"Yo quería ser periodista y fui periodista."
▪️35 años separan estas dos fotos, una actual y otra tomada en 1984 –con 20 años– cuando yo empezaba a trajinar sobre las máquinas de escribir y las grabadoras de bovinas porque quería ser periodista.
▪️35 años separan estas dos fotos, una actual y otra tomada en 1984 –con 20 años– cuando yo empezaba a trajinar sobre las máquinas de escribir y las grabadoras de bovinas porque quería ser periodista.
▪️Caibarién, 1984. ▪️Madrid, 2019
✍🏻Un domingo callado del otoño de 1981 se desataron unas lluvias torrenciales sobre Caibarién, mi pueblo cubano al borde del Atlántico, que parecía que se lo tragaba el mar. Se inundó Puerto Arturo, el barrio de mi infancia; el agua llegó hasta la Calle Jiménez y hubo hasta quienes en medio de la contingencia sacaron chapines y remos y navegaron hasta Jiménez para ponerse a salvo. Una auténtica hazaña en un pueblo costero que una hora antes de diluviar era un remanso de paz sepulcral con las familias en sus casas que ese día sobrevivieron al torbellino de fuertes vientos y lluvias intermitentes. No era ningún ciclón. Era el embiste de la naturaleza ensimismada con la cuidad indefensa.
Llamé a la radio y narré lo que acontecía. Estuvieron todo el domingo ingrato dando la noticia con mi crédito y la lluvia no tenía para cuando acabar. Yo tenía 17 años y esa fue la primera vez que experimenté la sensación irreversible de que quería ser periodista.
Lo hice varias veces más después de aquel día ingrato y al cabo de unos meses ya yo era una voz que daba noticias desde Caibarién, un puerto del centro norte de la isla.
Han pasado más de treinta años, casi cuarenta. En todo este tiempo me ha pasado de todo. Se me estiró el cuerpo y me curtí en el oficio que descubrió mi infancia, entre los reportes a la emisora CMHW, las redacciones del periódico provincial Vanguardia y las cadenas nacionales Radio Progreso y Radio Rebelde... Gané premios, tuve desavenencias, discordé muchas veces y viví en Cuba la emoción de un oficio que me marcó la vida.