«Gabriela, llévame al hospital que tengo un frío muy raro en la garganta», le dijo a su mujer.— Gabriela Canseco se desmoronó con la noticia: «Ha sufrido un infarto masivo fulminante». Paco ya estaba muerto.
Alberto G. Reyes
Tomado de ABC
Paco de Lucía estaba esperando a un amigo en la playa, jugando con su hijo menor, Diego, de siete años, al fútbol. De repente, paró el juego y le dijo a su mujer: «Gabriela, llévame al hospital que tengo un frío muy raro en la garganta». En el coche la cosa fue a peor. Paco no sabía explicar qué era lo que le estaba pasando, pero en todo momento fue consciente de que era grave.
En la zona de Urgencias del hospital de Yucatán entró por su propio pie, aunque su amigo tuvo que ayudarlo a llegar a la camilla. A partir de ese momento todo fue muy rápido. Perdió el conocimiento para siempre. Gabriela Canseco, su segunda mujer, madre de los dos hijos pequeños del maestro, Antonia y Diego, se desmoronó con la noticia que le dio el médico: «Ha sufrido un infarto masivo fulminante».
Caía la noche en México. En España avanzaba la madrugada. Ella le pidió al productor Capi, que estaba allí, que no dijera nada a nadie hasta que no lo supiera su familia. Amaneciendo en Madrid, Capi lanzó una frase en Twitter: «Ha muerto Paco de Lucía. DEP». Eran las ocho de la mañana cuando los teléfonos de Pepe de Lucía, de Casilda Varela -la primera mujer del genio- y de sus hijos mayores, Casilda, Lucía y Curro, comenzaron a comunicar sin parar.
Dejó de fumar hace 20 días
Pepe casi no articuló palabra ayer en todo el día. No se lo quería creer. Paco había dejado de fumar hace 20 días después de años fumándose dos paquetes diarios. Tomó la decisión tras la muerte de su amigo Félix Grande. Y decidió hacer deporte. Por eso estaba jugando al fútbol con su hijo cuando el frío de esa garganta que siempre quiso cantar y no pudo le heló para siempre el corazón.
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