No sólo encubren con la estafa el invento, el filipino que ha conseguido mover un coche con agua, tendrá que indemnizar con 380 mil dólares a una empresa.
Ha tenido un impacto descomunal, pero no se aplaude en la actual crisis económica.
Este es el cerebro del "coche hidrógeno" que quieren encarcelar
No dejo de hacerme una pregunta: ¿Si el hombre llegó a la luna, por qué no revolucionar ahora que se puede conducir con agua?
Se llama Daniel Dingel y tiene 82 años. El inventor filipino que consiguió conducir un coche con agua ha sido sorpresivamene condenado a 20 años de cárcel por un delito de estafa, al gastarse sin justificar 410 mil dólares que le pagó una empresa taiwanesa por los derechos de sus investigaciones, según informes del diario Philippines Daily Inquirer, que circulan por el mundo.
Este octogenario, a quien el mundo civilizado mejor tendría que agradecer antes que condenar, ha sido juzgado por un tribunal de Manila y sentenciado además a indemnizar con 380 mil dólares a la taiwanesa Formosa Plastic Group.
Esto, al menos, dice la sentencia que lo manda a la cárcel: "No compró los tres coches, no trabajó en su investigación y no presentó resultados algunos..."
Estes es el esquema de su teoría
En el año 2000, la Formosa Plastic Group, presumiblemente desconcertada ante la supuesta invención de un motor impulsado por hidrógeno que extraía de agua ordinaria, fue al encuentro de Daniel Dingel, quien recibió bajo contrato, 30 mil dólares para sus gastos y otros 20 mil para que iniciase la investigación.
En el año 2000, la Formosa Plastic Group, presumiblemente desconcertada ante la supuesta invención de un motor impulsado por hidrógeno que extraía de agua ordinaria, fue al encuentro de Daniel Dingel, quien recibió bajo contrato, 30 mil dólares para sus gastos y otros 20 mil para que iniciase la investigación.
El filipino que saltó del agua a la fama, recibió en 2001 otros 60 mil dólares para sus indagaciones científicas.
Descorazonadamente, Formosa Plastic Group terminó demandando al cerebro del "coche hidrógeno" cuando inesperadamente Dingel se puso de espaldas a Formosa... y dejó de responder a sus requerimientos.
A todas luces, el célebre coche que se mueve con agua es, sin ninguna duda, un impacto descomunal en medio de la actual crisis económica global, y lejos de la controversia con su inversor, el mundo civilizado debería felicitarse y tomar caminos para bien.
Paradójicamente y en un afán aparente de competencia desorbitada, empresas de varios destinos han presentado sus propuestas a colación con el invento de Dingel: la japonesa Genepax, por ejemplo, tiene un vehículo que con un litro de agua circula durante unos 60 minutos a una velocidad aproximada de 80 kilómetros por hora.
Paradójicamente y en un afán aparente de competencia desorbitada, empresas de varios destinos han presentado sus propuestas a colación con el invento de Dingel: la japonesa Genepax, por ejemplo, tiene un vehículo que con un litro de agua circula durante unos 60 minutos a una velocidad aproximada de 80 kilómetros por hora.
Como para no quedarse atrás, la española Corporación Tecnológica Tecnalia, lanzó en junio su prototipo de coche H2Car, cuyo desplazamiento se genera a base de un motor eléctrico que va alimentado de una pila de hidrógeno.
Veinte años de cárcel, ya es sentencia, cercan al hombre que dio vida a la fórmula de movernos por hidrógeno, una solución que a la corta o a la larga dará de si a este mundo real.
¿Si el hombre llegó a la luna, por qué no arropar en estos tiempos a quienes con suerte afortunada nos asoman a nuevos horizontes y nos enseñan, como Daniel Dingel, que el agua es la savia de la vida que no hemos sabido aprovechar todavía?.
¡Liberen al genio!
Seria lo mejor que le pudiera ocurrir a la humanidad, a la tierra y el medio ambiente, pero a los grandes industriales, naciones y petroleros no les conviene. Bendicelos Dios
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