que No Desmiente
su Simpatía por el Sionismo
Fidel Castro Ruz, el líder de la Revolución Cubana (de no mediar un desmentido) pidió al presidente de Irán que "deje de difamar a los judíos", criticó a Ahmadineyad por negar el Holocausto, y defendió "inequívocamente" el derecho a la existencia del Estado de Israel.
Por Manuel Freytas
Y aunque quede la posibilidad de una operación de prensa sionista a alta escala, y de no existir un desmentido oficial, la conclusión es obvia: Fidel Castro se confesó pro-sionista.
No por la defensa de los judíos y del Holocausto, sino por la reivindicación del "derecho a la existencia" del Estado de Israel. Que, y como objetivamente está probado, es un estado construido sobre un territorio robado al pueblo palestino que permanece prisionero en un campo de concentración a cielo abierto.
Un pueblo bloqueado por mar, por tierra, y por aire, y con Gaza convertida en una réplica (verificable y estadística) de un Holocausto gigantesco de un millón y medio de palestinos.
Pero no solamente eso: Si Fidel Castro no desmiente explícitamente lo que la revista y el periodista sionista dijeron que dijo, el líder cubano, y por extensión natural el gobierno de Cuba, se alinean con la tesis de la defensa de las políticas colonizadoras y represivas del Estado de Israel.
O sea, y para ser más claros, de no mediar un desmentido contundente, el Comandante cubano, últimamente convertido en un cruzado de la "antiguerra" nuclear, queda (por añadidura) pegado a las hipótesis judeo-estadounidenses de la guerra contra el "terrorismo" de Hamás y de la resistencia palestina, que, como la palabra lo indica, resisten a las políticas represivas del "no existir" que le impone la maquinaria militar del Estado invasor.
Y, también por añadidura, y de no existir un desmentido tajante, al defender como legítima la existencia del Estado de Israel, el Comandante octogenario, hace causa común con las sucesivas operaciones de exterminio que asesinaron a más mujeres y niños que a combatientes en Líbano y en Gaza.
Y un detalle llamativo. Al cuestionar y criticar el supuesto "antisemitismo" de Ahmadineyad, Fidel castro se sitúa en las antípodas de lo que venía sosteniendo hasta ahora sobre el rol "atacante" de Israel y sobre el papel de "atacado" de Irán.
Sin no hay desmentido, Fidel Castro se suma, también por añadidura, al argumento justificatorio de un ataque judeo-norteamericano a Irán sostenido sobre el eslogan de terminar con la amenaza "terrorista islámica" al Estado de Israel.
¿Y que pasa con Cuba integrante del eje Rusia-Irán-mundo islámico situado en las antípodas del eje sionista EEUU-UE-Israel? ¿Como combinan Fidel pro-sionista con Cuba anti-sionista en los papeles de su alineamiento internacional?
Grosso, muy grosso lo del Comandante, si no media un desmentido.
Demasiado alevoso. Incluso interpretado como estrategia de supervivencia, no cierra por ningún lado. Ningún principio estratégico concibe pasarse, en una vuelta de campana, a las filas del enemigo.
En Cuba, silencio de radio. La procesión va por dentro.
¿Y como cierra Fidel Castro legitimador y defensor confeso del Estado de Israel, con Hugo Chávez que condena a Israel como un Estado sionista "invasor y criminal"?
Por ahora en Venezuela, también silencio de radio. Chávez, luego de publicarse lo de Fidel, anunció una reunión con la comunidad judía, y dijo "No soy antijudío". ¿Frase para salir del paso, o estrategia convenida con Fidel?
Con un adosado: Chávez y Venezuela tienen mucho más que perder que Fidel y Cuba, pasándose a la trinchera sionista. Los acuerdos estratégicos (militares, energéticos y comerciales) de Chávez con Irán y el mundo islámico tornaría imposible su alineamiento con Israel y el sionismo.
Pero el doble discurso marketinero del presidente bolivariano puede seguir deparando sorpresas, y, de hecho, ya aclaró que no es "antijudío", y omitió decir si es antisionista. Chávez sigue siendo un maestro de decir con el discurso, y negar con los hechos.
Y la "sensación" internacional que dejaron las (todavía no desmentidas) confesiones del Comandante, tiene el mismo silencio de radio.
La comunidad gusana de EEUU, tomó con pinzas los dichos de Fidel. Las principales usinas anticubanas consideran que el Comandante está gagá y que solo se trata de un divague más.
Aunque en verdad, y miradas en perspectiva, las declaraciones pro-israelíes del Comandante no desentonan con los elogios y muestras de "confianza" que periódicamente le dispensa a la "estrella negra" del lobby sionista "progresista" de Wall Street, el presidente Barack Obama.
La prensa internacional, en general, toma las declaraciones del líder cubano con cautela y habla de una estrategia convenida con Chávez. Aunque nadie sepa desarrollar ni explicar con claridad los objetivos que la justificarían.
La izquierda latinoamericana y mundial, azorada, permanece en silencio de radio, ni mus, y con todos los tapones saltados. Sus medios y analistas todavía no se enteraron, o hacen que no se enteraron.
En Irán, silencio de radio. Los ayatolas ya están curtidos con el doble discurso de Putin y los rusos. Y a lo de Fidel parecen tomarlo como gajes del oficio. Una mancha más al tigre.
El resumen, el octogenario Comandante pateó el tablero, y si no desmiente, algo puede estallar.
Y no precisamente una bomba nuclear.
Y aunque quede la posibilidad de una operación de prensa sionista a alta escala, y de no existir un desmentido oficial, la conclusión es obvia: Fidel Castro se confesó pro-sionista.
No por la defensa de los judíos y del Holocausto, sino por la reivindicación del "derecho a la existencia" del Estado de Israel. Que, y como objetivamente está probado, es un estado construido sobre un territorio robado al pueblo palestino que permanece prisionero en un campo de concentración a cielo abierto.
Un pueblo bloqueado por mar, por tierra, y por aire, y con Gaza convertida en una réplica (verificable y estadística) de un Holocausto gigantesco de un millón y medio de palestinos.
Pero no solamente eso: Si Fidel Castro no desmiente explícitamente lo que la revista y el periodista sionista dijeron que dijo, el líder cubano, y por extensión natural el gobierno de Cuba, se alinean con la tesis de la defensa de las políticas colonizadoras y represivas del Estado de Israel.
O sea, y para ser más claros, de no mediar un desmentido contundente, el Comandante cubano, últimamente convertido en un cruzado de la "antiguerra" nuclear, queda (por añadidura) pegado a las hipótesis judeo-estadounidenses de la guerra contra el "terrorismo" de Hamás y de la resistencia palestina, que, como la palabra lo indica, resisten a las políticas represivas del "no existir" que le impone la maquinaria militar del Estado invasor.
Y, también por añadidura, y de no existir un desmentido tajante, al defender como legítima la existencia del Estado de Israel, el Comandante octogenario, hace causa común con las sucesivas operaciones de exterminio que asesinaron a más mujeres y niños que a combatientes en Líbano y en Gaza.
Y un detalle llamativo. Al cuestionar y criticar el supuesto "antisemitismo" de Ahmadineyad, Fidel castro se sitúa en las antípodas de lo que venía sosteniendo hasta ahora sobre el rol "atacante" de Israel y sobre el papel de "atacado" de Irán.
Sin no hay desmentido, Fidel Castro se suma, también por añadidura, al argumento justificatorio de un ataque judeo-norteamericano a Irán sostenido sobre el eslogan de terminar con la amenaza "terrorista islámica" al Estado de Israel.
¿Y que pasa con Cuba integrante del eje Rusia-Irán-mundo islámico situado en las antípodas del eje sionista EEUU-UE-Israel? ¿Como combinan Fidel pro-sionista con Cuba anti-sionista en los papeles de su alineamiento internacional?
Grosso, muy grosso lo del Comandante, si no media un desmentido.
Demasiado alevoso. Incluso interpretado como estrategia de supervivencia, no cierra por ningún lado. Ningún principio estratégico concibe pasarse, en una vuelta de campana, a las filas del enemigo.
En Cuba, silencio de radio. La procesión va por dentro.
¿Y como cierra Fidel Castro legitimador y defensor confeso del Estado de Israel, con Hugo Chávez que condena a Israel como un Estado sionista "invasor y criminal"?
Por ahora en Venezuela, también silencio de radio. Chávez, luego de publicarse lo de Fidel, anunció una reunión con la comunidad judía, y dijo "No soy antijudío". ¿Frase para salir del paso, o estrategia convenida con Fidel?
Con un adosado: Chávez y Venezuela tienen mucho más que perder que Fidel y Cuba, pasándose a la trinchera sionista. Los acuerdos estratégicos (militares, energéticos y comerciales) de Chávez con Irán y el mundo islámico tornaría imposible su alineamiento con Israel y el sionismo.
Pero el doble discurso marketinero del presidente bolivariano puede seguir deparando sorpresas, y, de hecho, ya aclaró que no es "antijudío", y omitió decir si es antisionista. Chávez sigue siendo un maestro de decir con el discurso, y negar con los hechos.
Y la "sensación" internacional que dejaron las (todavía no desmentidas) confesiones del Comandante, tiene el mismo silencio de radio.
La comunidad gusana de EEUU, tomó con pinzas los dichos de Fidel. Las principales usinas anticubanas consideran que el Comandante está gagá y que solo se trata de un divague más.
Aunque en verdad, y miradas en perspectiva, las declaraciones pro-israelíes del Comandante no desentonan con los elogios y muestras de "confianza" que periódicamente le dispensa a la "estrella negra" del lobby sionista "progresista" de Wall Street, el presidente Barack Obama.
La prensa internacional, en general, toma las declaraciones del líder cubano con cautela y habla de una estrategia convenida con Chávez. Aunque nadie sepa desarrollar ni explicar con claridad los objetivos que la justificarían.
La izquierda latinoamericana y mundial, azorada, permanece en silencio de radio, ni mus, y con todos los tapones saltados. Sus medios y analistas todavía no se enteraron, o hacen que no se enteraron.
En Irán, silencio de radio. Los ayatolas ya están curtidos con el doble discurso de Putin y los rusos. Y a lo de Fidel parecen tomarlo como gajes del oficio. Una mancha más al tigre.
El resumen, el octogenario Comandante pateó el tablero, y si no desmiente, algo puede estallar.
Y no precisamente una bomba nuclear.
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