La noticia
LA VIDA DEL ASTURIANO MANUEL ÁLVAREZ («MANOLÍN»), PADRE DE LA RADIO EN CUBA, MERECE EL ACCÉSIT Y LA PUBLICACIÓN DE LA OBRA EN EL I PREMIO ‘STELLA MARIS’ DE BIOGRAFÍA HISTÓRICA, EN ESPAÑA.
El autor, el periodista cubano Jesús Díaz Loyola, radicado en Madrid, relata en 'Crónicas del Caribe' la historia de 80 años en la mayor de las Antillas del emigrante que nunca volvió a su tierra y fue reconocido como Padre de la radio en Cuba.
Quiero compartir con todos la alegría que me ha ocasionado saber que me han concedido este viernes el accésit del I Premio «Stella Maris» de Biografía Histórica que se ha fallado en Barcelona y al que se han presentado 68 obras.
Es un reconocimiento muy grato a mi trabajo profesional en tiempos en que a lo intelectual no se ayuda ni se le presta demasiada importancia y si a otras cosas mas banales.
No pudo ser el primer premio, que lo ganó el malagueño Jesús Cotta, profesor de filosofía y griego en el IES Martínez Montañés de Sevilla, al que traslado mis felicitaciones por su profusa investigación 'Rosas de plomo', una revelación sobre la "amistad secreta" entre el poeta Federico García Lorca y José Antonio Primo de Rivera.
También Lorca tiene parte en mi obra 'Crónicas del Caribe', la historia del asturiano Manuel Álvarez que se pasó 80 años en Cuba, nunca volvió a su tierra y fue reconocido como Padre de la radio en Cuba. Lo mejor es que las dos obras serán publicadas.
Esto es para mi, aparte de una satisfacción, un incentivo para terminar y emprender otras obras que tengo en proyecto.
'Crónicas del Caribe' es una semblanza de la vida que llevó el emigrante de América en el Caribe vista en la fascinante historia de un hombre que vivió para la radio y por la radio. Por eso, este accésit que no deja de ser un premio, lo dedico al hombre que fue en el Caribe el protagonista esencial del invento que revolucionó la comunicación social
La historia de Manuel «Manolín» comienza en el otoño de mil ochocientos noventa y nueve, a la luz de la invención de la radio por Guillermo Marconi.
En el seno de una familia española en Carreño, Asturias, siendo un niño con trece años, Manuel Antonio Álvarez Álvarez, sin el viento de la edad a su favor, se resiste a seguir en su pueblo: Santiago de Ambás, y emprende la aventura de hacer las Américas.
Conviví con él en mi pueblo cubano: Caibarién, que terminó perteneciéndole en alma y existencia.
Este es el resultado de tres décadas de búsquedas, en que apunté pacientemente la vida de Manuel, rastreé las huellas de su infancia española y conseguí una historia tras una convivencia idílica que los dos tuvimos en un país y un medio común: Cuba y la radio.
Sea pues, este premio para Manolín Álvarez, mi amigo y gran consejero profesional. Esta es la reivindicación de la obra de su vida.
Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deje su comentario aquí