Uno de ellos
se llevó un porrazo de un antidisturbios en la cabeza, antes de ser inmovilizado
en el suelo, y clamó insistentemente: "¡Que soy compañero, coño!"
Tomado de
El sábado 29 tratarán de rodear
el Congreso nuevamente
Por Gloria
Rodríguez-Pina
La Jefatura
Superior de la Policía Nacional admitió que en la manifestación del 25-S en
Madrid este martes participaron agentes infiltrados y cubiertos con
capuchas. "Nosotros no vamos con piedras a apalear a nuestros propios
compañeros. ¿En qué cabeza cabe?", ha añadido la Policía a El HuffPost,
que asegura que es "mentira", como se dice en las redes sociales, que
fuesen estos secretas quienes provocaron la violencia que desencadenó
una de las cargas más duras en la plaza de Neptuno.
"No nos
pronunciamos y no podemos decir cuántos eran", pero "sí", los
hubo, reconocen en la Jefatura. En realidad, el cuerpo no hace sino confirmar
lo que cientos de personas pudieron ver el martes en directo mediante la
retransmisión de la web de RTVE (minuto 3). En un vídeo difundido por @alacalletv (sobre
estos párrafos), se ve
cómo dos agentes infiltrados se identifican ante la policía en el momento de
ser detenidos. Uno de ellos se lleva un porrazo de un antidisturbios en la
cabeza, antes de ser inmovilizado en el suelo, y clama insistentemente:
"¡Que soy compañero, coño!"
Pocas horas
después de la emisión de TVE, la grabación del directo y otros vídeos como este
captado por El País recorrían la red, acompañados de acusaciones que
apuntaban a que fueron los policías infiltrados los que reventaron la
manifestación y provocaron la violencia.
Según estas
versiones (que tienen
réplicas como este
otro artículo), un grupo
de jóvenes con la cabeza cubierta con capuchas, que blandían banderas rojas y
negras y se protegían con escudos hechos con tapas de contenedores, serían en
realidad policías secretas. Como se ve a partir del segundo 36, fue la
agresividad y el hostigamiento de este grupo a la Unidad de Intervención
Policial (UIP) el desencadenante de la dura respuesta policial.
HAY QUE DEMOSTRARLO
"Se
dice siempre en todas las manifestaciones, pero hay que demostrarlo. Ya está
bien", responde molesto José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del
Sindicato Unificado de la Policía (SUP). Habitual de la red social Twitter, Fornet ha defendido la
actuación policial durante la manifestación.
"No sé
si entre los 20 que daban palos podía haber uno nuestro infiltrado. Puede
ser", admite el dirigente del sindicato policial mayoritario en
conversación telefónica. Otra cosa, aclara, es que esos infiltrados hayan
"promovido" la violencia. Si esto se demuestra Sánchez Fornet asegura
que él mismo presentará una denuncia para que se abra una investigación y se
tomen las medidas y sanciones oportunas.
"Cuando
se infiltra un policía o un guardia civil en ETA no van diciendo que no se
mate. Son uno más", y no deben llamar la atención del grupo, continúa.
"Están infiltrados en los movimientos violentos. En todos los grupos
tenemos a nuestra gente", explica el agente, que cuenta que la Policía
sabía que varios grupos de estas características se estaban organizando para
acudir a la convocatoria para rodear el Congreso.
"Es
nuestra función", insiste Sánchez Fornet, y "si alguno se excede o
provoca una agresión" se investigará, promete una vez más. "Puede
haber algún policía que lo haga mal. Son personas", reconoce, y como tal,
se equivocan y también quebrantan la ley.
¿Me podría
dar su número de placa?
Muchos de
los antidisturbios que participaron en la manifestación del martes iban sin la
identificación reglamentaria, lo cual dificulta la presentación de denuncias
por posibles abusos policiales, al no poder presentar la víctima una queja
personalizada contra un agresor en concreto.
Según la Instrucción
13/2007 de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, dirigida entonces por Antonio
Camacho (PSOE) -que en 2011 sería nombrado ministro de Interior-, la policía
debe llevar en el uniforme su placa de identificación en un lugar bien visible
y con dígitos grandes, para garantizar el derecho de los ciudadanos a poder
leerlos “sin dificultad” incluso a la “distancia de respeto (1,2 metros)”.
"¿Me podría dar su número de placa? Te voy a dar otra cosa (minuto
3:10)", contesta
un policía a un cámara que ante una situación abusiva, le pide identificarse. "Es un mal profesional",
valora Sánchez Fornet, que denuncia que esta situación no es sino la
consecuencia de decisiones políticas que se toman "desde arriba".
La postura
del SUP es que los agentes deben identificarse siempre, y que el gabinete
jurídico de la Policía inste un procedimiento por denuncia falsa y se acredite
que el policía no se encontraba en el lugar de los hechos, para evitar esa
estrategia que pretendía acotar la contraorden de Interior.
La
identificación a los periodistas que se ve en el vídeo tampoco es legal.
"Solo se puede identificar cuando alguien es sospechoso de haber cometido
un delito", recuerda, y denuncia los 10 millones de identificaciones
ilegales que la policía realizó bajo el Gobierno del PSOE, pisoteando los
derechos civiles de los ciudadanos.
En respuesta
a las 35 detenciones y las agresiones registradas el 25 de septiembre (hubo 64
heridos, 27 de ellos policías) a
las siete de la tarde del miércoles 26 hay convocada otra protesta en la plaza
de Neptuno. El sábado 29 tratarán de nuevo de rodear el Congreso.
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