Hoy es el Día de las Madres en muchas partes del mundo. En España fue el pasado domingo. Este segundo domingo de mayo, las madres tienen su homenaje en Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Chile, China, Canadá, Colombia, Croacia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, EEUU, Estonia, Filipinas, Finlandia, Grecia, Holanda, Honduras, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Nueva Zelanda, Perú, Puerto Rico, República Checa, Suiza, Taiwan, Turquía, Ucrania, Uruguay y Venezuela. Atrio Press las recuerda con la virtud heroica que ellas encierran en su constante desafío por la vida.
No hay verdad más verdadera que es
irrompible e inmune al paso del tiempo,
firme ante las tormentas y nostálgico en la distancia,
el lazo que une a una madre y a un hijo
Aún en la agonía, sin esperanzas, sacan fuerzas de sí y salvan a sus hijos.
La historia que me enterneció
Sucedió en el sector de Cutcopampa, y así lo contó el cercano Diario de Chimbote. La mujer “protegió a su pequeño de 13 meses de nacido abrazándolo fuertemente, pero, lamentablemente, los fuertes golpes que sufrieron Rossmery Luna Carrión, de 29 años y su suegro Francisco Ruiz Boca, de 49, provocaron la muerte de ambos”.
La tragedia la describió Deyvi Ruiz Agreda, de 29 años y esposo de la difunta madre. Él también viajaba en el auto Volkswagen siniestrado, y sobrevivió. Ahora solo quedan los nombres de su mujer y su padre para recordarlos.
Otro suceso que involucra a otra madre, ocurrió en costas italianas en 2010. Fueron víctimas de un mar embravecido. Una mujer, su hijo y un amigo estaban haciendo turismo por las costas de la ciudad de Positana, cuando de repente fueron sorprendidos por una gran ola que arrastró a la madre de 48 años y al menor de 12.
Las noticias que circularon entonces, describieron el dramático suceso de una mujer, de nacionalidad norteamericana, que consiguió poner a su hijo a salvo, pero no le sucedió lo mismo a ella, que acabó arrastrada por el mar y sucumbió en el océano. Su hijo entró en estado de shock. No se sabe si al final sobrevivió.
Y uno más, antes de entrar en la historia de hoy. Es un episodio cercano. Se llamaba Antonia, la española que murió salvando a sus dos hijos en el terremoto de Lorca, en mayo del pasado año.
Antonia Sánchez Gallego, fue una de las nueve víctimas mortales del seísmo que asoló la ciudad del sureste de España.
La imagen cruenta de su agonía está en los periódicos. El diario El País, narró aquellos días que “antes de morir aplastada por los cascotes de un edificio que se estaba derrumbando, su instinto maternal hizo que salvara la vida de sus dos hijos, que protegió con su cuerpo mientras las piedras la sepultaban”.
La crónica de “El País” es un vivo testimonio de la suerte insospechada de una madre que encontró la muerte al azar: “La mujer caminaba por la calle Infante don Juan Manuel acompañada con su hijo y su hija, de uno y tres años, en el momento en que se desplomó un inmueble de seis plantas”
“Se oían los gritos de niños, así que no lo pensé y me lancé a buscarlos”, contó al rotativo José Manuel Lorca. Él y otros vecinos improvisaron un dispositivo de salvamento, al que luego se sumaron policías locales. Hicieron una cadena humana y empezaron a levantar escombros.
La cabeza de la mujer, la única parte visible de su cuerpo a simple vista, asomaba entre los cascotes, según el periódico. “Había muerto en el acto; tenía el vientre destrozado, pero sus hijos se salvaron”, contó José Manuel a “El País”.
“Los niños estaban debajo. No paraban de gritar”, agregó. Uno de los pequeños “estaba consciente, llorando, con una fuerte brecha en la cabeza y cortes en los pies, pero se encontraba bien”, mientras que el otro apenas tenía un golpe en la cabeza. Recibieron los primeros auxilios y se salvaron.
La historia de estas historias
Pero hoy la historia llega de la mano de Adriana Sanagua, una escultora que desde su pueblo de Concepción, Tucumán, en Argentina, retomó en las redes sociales la historia de la madre salvando al hijo, y no ha demorado para que a la altura de este enero, más de cuatro mil personas hayan compartido ya su entrada colgada en Facebook y otras seis mil hayan hecho clip sobre el estremecedor relato.
Adriana, una artista plástico destinada en Tucumán, reproduce el relato desde las entrañas del terremoto que estremeció a Turquía y el mundo en octubre pasado, dejando cientos de muertos en la localidad de Van.
En su perfil, sin embargo, hay quien vincula la historia al terremoto que en marzo también sacudió la costa noreste de Japón dejando miles de muertos.
Sea como fuere, es una historia real, una más entre tantas, que refleja como se debate el sufrimiento de una madre entre la agonía y la desesperación por salvar a su hijo.
Estoy seguro que cada año esta historia se repite en los rincones más insospechados del planeta. De manera que si se salvan niños, es porque existe el amor. Y si hay amor, es porque existen madres.
Esta es la historia que estremecida, desde la Argentina, retoma Adriana Sanagua. Desde luego, a mi me enterneció.
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Muy bonita tu publicación.La verdad que pasan cosas fuertes, a mi me dejó muy impresionada.
ResponderEliminarGracias.
Conmovedoras historias, sobre todo esa última que, como bien dices, enternece los corazones. Te felicito por recopilarlas en tu blog, en el que siempre está presente el buen periodismo y el oficio de contar historias con matices muy humanos.
ResponderEliminarMuy enternecedoras las informaciones
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