09 marzo, 2008

Elecciones en España

Perfil del socialista
Perfil del popular


Entre dos partidos esenciales: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP), y dos nombres: José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, definen hoy los españoles el destino de su país para los próximos cuatro años.

¿Quiénes son, qué han hecho, hacia donde van?. Dos perfiles en dos líneas diferentes con la única coincidencia común del ejercicio en un estado de derecho democrático. Lo ponen hoy de manifiesto hoy más de 35 millones de españoles votantes.

José Luis Rodríguez Zapatero

El actual presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, nació el 4 de agosto de 1960 en Valladolid, porque allí tenía su consulta el abuelo materno, un pediatra de prestigio; pero la familia tenía su residencia en León, donde ejercía la abogacía el padre, Juan Rodríguez, que fue director de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de León y decano del Colegio de Abogados.

Algunas de las principales medidas de su gobierno han sido la retirada de las tropas españolas de Iraq, el envío de tropas a Afganistán y la promoción de la Alianza de Civilizaciones, la legalización del matrimonio homosexual, la Ley de la promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, la Ley para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, la creación de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer y una nueva regularización de inmigrantes, el inicio del denominado proceso de paz con ETA, la ley antitabaco o la reforma de Estatutos de Autonomía, como el de Cataluña.

Su carrera política

En agosto de 1976, cuando los partidos políticos aún no eran legales, asistió a un mitin de Felipe González en Gijón; allí nacieron su vocación política, su militancia socialista y su admiración perdurable por el líder sevillano. Se afilió a las Juventudes Socialistas en 1979 y fue secretario de la organización en León. Pasó por la universidad como un estudiante competente, y en su expediente académico abundan los sobresalientes y los notables.
Se licenció en derecho por la Universidad de León en 1982, con una tesina sobre el Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Ejerció en la misma universidad como profesor de derecho constitucional, y desde 1986 ocupó un escaño, por las listas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el Congreso de Diputados, donde formó parte sucesivamente de las comisiones de Justicia e Interior, Constitucional, del Defensor del Pueblo y de Administraciones Públicas, en la que era portavoz de su grupo.
En octubre de 2002, Rodríguez Zapatero fue designado candidato de su partido a la presidencia del gobierno en las elecciones generales de 14 de marzo de 2004. La lucha prometía ser reñida.
En las elecciones municipales de mayo de 2003, el PSOE obtuvo 120.000 votos más que el PP, aunque unos 400 concejales menos; pero nadie podía predecir las secuelas que tendrían las elecciones a la Comunidad de Madrid. En ellas, el PSOE e Izquierda Unida (IU) obtuvieron votos suficientes para desplazar del gobierno al PP, pero la defección de dos diputados de la lista socialista en la sesión de investidura obligó a una repetición de las elecciones, en el mes de octubre, y en definitiva fue la candidata popular, Esperanza Aguirre, quien obtuvo la mayoría.
Ante la previsible igualdad en los resultados, Zapatero hizo una apuesta arriesgada: se comprometió públicamente a no formar gobierno si su partido no era el primero en número de votos; una declaración que le atrajo votos, pero que podía haberse convertido en un bumerán, en función de los resultados.
Presidente del gobierno
Los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid sacudieron el tramo final de la campaña electoral para las elecciones generales. La ciudadanía acudió a las urnas en un clima de conmoción ante la tragedia. Hubo también indignación ante la actitud del gobierno del PP, que siguió atribuyendo la autoría del atentado a ETA incluso cuando ya había pruebas que señalaban a Al Qaeda; pero seguramente ése no fue el elemento determinante del resultado electoral.
La participación creció en nueve puntos porcentuales respecto del año 2000; grandes bolsas de abstención se movilizaron en esta ocasión en contra de la participación española en la guerra de Iraq y de una política seguidista en exceso de los intereses geoestratégicos de Estados Unidos. El PP conservó la confianza de su electorado (obtuvo 9,6 millones de votos, prácticamente los mismos que en 1996, y sólo 700.000 menos que en la mayoría absoluta de 2000), pero el PSOE obtuvo 10,9 millones, 2 millones más que en 2000, la mayor cifra de votos alcanzada por un partido en la historia de la democracia española.
La victoria del PSOE permitió a Zapatero formar un gobierno monocolor, con amplios apoyos parlamentarios. En la sesión de investidura (16 de abril de 2004) obtuvo el apoyo de seis partidos representados en la Cámara, además del suyo propio (Izquierda Unida [IU], Iniciativa per Catalunya Verds [ICV], Chunta Aragonesista [CHA], Esquerra Republicana de Catalunya [ERC] y Coalición Canaria [CC]), las abstenciones del Partido Nacionalista Vasco [PNV] y Convergència i Unió [CiU], y el voto en contra únicamente del PP.
Zapatero ha reiterado su intención de gobernar con un talante abierto, tranquilo, conciliador, respetuoso; y «talante» se ha convertido en la palabra clave de su presidencia: «El poder no me va a cambiar».
Mariano Rajoy Brey

El líder de la oposición nació en Santiago de Compostela, 1955) Político español, actual líder del Partido Popular, principal partido de la oposición. Mariano Rajoy pasó toda su infancia en tierras gallegas. Buen estudiante, meticuloso y con buen humor, no tuvo ningún problema para superar todos los cursos hasta que decidió estudiar derecho en la universidad de su ciudad natal. Se licenció en 1977, y al año siguiente aprobó con el número uno de su promoción las oposiciones de registrador de la propiedad, puesto que ejerció en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo los dos años siguientes.

Inició su carrera política en 1981, año en el que fue elegido diputado por Alianza Popular (AP) en las primeras elecciones autonómicas, celebradas el 20 de octubre. En 1983 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Pontevedra, y el 11 de junio de 1986 fue designado presidente de la Diputación de Pontevedra.

En las elecciones generales de 1986 resultó elegido diputado nacional por la lista de Pontevedra, aunque renunció a su escaño en las Cortes Generales para ocupar la vicepresidencia de la Xunta de Galicia, puesto en el que se mantuvo hasta septiembre de 1987. Por la circunscripción de Pontevedra ha sido sucesivamente reelegido en todas las elecciones generales celebradas desde entonces.

Aunque procedía de la antigua Alianza Popular (AP), su talante pragmático y abierto le permitió evolucionar sin ninguna dificultad cuando el Partido Popular (PP) decidió iniciar el largo «viaje hacia el centro» del espectro político español, que él mismo contribuyó a diseñar.

En 1992 fue una pieza fundamental en el engranaje del PP al convertirse en el dirigente popular que llevó el peso del diálogo que dio como resultado la firma de los pactos autonómicos entre el gobierno de Felipe González y el entonces líder de la oposición, José María Aznar. Fue el único documento que firmaron ambos dirigentes, lo que supuso para el en aquel momento «número tres» del PP granjearse el respeto del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como hábil y astuto negociador político.

El PP llega al poder

En marzo de 1996, el PP alcanzó el poder después de trece años de gobierno socialista. El recién investido presidente del gobierno llamó a Rajoy para hacerse cargo de uno de los ministerios más complicados, el de Administraciones Públicas. Al frente del mismo, Rajoy tuvo que gestionar los pactos con los nacionalistas del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y de Convergència i Unió (CiU) y negociar todos los traspasos de competencias que Aznar se comprometió a ceder al País Vasco y a Cataluña a cambio del apoyo parlamentario de estas formaciones al recién estrenado gobierno.

En el terreno de la política autonómica, Rajoy se movía como pez en el agua. No en vano su abuelo, Enrique Rajoy Leloup, fue uno de los políticos encargados de redactar el Estatuto de Autonomía gallego durante la Segunda República.

Su condición de político «todoterreno» llevó al presidente Aznar a nombrarle nuevo ministro de Educación, Cultura y Deportes, en la remodelación de gabinete que tuvo lugar el 18 de enero de 1999, en sustitución de Esperanza Aguirre, que haría historia en la joven democracia española al ser designada como la primera presidenta del Senado. Rajoy aceptó el reto que suponía finalizar la configuración del Plan de Humanidades y la búsqueda del mayor consenso posible en la modificación de la Ley de Reforma Universitaria (LRU).

La presencia de Rajoy al frente de su nueva responsabilidad supuso un balón de oxígeno para la comunidad educativa (que se quejaba del estancamiento de las negociaciones sobre los problemas pendientes por el carácter poco dialogante que achacaban a su antecesora en el cargo), y la agilización del proceso de transferencias a las comunidades autónomas de las competencias en materia de educación: Madrid, Murcia y Castilla-La Mancha asumieron esta responsabilidad en el espacio de pocos meses.

El vicepresidente primero

Tras las elecciones generales de 2000, en las que el PP obtuvo la mayoría absoluta, Rajoy dio un importante paso en su carrera política. Nombrado vicepresidente primero y ministro de la Presidencia, se erigió en uno de los políticos más cercanos al presidente del gobierno.

El hecho de que en febrero de 2001 abandonase Presidencia para asumir el delicado cargo de ministro de Interior, en sustitución de Jaime Mayor Oreja, ponía de manifiesto la confianza que Aznar tenía depositada en él. Al frente de Interior, Rajoy coordinó la lucha contra el terrorismo y afrontó la cuestión de la inmigración, dos de los asuntos que más preocupaban a los españoles.

Tras la remodelación del gabinete en julio de 2002, Rajoy asumió una vez más la cartera de Presidencia, siempre sin abandonar el cargo de vicepresidente primero del gobierno. Para entonces, se le consideraba uno de los candidatos más firmes para suceder a Aznar como cabeza de lista del PP en las próximas elecciones generales.

Sin embargo, el hundimiento del petrolero Prestige, en noviembre de 2002, supuso un grave traspiés en su carrera hacia la presidencia del gobierno. Rajoy se encargó de coordinar las acciones para afrontar las consecuencias de la marea negra provocada por las más de 50.000 toneladas de fuel vertidas por el barco frente a las costas de Galicia. Así, la lentitud y la desorganización con las que las autoridades reaccionaron ante la catástrofe y la precariedad de medios empleados para paliarla desacreditaron al gabinete de Aznar. A pesar de multiplicar sus apariciones públicas y de viajar en numerosas ocasiones a Galicia, Rajoy vio cómo su popularidad caía en picado.

De virtual presidente a líder de la oposición

El apoyo del gobierno de Aznar a la invasión de Iraq en el 2003, pese a la oposición de la gran mayoría de los españoles, fue minando las confianza ciudadana en el PP, aunque no parecían peligrar sus expectativas electorales. Se acercaban las elecciones del 2004, y Aznar había declarado reiteradamente que no se presentaría como candidato para un tercer mandato. La rumorología sobre la sucesión de Aznar citaba a menudo a Rajoy como heredero probable pero no tan bien situado como el ministro de economía, Rodrigo Rato. Finalmente, sin embargo, saltó la sorpresa: Rajoy fue elegido secretario general del PP y candidato a la presidencia en agosto de 2003.

Comenzaba con ello la carrera hacia las elecciones generales de marzo de 2004. Las encuestas daban como ganador al PP, con o sin mayoría absoluta, pero los brutales atentados del 11 de marzo del 2004 en Madrid, que causaron doscientas víctimas, dieron un vuelco a la situación. El gobierno del PP fue acusado de ocultar datos para presentar a ETA como responsable de los atentados, cuando todos los indicios apuntaban a un atentado perpetrado por Al-Qaeda como respuesta a la activa participación española en la guerra de Iraq. Desde el gobierno se acusó a los socialistas de promover manifestaciones antidemocráticas contra los populares ante las sedes del partido durante la jornada de reflexión.

Las elecciones se saldaron con la victoria del PSOE, aunque sin mayoría absoluta, y la pérdida del gobierno para el PP. Mariano Rajoy, que apenas una semana antes de las elecciones parecía destinado a ser el próximo presidente español, ha ido entretanto adaptándose a su nuevo papel de líder de la oposición. Menos agresivo que su predecesor, mantiene sin embargo una línea firme y su oferta de consensuar con los socialistas los grandes temas de estado, como la configuración autonómica o la lucha contra el terrorismo, sin que por el momento se haya llegado a acuerdos significativos.

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