Rajoy promete recuperar España
"El PP gobernará "para todos" y con el objetivo de recuperar la economía española y crear puestos de trabajo", ha sido el mensaje inmediato del lider de la oposición
En medio de su rumbo convulso, España vivió el domingo un vuelco político histórico en la democracia.
La izquierda española perdió un millón y medio de votos y la derecha ganó medio millón.
El gran e irrevocable responsable, José Luis Rodríguez Zapatero, se mantiene invariable y descarta a toda costa adelantar las elecciones generales para culminar las reformas.
Sin dudas, el PSOE ha sido soberbiamente castigado por la incapacidad ante una crisis de la que no parece salir nunca cuando solo el desempleo suma ya cinco millones de parados.
Para beneplácito del Partido Popular, los números del domingo en las urnas casi doblan su mejor resultado histórico de 1995 que le llevó a la Moncloa un año después. Veremos que pasará en 2011.
Un Mariano Rajoy eufórico anda hoy envuelto en baños de masas populares. Sus razones tendrá. El desenlace de los comicios en Castilla-La Mancha y la confirmación de la pérdida del bastión del PSOE con la victoria de María Dolores de Cospedal, tienen al lider opositor de plácemes junto a otros triunfadores que deja la jornada: Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. Dice Rajoy que su objetivo es ponerse "a trabajar para recuperar España, su economía y crear puestos de trabajo". A ver que los demás lo hagan y le secunden también.
Rajoy, que ha sido especialmente prudente, no habló anoche ni exigió comicios anticipados. Sólo mostró satisfacción y agradecimiento por una victoria tan inmensa, la mayor del PP en unos comicios.
Dijo que ha sido "el mejor en la historia" de unas elecciones municipales y autonómicas. Y dio las gracias a todos los españoles que por primera vez han confiado en su partido destacando que "la democracia entre otras cosas es votar".
"El PP gobernará "para todos" y con el objetivo de recuperar la economía española y crear puestos de trabajo", ha sido el mensaje inmediato del lider de la oposición
En medio de su rumbo convulso, España vivió el domingo un vuelco político histórico en la democracia.
La izquierda española perdió un millón y medio de votos y la derecha ganó medio millón.
El gran e irrevocable responsable, José Luis Rodríguez Zapatero, se mantiene invariable y descarta a toda costa adelantar las elecciones generales para culminar las reformas.
Sin dudas, el PSOE ha sido soberbiamente castigado por la incapacidad ante una crisis de la que no parece salir nunca cuando solo el desempleo suma ya cinco millones de parados.
Para beneplácito del Partido Popular, los números del domingo en las urnas casi doblan su mejor resultado histórico de 1995 que le llevó a la Moncloa un año después. Veremos que pasará en 2011.
Un Mariano Rajoy eufórico anda hoy envuelto en baños de masas populares. Sus razones tendrá. El desenlace de los comicios en Castilla-La Mancha y la confirmación de la pérdida del bastión del PSOE con la victoria de María Dolores de Cospedal, tienen al lider opositor de plácemes junto a otros triunfadores que deja la jornada: Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. Dice Rajoy que su objetivo es ponerse "a trabajar para recuperar España, su economía y crear puestos de trabajo". A ver que los demás lo hagan y le secunden también.
Rajoy, que ha sido especialmente prudente, no habló anoche ni exigió comicios anticipados. Sólo mostró satisfacción y agradecimiento por una victoria tan inmensa, la mayor del PP en unos comicios.
Dijo que ha sido "el mejor en la historia" de unas elecciones municipales y autonómicas. Y dio las gracias a todos los españoles que por primera vez han confiado en su partido destacando que "la democracia entre otras cosas es votar".
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