Mercedes Sosa: Y nos diste tanto

La Negra, la voz de América Latina, la gran Mercedes Sosa, se nos fue inesperadamente este cuatro de octubre, nos dijo adiós después de habernos dado tanto.

La cantautora argentina de 74 años que inmortalizó temas emblemáticos del cancionero latino como “Solo le pido a Dios” y “Gracias a la vida”, quebró el domingo su último suspiro en la ciudad de Buenos Aires, víctima de una afección hepática causante de la disfunción renal que acabó con su vida legendaria.

Había nacido en San Miguel de Tucumán, el 9 de Julio de 1935 y su muerte a las 05:15 horas del amanecer, ensombreció el domingo porteño del barrio de Palermo, donde Mercedes Sosa estuvo internada en el Sanatorio de la Trinidad.

Desde la capital bonaerense, su familia lanzó la desconcertada noticia que inmediatamente rodó por el mundo: “En el día de la fecha, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, tenemos que informarles que la señora Mercedes Sosa, la más grande Artista de la Música Popular Latinoamericana, nos ha dejado”.

“Su talento indiscutible, su honestidad y sus profundas convicciones dejan una enorme herencia para las generaciones futuras”, cita el comunicado.

Los informes desde Argentina precisaron que la salud de la popular intérprete hospitalizada desde el 18 de septiembre, empeoró en los últimos días, en que Mercedes Sosa agonizó en medio de un irreversible estado de coma farmacológico.

La voz de Latinoamérica, “La Negra” Sosa, deja un legado imperecedero en la lucha por la justicia

y los derechos de los pueblos del continente.

La Secretaría de Estado para la Cultura de Argentina, la definió como“dueña de un repertorio comprometido con la identidad

latinoamericana y como mujer de alta sensibilidad social, ‘La Negra’ fue una de las más grandes figuras que ha dado el canto popular universal”.

Mercedes fue un alma de Dios hasta el final. En la noche del viernes anterior a su muerte, el sacerdote Luis Farinello, de Palermo, le dio el sacramento católico de la “unción de los enfermos” a pedido de la propia cantante y de su familia, señala un cable de AP.

Otros partes dan cuenta de la ternura que en los últimos días le tributó su pueblo. Sin que nadie las convocara, decenas de personas se congregaron en la Plaza de Armas de San Miguel de Tucumán y desde allí marcharon hacia la capilla de la Virgen de Luján, que se encuentra en las afueras de la ciudad donde nació Sosa.

En los alrededores del Sanatorio de la Trinidad, donde pasó la su enfermedad terminal, sus admiradores le encendieron velas y depositaron flores. La presidenta chilena, Michelle Bachelet, trasladó su aliento cuando aún estaba con vida: “Transmitan a la familia y a todos los argentinos nuestra solidaridad, desde el otro lado de la cordillera. Ya saben ustedes que las canciones de Mercedes atraviesan las fronteras y nos hace más hermanos”

Desde la ciudad de Tel Aviv, en Israel, un mensaje no menos emocionante conmovió a todo el

Sanatorio de la Trinidad. Sofía Mandel, una jubilada de origen argentino, relató que cuando la interprete estuvo de gira en Israel, ella no pudo asistir al concierto por encontrarse hospitalizada: “Me habían extirpado un tumor maligno del pie y el pronóstico no era bueno. Mis hijos hablaron con el cónsul de Argentina y él se comunicó con Merceditas. Las enfermeras me sacaron de la habitación con el pretexto hacerme un examen. Me devolvieron y ahí estaba ella, con una ramo de flores. Hasta las personas que no entendían una sílaba de castellano soltaron sus lagrimones cuando entonó “Quien dijo que todo está perdido; yo vengo a entregar mi corazón”.

Pero el final de Mercedes Sosa fue irreversible este domingo cuando ella desde su voz ya nos había dado tanto. Murió como quiso, rodeada del amor y la ternura de su público.

La voz de América Latina que recorrió el mundo

Su carrera artística comenzó a los quince años, pero alcanzó la popularidad a finales de los años 60. Sin embargo por su línea y su canto de firme defensora de los derechos humanos, fue censurada por la dictadura militar que imperó en Argentina entre los años 1976 y 1983, lo que provocó un obligado exilió europeo, pero tras su regreso en los ochenta, continuó con su carrera.

Sosa se nos va con más de 40 álbumes editados. Sus conciertos arrastraron multitudes en México, Guatemala, El Salvador, Estados Unidos, Inglaterra, Israel, Alemania, Suiza, Austria y Holanda. Y no fue poco para que la UNICEF la distinguiera como Embajadora de Buena Voluntad de la organización para América Latina y el Caribe.

Su último trabajo, "Cantora" -en el que participan artistas de la talla de Joan Manuel Serrat, Shakira, Caetano Veloso y Jorge Drexler, entre otros-, se convirtió este año en un éxito de ventas en Argentina y en un excelente regalo por sus 74 años.

Durante su larga carrera, Mercedes Sosa ganó un disco de platino por "Gestos de amor" (1994) y tres premios Grammy Latino. Los periódicos de todo el mundo la exaltan por “su magnífica voz, con registros de soprano y de una belleza muy singular, y su conexión con todas las grandes figuras del folklore latinoamericano, desde Atahualpa Yupanqui a Violeta Parra".

Hoy, Argentina y todo el mundo lloran la muerte de Mercedes Sosa, tú que nos diste tanto.