
Tras estas palabras, el presidente también confirmó que el cadáver estaba bajo custodia estadounidense. "Se ha hecho justicia", subrayó Obama.
La noche del domingo cambió, sobre todo, las emociones de la población norteamericana.
Nada mas saberse la noticia, centenares de ciudadanos se concentraron de inmediato en torno a la Casa Blanca, entre vítores, exclamaciones y entonando, al propio tiempo, el himno de Estados Unidos.
En realidad, nunca antes una muerte habría hecho tanta justicia.
No hay luto. No puede haberlo con un terrorista que llevaba a sus espaldas una lista descomunal de actos de lesa humanidad
La anulación del terrorista más buscado del planeta abre el capitulo de la vindicación del crimen en el mundo que ahora "vivirá un poco más en paz", ha suscrito el presidente norteamericano.
Aunque Estados Unidos no ha ofrecido mayores detalles de cómo se realizó la operación ni siquiera ha mostrado la prueba tácita del cuerpo sin vida del líder de Al Qaeda, si garantiza con total seguridad que Bin Laden por fin está muerto, y que el suceso producido en Pakistán, en una mansión de Islamabad es una operación de éxito atribuida la élite militar estadounidense.

Barack Obama fue consciente, y lo será el resto del mundo, de que el fin de Bin Laden no será el final del conflicto, pero sí es un paso importante, "uno de los logros más decisivos para derrotar a Al Qaeda" .
Desde el 11 de septiembre del 2001, las fuerzas de seguridad estadounidenses trabajaron sin descanso para localizar al enemigo público número uno, narró Obama por televisión. "Cuando llegué a la Casa Blanca, la primera cosa que le pedí a Leon Panetta (entonces director de la CIA y recién nombrado secretario de Defensa), fue que se debía coger o matar a Bin Laden". Y por fin, Bin Laden está ahora muerto.
En todo este tiempo el terrorista más temido se movía entre Afganistán y el país vecino (Pakistán). Tras localizar su escondite hace unos días, el 1 de mayo fue el día definitivo.

La operación que acabó con la existencia de Bin Laden, se hizo sin que hubiera que lamentar bajas en el bando estadounidense.
Obama rememoró que durante estos años Estados Unidos ha conocido de primera mano lo que es el sufrimiento, aunque insistió que el país no cesará en un cometido de garantizar la seguridad de sus ciudadano y de los países del resto del mundo.
Osama Bin Laden, por fin está muerto, y la mayor dosis de justicia recae hoy sobre las familias de las víctimas del 11-S (2001) y del 11-M en España (2004) /paz a sus almas/ y de muchos atentados en el mundo con el sello de Al Qaeda.
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