la gente supone. Es volver al 2003, antes que Bush aplicara la política en 2004, y eso no es gran cosa', dijo.María Esther Rodríguez, de 70 años, tiene una hija que vive en EEUU. En su opinión, la ley sería 'muy beneficiosa para los que están lo mismo de un lado que de otro'.
'Desde el punto sentimental -continuó- y también económico para los familiares en Cuba que podrán recibir también una ayuda para su economía del lado de acá'.
Eumelia Carmenate, de 65 años, tiene a su único hijo en Estados Unidos, por lo que dice que 'sería lo mejor del mundo, en vez de cada tres años, poder verlo aquí cada año'.
'Mi hijo Miguel está desesperado, esperando para venir cuanto antes porque el último viaje fue en diciembre de 2006 y hasta diciembre de este año no podría venir, según la ley vigente', añadió.
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