EL MUNDIAL EN LA MIRILLA
Hay que "tener más moral que el Alcoyano", pero no con el desdeño brasileño de ayer.
LA DERROTA DEL DOLOR
El defensa brasileño David Luiz tras uno de los goles marcados por Alemania.(EFE)
LA colosal derrota (1—7) que dejó destronado y en ridículo a Brasil frente a Alemania, anoche en las semifinales del Mundial de fútbol 2014, repitió el resultado y reavivó la célebre frase de "más moral que el Alcoyano". ¿Se acuerdan? Han pasado 70 años y anoche más bien la moral brasileña se vino abajo.
Lo vivido en Belo Horizonte ha sido como un rodillo que sepulta, porque Alemania dejó bien en ridículo a Brasil en 'su' Mundial.
En menos de media hora de juego los germanos dieron el primer puntillazo, y luego, en solo siete minutos —del 22 al 29—, escandalosamente Brasil recibió cuatro goles y quedó siniestramente aniquilado.
La noche de anoche en el Mundial fue lo mismo que vivió el fútbol en los años 40 cuando en un partido ya épico, el Alcoyano iba perdiendo 1—7 frente al Español. Aún así, los jugadores de Alcoy defendieron hasta el final el convencimiento que todavía podían empatar.
Anoche, literalmente fue el extremo de la humillación. Alemania fulminó sin piedad al anfitrión en el primer partido de semifinales con una durírisima goleada que le permitió entrar en una final doce años después.
Siete minutos mágicos de los hombres de Löw en la primera parte de un partido ya histórico, fueron suficientes para despachar a la 'pentacampeona' del mundo, en la derrota más dolorosa en lo que va de torneo.
El resultado de anoche sitúa ya a Brasil como la selección que tiene el dudoso honor de haber recibido la mayor goleada en unas semis en la historia de los Mundiales.
«Un país entero comenzó a temerse lo peor a los once minutos de partido, cuando Müller marcó el primer gol alemán al rematar un saque de esquina al segundo palo. Pero lo peor estaba por llegar; ningún brasileño va a olvidar lo que sucedió del minuto 22 al 29 de la primera mitad. En tan solo siete minutos, Alemania se apropio del 'tiqui-taca' y dio su propia versión, el 'tiqui-taken', para arrollar con un tsunami futbolístico y goleador a la anfitriona de la Copa Mundial de la FIFA», narró para Televisión Española Antonio Serrano.
Lo presenciado este martes fatídico de Brasil en el Estadio de Mineirao pasará a la historia de los Mundiales al mismo nivel que el 'maracanazo'. El baño de fútbol y goles que se ha llevado Brasil va a tardar tiempo en olvidarse en el país que perfeccionó el fútbol, "una masacre, una vergüenza, una humillación", calificó ayer la propia prensa brasileña.
BRASIL, NI CON LA MORAL DEL ALCOYANO
"Tener más moral que el alcoyano". Nos referimos con esta frase a alguien que es constante, pertinaz y estoico para conseguir sus objetivos, aunque estos resulten inalcanzables. De Brasil, ni eso se pudo decir anoche.
LA HISTORIA
Foto de un ejemplar de "El Mundo Deportivo" de 1944
El Alcoyano es un club de fútbol de la ciudad de Alcoy (Alicante), España, que entre los años 40 y 50 militó durante 4 temporadas en primera división. Salvo la temporada de 1947 - 48, en la que consiguió una décima posición por delante incluso del Real Madrid (había 14 equipos en esos años), el resto de temporadas peleó arduamente por la permanencia siendo famoso por su coraje en conseguirlo.
Además de ser famoso por ésa lucha, la teoría más generalizada del hecho que acuñó el termino, se debe a un partido de la promoción de ascenso de 1944 que les enfrentaba al Español (club barcelonés, actualmente denominado Espanyol). Los "periquitos" ganaban 7-1 y el árbitro, para evitar una sangría mayor, decidió finalizar el encuentro cuando faltaban 2 minutos aún para el tiempo reglamentario. Las protestas de los jugadores de Alcoy fueron inmediatas, teniendo el convencimiento que todavía podían empatar.
Lo del Alcoyano hace 40 años fue una demostración de constancia y coraje.
Pero lo vivido anoche en el pellejo del seleccionado brasileño fue un sangramiento vil en toda regla.
El baño de fútbol y goles que anoche sepultó a Brasil en el Mineirao que alberga la élite mundial, va a tardar tiempo en olvidarse en el país que perfeccionó el fútbol.
De Brasil, ya sólo queda su nombre, y a la frase mítica, se añade ahora una enmienda: "Hay que tener más moral que el Alcoyano, pero sin el desdeño brasileño de ayer".
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