La noticia
Asesinan en Caracas
a trabajador
venezolano
de la Agencia
española EFE
La inseguridad en Venezuela al descubierto
Primero se dijo que fue un periodista de EFE y, en realidad, fue un trabajador venezolano al servicio de la agencia española en la ciudad de Caracas.
Su nombre es Edgar Rangel, tenía 49 años y se empleaba como motorizado de la Agencia de Noticias EFE.
Desafortunadamente no importó tener un trabajo asegurado en su país, porque Rangel murió en el mismo Caracas este noviembre, luego de que sujetos le propinaran varios disparos en la cabeza y en el tórax, frente a la sede del medio de comunicación en la caraqueña avenida de Las Palmas.
Todos los informes coinciden en que Edgard Rangel fue víctima de un intento de robo, luego de que realizara diligencias bancarias antes de ocurrir su asesinato.
Hasta ahora las autoridades venezolanas no se han pronunciado sobre el incidente, pero el hecho pone bien al descubierto la violencia callejera que contrasta con la inseguridad con que se vive hoy en Venezuela. Es obvio cuando ni el propio gobernante, Hugo Chávez, quiere admitir los hechos de asesinatos en su país.
Tanto es así que el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Venezuela, con el chavismo a la cabeza, dictó una medida de protección en la que prohibe a medios escritos y televisivos, hacer mención a la cruenta realidad de las calles, luego del sonado caso de un menor ultimado en el suroeste de Caracas.
"Se ordena al diario Últimas Noticias retirar de manera inmediata de su página Web los artículos periodísticos donde se hace referencia de forma directa al caso del adolescente..."
De esa manera el gobierno venezolano oculta cualquier revelación que supuestamente le vinculen de forma directa o indirecta con los asesinatos de las calles que marcan la vida de uno de los países latinos más inseguros en la actualidad.
No es de extrañar la negativa de los representantes de la agencia española en Caracas a comentar el asesinato de su empleado venezolano: “Aseguraron que no ofrecerán declaraciones sobre el
suceso”, citan los cables.
Solo el presidente de la agencia Efe, Álex Grijelmo, ha expresado desde Madrid el "dolor" por el asesinato de un compañero de la delegación de Venezuela, abatido a tiros cuando entraba en la oficina de Caracas, y en cualquier caso se limitan a relacionar el crimen con un caso presuntamente de robo.
Edgar Rangel, dos décadas
al servicio de EFE
Durante los casi 20 años en los que trabajó para la agencia española, Edgar aportó su diligencia y esmero, así como un ejemplar buen humor que hizo siempre más llevadero el trabajo diario para todos sus compañeros.
Edgar Rangel, venezolano, casado y padre de cuatro hijos, formaba parte del personal no periodístico de la agencia y trabajaba para Efe
desde 1992.
Cuando lo abatieron, el funesto viernes 25 de noviembre, sus homicidas se desplazaban en una moto que portaba un cartel de "mototaxi".
Solo los agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) actuaron en torno al hecho en las calles de San Cristóbal y Trujillo, que están ubicadas en la parte alta del sector de Las Palmas, en el municipio Libertador, de la ciudad de Caracas, donde se halla la corresponsalía de EFE.
El pánico es una constante en la convivencia de Caracas, por lo que los vecinos del lugar de los hechos como suele suceder ente estos casos, pidieron inmediatamente a las autoridades que refuercen con cuerpos policiales y protejan más las grandes urbanizaciones capitalinas. El gobierno guarda silencio sobre el disparado índice delictivo por asesinatos en la capital venezolana. 74 hombres de prensa han muerto
en el mundo durante 2011
Según un parte del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) con sede en Nueva York, este año han sido asesinados 74 comunicadores, y de ellos 33 casos aún son investigados, incluidos varios latinoamericanos.
El CPJ, que cada año actualiza su lista, cita a Pakistán como el país donde más casos de asesinatos de periodistas se han producido: ¡siete muertes ya! seguido por Irak y Libia, con cinco en cada caso y México, con tres.
En la relación aparecen también países como Bahréin, Afganistán, Egipto, Yemen, Filipinas y Brasil, con dos asesinatos de periodistas en cada uno de ellos, y otros como Perú, República Dominicana, Nigeria, Somalia, Tailandia, Vietnam, Costa de Marfil, Siria y Túnez, con un caso en cada nación.
Inevitablemente a la lista se incorporará ahora Venezuela con la muerte del mensajero de EFE en
Caracas, Edgar Rangel.
Para el Comité internacional para la protección de los Periodista, las muertes de los comunicadores "se produjeron durante el ejercicio de su profesión, en un cruce de fuego en situación de combate o en una asignación profesional peligrosa". Y peligroso es el riesgo al que muchos comuniocadores viven constantemente sometidos en la Venezuela de hoy.
Esa también fue la razón del caso de los fotoperiodistas Chris Hondros y Tim Hetherington, que murieron el 20 de abril durante la toma de Misrata, en Libia.
Lo mismo sucedió con la periodista mexicana María Elizabeth Macías Castro, colaboradora del diario digital Nuevo Laredo en Vivo, que escribía sobre bandas criminales y cuyo cadáver apareció decapitado el 24 de septiembre. La crónica de su cruento final dio la vuelta al mundo durante el último verano.
Otro mexicano, Noel López Olguín, columnista del diario La Verdad de Jáltipan, en el estado de Veracruz, fue secuestrado y murió en marzo en Chinameca tras escribir una columna titulada "Con pluma de plomo", crítica con el tráfico de drogas y la corrupción.
El tercer mexicano que la CPJ considera asesinado mientras ejercía su profesión es el fotógrafo Luis Emanuel Ruiz Carrillo, del diario La Prensa, secuestrado tras participar en un programa de TV con José Luis Cerda Meléndez y un primo de éste, Juan Gómez.
Los tres aparecieron asesinados con heridas de bala en la cabeza, y en el lugar del crimen apareció el mensaje: "Deje de cooperar con los Zetas", uno de los cárteles de la droga, según la CPJ.
El cámara brasileño Gelson Domingos da Silva, de 46 años y que trabajaba para Bandeirantes TV, murió en Río de Janeiro, víctima de una enfrentamiento entre la policía y una banda de narcotraficantes.
También, Edinaldo Filgueira, de 36 años y fundador y director del Jornal o Serrano, fue asesinado el 15 de junio en Serra do Mel, y, según la organización, que menciona a la prensa local, su muerte se relacionó "con la publicación de una encuesta que criticaba el trabajo del gobierno local".
La organización cifra en 33 los periodistas cuyas muertes aún se investigan, al considerar que "es posible que fueran asesinados por su profesión", cada vez más definida en un ejercicio de riesgo.
Asesinan en Caracas
a trabajador
venezolano
de la Agencia
española EFE
La inseguridad en Venezuela al descubierto
Primero se dijo que fue un periodista de EFE y, en realidad, fue un trabajador venezolano al servicio de la agencia española en la ciudad de Caracas.
Su nombre es Edgar Rangel, tenía 49 años y se empleaba como motorizado de la Agencia de Noticias EFE.
Desafortunadamente no importó tener un trabajo asegurado en su país, porque Rangel murió en el mismo Caracas este noviembre, luego de que sujetos le propinaran varios disparos en la cabeza y en el tórax, frente a la sede del medio de comunicación en la caraqueña avenida de Las Palmas.
Todos los informes coinciden en que Edgard Rangel fue víctima de un intento de robo, luego de que realizara diligencias bancarias antes de ocurrir su asesinato.
Hasta ahora las autoridades venezolanas no se han pronunciado sobre el incidente, pero el hecho pone bien al descubierto la violencia callejera que contrasta con la inseguridad con que se vive hoy en Venezuela. Es obvio cuando ni el propio gobernante, Hugo Chávez, quiere admitir los hechos de asesinatos en su país.
Tanto es así que el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Venezuela, con el chavismo a la cabeza, dictó una medida de protección en la que prohibe a medios escritos y televisivos, hacer mención a la cruenta realidad de las calles, luego del sonado caso de un menor ultimado en el suroeste de Caracas.
"Se ordena al diario Últimas Noticias retirar de manera inmediata de su página Web los artículos periodísticos donde se hace referencia de forma directa al caso del adolescente..."
De esa manera el gobierno venezolano oculta cualquier revelación que supuestamente le vinculen de forma directa o indirecta con los asesinatos de las calles que marcan la vida de uno de los países latinos más inseguros en la actualidad.
No es de extrañar la negativa de los representantes de la agencia española en Caracas a comentar el asesinato de su empleado venezolano: “Aseguraron que no ofrecerán declaraciones sobre el
suceso”, citan los cables.
Solo el presidente de la agencia Efe, Álex Grijelmo, ha expresado desde Madrid el "dolor" por el asesinato de un compañero de la delegación de Venezuela, abatido a tiros cuando entraba en la oficina de Caracas, y en cualquier caso se limitan a relacionar el crimen con un caso presuntamente de robo.
Edgar Rangel, dos décadas
al servicio de EFE
Durante los casi 20 años en los que trabajó para la agencia española, Edgar aportó su diligencia y esmero, así como un ejemplar buen humor que hizo siempre más llevadero el trabajo diario para todos sus compañeros.
Edgar Rangel, venezolano, casado y padre de cuatro hijos, formaba parte del personal no periodístico de la agencia y trabajaba para Efe
desde 1992.
Cuando lo abatieron, el funesto viernes 25 de noviembre, sus homicidas se desplazaban en una moto que portaba un cartel de "mototaxi".
Solo los agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) actuaron en torno al hecho en las calles de San Cristóbal y Trujillo, que están ubicadas en la parte alta del sector de Las Palmas, en el municipio Libertador, de la ciudad de Caracas, donde se halla la corresponsalía de EFE.
El pánico es una constante en la convivencia de Caracas, por lo que los vecinos del lugar de los hechos como suele suceder ente estos casos, pidieron inmediatamente a las autoridades que refuercen con cuerpos policiales y protejan más las grandes urbanizaciones capitalinas. El gobierno guarda silencio sobre el disparado índice delictivo por asesinatos en la capital venezolana.
en el mundo durante 2011
Según un parte del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) con sede en Nueva York, este año han sido asesinados 74 comunicadores, y de ellos 33 casos aún son investigados, incluidos varios latinoamericanos.
El CPJ, que cada año actualiza su lista, cita a Pakistán como el país donde más casos de asesinatos de periodistas se han producido: ¡siete muertes ya! seguido por Irak y Libia, con cinco en cada caso y México, con tres.
En la relación aparecen también países como Bahréin, Afganistán, Egipto, Yemen, Filipinas y Brasil, con dos asesinatos de periodistas en cada uno de ellos, y otros como Perú, República Dominicana, Nigeria, Somalia, Tailandia, Vietnam, Costa de Marfil, Siria y Túnez, con un caso en cada nación.
Inevitablemente a la lista se incorporará ahora Venezuela con la muerte del mensajero de EFE en
Caracas, Edgar Rangel.
Para el Comité internacional para la protección de los Periodista, las muertes de los comunicadores "se produjeron durante el ejercicio de su profesión, en un cruce de fuego en situación de combate o en una asignación profesional peligrosa". Y peligroso es el riesgo al que muchos comuniocadores viven constantemente sometidos en la Venezuela de hoy.
Esa también fue la razón del caso de los fotoperiodistas Chris Hondros y Tim Hetherington, que murieron el 20 de abril durante la toma de Misrata, en Libia.
Lo mismo sucedió con la periodista mexicana María Elizabeth Macías Castro, colaboradora del diario digital Nuevo Laredo en Vivo, que escribía sobre bandas criminales y cuyo cadáver apareció decapitado el 24 de septiembre. La crónica de su cruento final dio la vuelta al mundo durante el último verano.
Otro mexicano, Noel López Olguín, columnista del diario La Verdad de Jáltipan, en el estado de Veracruz, fue secuestrado y murió en marzo en Chinameca tras escribir una columna titulada "Con pluma de plomo", crítica con el tráfico de drogas y la corrupción.
El tercer mexicano que la CPJ considera asesinado mientras ejercía su profesión es el fotógrafo Luis Emanuel Ruiz Carrillo, del diario La Prensa, secuestrado tras participar en un programa de TV con José Luis Cerda Meléndez y un primo de éste, Juan Gómez.
Los tres aparecieron asesinados con heridas de bala en la cabeza, y en el lugar del crimen apareció el mensaje: "Deje de cooperar con los Zetas", uno de los cárteles de la droga, según la CPJ.
El cámara brasileño Gelson Domingos da Silva, de 46 años y que trabajaba para Bandeirantes TV, murió en Río de Janeiro, víctima de una enfrentamiento entre la policía y una banda de narcotraficantes.
También, Edinaldo Filgueira, de 36 años y fundador y director del Jornal o Serrano, fue asesinado el 15 de junio en Serra do Mel, y, según la organización, que menciona a la prensa local, su muerte se relacionó "con la publicación de una encuesta que criticaba el trabajo del gobierno local".
La organización cifra en 33 los periodistas cuyas muertes aún se investigan, al considerar que "es posible que fueran asesinados por su profesión", cada vez más definida en un ejercicio de riesgo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deje su comentario aquí