Sucedió en septiembre y
lo difundió así
"La Gorda" quiere cantar
Una de los tres iconos de la canción protesta cubana junto a Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, añora volver a cantar, mientras la intelectualidad oficialista se pelea con Pablo Milanés.
Jesús Díaz Loyola (ATP)
Los años sesenta les lanzaron y les convirtieron en mitos de la música. Sara González, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, quien ahora mismo está pagando el precio de hablar libremente.
Acaba de ser operada en La Habana, razón por la que se había ausentado de su escenario del Jardín de la Gorda”, . Tanto Sara como Pablo, volverán a cantar, porque esa es su esencia, lejos de las pestilencias políticas en que a veces su mundo exterior les involucra como ahora sucede con Pablo.
Desafortunadamente
para Sara no pudo ser
Más de 40 años han pasado desde que ellos, los grandes de la nueva trova forjaran un movimiento de la Canción Protesta que ha sido aclamado por varias generaciones
Sara, la voz fémina del Movimiento, ha hablado estos días (septienbre) desde su convalecencia en el hospital CIMEQ, de La Habana.
"Muchas gracias, les amo"
Y no pudo ser para ella
Sara González Gómez había nacido en 1951 y se consumó como una reconocida cantante y compositora, además de ser una de las más notables intérpretes de la Nueva Trova.
Inició estudios de viola, pero los cambió por la guitarra que le lanzó a la fama. En 1971 se unió al movimiento de la Nueva Trova e integró el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, que lleva el sello de los tres: Pablo, Sara y Silvio, entre otros renombres como el de Pedro Luis Ferrer.
Un total de doce producciones discográficas componen la obra de Sara, no solo como intérprete, sino como compositora. Nadie dudaba en septiembre que Sara volvería a cantar y que Pablito saldría del torbellino por unas declaraciones suyas que no gustaron al régimen.
Volverán a cantar, con la misma pasión y la esperanza de los años sesenta que les lanzaron, y seguiran levantando la Canción Protesta, hacia adentro y hacia afuera, porque en ese aliento se hizo la Nueva Trova, una identidad de la música cubana y de América Latina, que ha recorrido el mundo.
Eso decíamos todos en los días
cruciales de septiembre
Pase lo que pase, la música seguirá sonando y nada aplacará el valor inmenso e inalterable de todo lo que sus voces han dibujado y, de cierto modo, denunciado.
"Lo original de la Nueva trova fue cantar lo que nosotros estábamos viviendo en aquel momento" (años sesenta), habría dicho Sara. Ahora Sara se va y Pablito en su desandar seguirá.
La trova sigue y seguirá, porque cada día nace un trovador y busca la guitarra en esa urgencia de contar vivencias, cantar sus preocupaciones y decir lo que piensa. Por eso siempre fue Nueva aquella Trova.
Al decir de Sara en vida "cantamos lo que pensamos", y si han cantado es, en definitiva, porque el suyo era un canto inteligente. Ahora Sara descansa en paz. Y a Pablo, al menos,dejarle sonar. Será la mejor manera de perpetuar un canto que ni Cuba ni el mundo han dejado de aclamar desde los muchos por qué que invocan las proposiciones de sus letras.
lo difundió así
"La Gorda" quiere cantar
y a Pablo lo quieren callar
Una de los tres iconos de la canción protesta cubana junto a Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, añora volver a cantar, mientras la intelectualidad oficialista se pelea con Pablo Milanés.
Jesús Díaz Loyola (ATP)
Los años sesenta les lanzaron y les convirtieron en mitos de la música. Sara González, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, quien ahora mismo está pagando el precio de hablar libremente.
Mientras un sector oficialista de la intelectualidad cubana la emprende contra la transparencia de Pablo y echa a un lado su brillante gira de 2011, la trovadora Sara González defiende a toda costa la pasión por cantar, por la que ellos nacieron.
Acaba de ser operada en La Habana, razón por la que se había ausentado de su escenario del Jardín de la Gorda”, . Tanto Sara como Pablo, volverán a cantar, porque esa es su esencia, lejos de las pestilencias políticas en que a veces su mundo exterior les involucra como ahora sucede con Pablo.
Desafortunadamente
para Sara no pudo ser
Más de 40 años han pasado desde que ellos, los grandes de la nueva trova forjaran un movimiento de la Canción Protesta que ha sido aclamado por varias generaciones
Sara, la voz fémina del Movimiento, ha hablado estos días (septienbre) desde su convalecencia en el hospital CIMEQ, de La Habana.
"Muchas gracias, les amo"
"A los amantes, amigos, socitos, conocidos y por conocer, a todos los que preguntan, porque ya van siendo bastantes, y aunque la salud es algo privado, parece que por su interés y buenos deseos, la mía no lo es; así que les cuento:
Estoy hospitalizada desde el día que ya olvidé porque quiero, fui operada del COLON y ahora me corresponde la parte de recuperación con la ayuda de los maravillosos seres que habitan y me cuidan en el CIMEQ.
Les prometo, disciplina, humildad, tolerancia y todo aquello indispensable para recuperar las fuerzas, las cuales obtengo sobre todo de ustedes, las sacaré de ustedes y las recuperaré para entregárselas en canciones y en acciones por la Cultura de nuestro país que tanto se merece.
Sus buenos pensamientos los pondré en mí para mejorar y poder incorporarme con calidad de vida que ya he aprendido a valorar e intentaré cultivar.
Muchas gracias por tanto cariño.
Les amo.
Vuestra gorda,
Sara.
Ahora los cubanos, amantes de su gran juglar que es la música, no desean otra cosa que Sara supere su convalecencia, que se aplaquen los truenos que caen sobre Pablo y que Cuba entera siga cantando.
Y no pudo ser para ella
Sara González Gómez había nacido en 1951 y se consumó como una reconocida cantante y compositora, además de ser una de las más notables intérpretes de la Nueva Trova.
Inició estudios de viola, pero los cambió por la guitarra que le lanzó a la fama. En 1971 se unió al movimiento de la Nueva Trova e integró el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, que lleva el sello de los tres: Pablo, Sara y Silvio, entre otros renombres como el de Pedro Luis Ferrer.
Un total de doce producciones discográficas componen la obra de Sara, no solo como intérprete, sino como compositora. Nadie dudaba en septiembre que Sara volvería a cantar y que Pablito saldría del torbellino por unas declaraciones suyas que no gustaron al régimen.
Volverán a cantar, con la misma pasión y la esperanza de los años sesenta que les lanzaron, y seguiran levantando la Canción Protesta, hacia adentro y hacia afuera, porque en ese aliento se hizo la Nueva Trova, una identidad de la música cubana y de América Latina, que ha recorrido el mundo.
Eso decíamos todos en los días
cruciales de septiembre
Pase lo que pase, la música seguirá sonando y nada aplacará el valor inmenso e inalterable de todo lo que sus voces han dibujado y, de cierto modo, denunciado.
"Lo original de la Nueva trova fue cantar lo que nosotros estábamos viviendo en aquel momento" (años sesenta), habría dicho Sara. Ahora Sara se va y Pablito en su desandar seguirá.
La trova sigue y seguirá, porque cada día nace un trovador y busca la guitarra en esa urgencia de contar vivencias, cantar sus preocupaciones y decir lo que piensa. Por eso siempre fue Nueva aquella Trova.
Al decir de Sara en vida "cantamos lo que pensamos", y si han cantado es, en definitiva, porque el suyo era un canto inteligente. Ahora Sara descansa en paz. Y a Pablo, al menos,
Gracias por los comentarios de La Gorda asi me informo mas de ella.
ResponderEliminarAlguién sabe quién era su padre?
Hace años un amigo me conto algo que no logro comprobar.....
Estimado Roberto, lo poco que sabemos sobre el padre de Sara González, lo hemos contado aquí en Atrio y es lo que dicen los medios en Cuba, que fue un tabaquero en La Habana de los 40 y 50, muy amador de la cubanía que resumen la música, el baile y la buena marcha. En ello Sara tuvo a quien salir. Todas esas cosas le fueron transmitidas a la pequeña Sara.
ResponderEliminarSus padres fueron los principales animadores para guiar a Sara por la vocación que le marcó su vida.
Tal vez su testimonio aporte algo nuevo a los lectores. Le invito a contarlo en AtrioPress.
Un saludo cordial,
Jesús Díaz Loyola.