Jordania
Los niños beduinos deambulan por el desierto (1)
Petra es el mayor tesoro de Jordania, hoy Patrimonio de la Humanidad. Con más de 2000 años, Petra es un destino dominado por la población beduina del desierto, sucesora de la conquista árabe. Una historia beduina cuenta que un faraón egipcio, después de esconder sus riquezas en el Tesoro, ocultó a su hija en uno de sus templos nabateos para protegerla. Hoy no es Día de Reyes allí, los hijos de los beduinos no se esconden con sus juguetes, deambulan en pleno desierto, tienden su mano y mendigan en un entorno que les pertenece.
Los niños beduinos deambulan por el desierto (1)
Petra es el mayor tesoro de Jordania, hoy Patrimonio de la Humanidad. Con más de 2000 años, Petra es un destino dominado por la población beduina del desierto, sucesora de la conquista árabe. Una historia beduina cuenta que un faraón egipcio, después de esconder sus riquezas en el Tesoro, ocultó a su hija en uno de sus templos nabateos para protegerla. Hoy no es Día de Reyes allí, los hijos de los beduinos no se esconden con sus juguetes, deambulan en pleno desierto, tienden su mano y mendigan en un entorno que les pertenece.
Abrazo en el valle de Petra (2)
Altas montañas y enormes cerros rodean a Petra. Un gran valle protege el mayor tesoro jordano en el sur del país. Por allí pululan los niños beduinos y tienen tiempo para regalar una ternura, en tanto esperan una moneda. Sus padres, los beduinos herederos de la conquista árabe, curiosamente estarán guiando al visitante.
Altas montañas y enormes cerros rodean a Petra. Un gran valle protege el mayor tesoro jordano en el sur del país. Por allí pululan los niños beduinos y tienen tiempo para regalar una ternura, en tanto esperan una moneda. Sus padres, los beduinos herederos de la conquista árabe, curiosamente estarán guiando al visitante.
Los niños del desierto (3)
En tanto los padres de la civilización beduina guían a turistas de todo el mundo por el valle del Tesoro de Petra, en Jordania, los niños beduinos desandan por entre valles y cerros, avanzan dispersos y piden en el desierto porque allí no nacieron los reyes.
En tanto los padres de la civilización beduina guían a turistas de todo el mundo por el valle del Tesoro de Petra, en Jordania, los niños beduinos desandan por entre valles y cerros, avanzan dispersos y piden en el desierto porque allí no nacieron los reyes.
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