El exilio cubano enterró este abril en Puerto Rico al escritor cubano Carlos Franqui, que en la etapa guerrillera difundía al pueblo las bondades de la Revolución Cubana, pero para Cuba, terminó como un traidor.
Franqui cobró vitalidad en 1955, cuando creó en la clandestinidad el diario Revolución, un fuerte emplazamiento mediático al gobierno de Fulgencio Batista; luego pasó a dirigir Radio Rebelde desde Sierra Maestra. De nada le valió.
Considerado un traidor en Cuba, el escritor y periodista que terminó en disidente, murió a los 89 años en San Juan de Puerto Rico, donde vivía exiliado desde principios de los noventa y dirigía publicaciones que atacaban a la Revolución Cubana.
Carlos Franqui, nació en 1921 en la localidad de Cifuentes, en la provincia de Villa Clara, al centro de Cuba. En la página digital de CubaDebate, la isla se hizo eco de la muerte de un hombre, que a pesar de sus valores, gozó bien poco de la estima y confianza de la Revolución, donde comenzó su desandar intelectual.
El intelectual disidente, autor de “Retrato de familia con Fidel”, “Cuba, la Revolución: ¿Mito o realidad?” y de publicaciones desde las que mantenía un ataque visceral hacia el proceso cubano, salió del oficialismo en 1968 y desertó después en Italia, en uno de sus viajes al exterior.
A Carlos Franqui se debe la organización en 1967 del Salón de Mayo, que movió hacia La Habana a artistas de todo el mundo, entre ellos el matrimonio filósofo francés Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir.
Jean-Paul Sartre (París, 1905 – 1980), escritor y dramaturgo, fue exponente del existencialismo y del marxismo humanista. Su mujer, Simone de Beauvoir (París, 1908 - 1986), fue también una destacada filósofa gala que escribió novelas, ensayos, biografías y monográficos sobre temas políticos, sociales y filosóficos.
Un año después del Salón de Mayo, en 1968, Franqui desmereció su figuración en Cuba y terminó como un traidor ensalzado en su postura de crítico acérrimo y desmedido hacia la Revolución de Fidel Castro, en la que emprendió sus andaduras intelectuales.
Para Cuba, Carlos Franqui no forma más que parte de la larga lista de disidentes y desafectos al proceso revolucionario, que terminó como tantos intelectuales disidentes, consumiendo sus años desde la postura de critico incomodo en la lejanía, a pesar de gran amador de sus raíces y de su Patria.
Carlos Franqui y Fidel Castro.
Carlos Franqui murió como un arrepentido a juzgar por las cosas que escribió:
Considerado un traidor en Cuba, el escritor y periodista que terminó en disidente, murió a los 89 años en San Juan de Puerto Rico, donde vivía exiliado desde principios de los noventa y dirigía publicaciones que atacaban a la Revolución Cubana.
Carlos Franqui, nació en 1921 en la localidad de Cifuentes, en la provincia de Villa Clara, al centro de Cuba. En la página digital de CubaDebate, la isla se hizo eco de la muerte de un hombre, que a pesar de sus valores, gozó bien poco de la estima y confianza de la Revolución, donde comenzó su desandar intelectual.
El intelectual disidente, autor de “Retrato de familia con Fidel”, “Cuba, la Revolución: ¿Mito o realidad?” y de publicaciones desde las que mantenía un ataque visceral hacia el proceso cubano, salió del oficialismo en 1968 y desertó después en Italia, en uno de sus viajes al exterior.
A Carlos Franqui se debe la organización en 1967 del Salón de Mayo, que movió hacia La Habana a artistas de todo el mundo, entre ellos el matrimonio filósofo francés Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir.
Jean-Paul Sartre (París, 1905 – 1980), escritor y dramaturgo, fue exponente del existencialismo y del marxismo humanista. Su mujer, Simone de Beauvoir (París, 1908 - 1986), fue también una destacada filósofa gala que escribió novelas, ensayos, biografías y monográficos sobre temas políticos, sociales y filosóficos.
Un año después del Salón de Mayo, en 1968, Franqui desmereció su figuración en Cuba y terminó como un traidor ensalzado en su postura de crítico acérrimo y desmedido hacia la Revolución de Fidel Castro, en la que emprendió sus andaduras intelectuales.
Para Cuba, Carlos Franqui no forma más que parte de la larga lista de disidentes y desafectos al proceso revolucionario, que terminó como tantos intelectuales disidentes, consumiendo sus años desde la postura de critico incomodo en la lejanía, a pesar de gran amador de sus raíces y de su Patria.
Carlos Franqui y Fidel Castro.
Carlos Franqui murió como un arrepentido a juzgar por las cosas que escribió:
Las barbas símbolo de la Revolución.
Cuantos barbudos?
Unos dos mil
Fidel usa sus parábolas bíblicas.
Los Doce.
El numero mítico bien contado en conversaciones televisivas, tiene algo de la épica del oeste norteamericano y de la antigua Biblia.
Doce hombres y un Cristo-Fidel, subiendo la montaña, nos habrá liberado del mal de la tiranía.
Doce barbudos y el héroe bueno, bajado de la Sierra nos ofrecían la salvación...
Es una verdad histórica que Carlos Franqui vivió la Revolución desde adentro, amó el terruño, pero declinó en el camino para terminar con todo el mérito de un traidor. Al menos así se le ve desde Cuba.
Cuantos barbudos?
Unos dos mil
Fidel usa sus parábolas bíblicas.
Los Doce.
El numero mítico bien contado en conversaciones televisivas, tiene algo de la épica del oeste norteamericano y de la antigua Biblia.
Doce hombres y un Cristo-Fidel, subiendo la montaña, nos habrá liberado del mal de la tiranía.
Doce barbudos y el héroe bueno, bajado de la Sierra nos ofrecían la salvación...
Es una verdad histórica que Carlos Franqui vivió la Revolución desde adentro, amó el terruño, pero declinó en el camino para terminar con todo el mérito de un traidor. Al menos así se le ve desde Cuba.
Carlos Franqui no fue u traidor nunca, amo a su patria como cualquier Cubano sabe amarla,solo no compartio las ideas de aquella gesta que empezo de una manera y hoy dia 51 años despues torcio rumbo, fue un hombre admirable querido y respetable por todos , ademas de un intelectual insuperable, traidos es aquel que traiciona la tierra que lo ve nacer y la desprecia, el nunca hizo eso solo desintio de las ideas pero no de su patria.
ResponderEliminarConcordo com o amigo acima, Carlos Franqui nunca foi um traidor. Sempre lutou pelo real socialismo até o final de sua vida: pelo socialismo humanista, não pela barbarie provocada por Castro após a Revolução.
ResponderEliminarLos valientes dan la cara; los traidores las espaldas, lo más parecido a escribir anónimo. En cualquier caso respeto vuestro criterio, porque fui plural en mi tierra y lo sigo siendo en la lejanía.
ResponderEliminar