Rabia y 'horror'
LOS ROSTROS DE UNA BARBARIE
Las seis víctimas occidentales del Estado Islámico.
No han pasado tres meses y los yihadistas del Estado Islámico han ejecutado a seis occidentales: James Foley, Steven Sotloff, Alan Henning, David Haines, Hervé Gourdel y Peter Kassig, una verdadera locura en pleno siglo XXI. Una barbarie frente a un mundo civilizado.
Aun cautivo de los yihadistas permanece el periodista británico John Cantlie, que asegura llevar una "existencia tranquila".
Peter Kassig despertó hoy al mundo como la víctima número seis en la lista del Estado Islámico (E.I.) que aseguró haber ejecutado al rehén estadounidense, secuestrado en Siria.
Un vídeo difundido este domingo en Internet por ese grupo de enajenados, es espeluznante. También se muestra la decapitación de una veintena de soldados sirios.
Rabia, horror y dolor. Y la pregunta es: ¿Hasta cuando?
Al final de una grabación, de quince minutos, un extremista del E.I. señala una cabeza ensangrentada colocada a los pies de su última víctima y declara que corresponde a Kassig. Es lo mismo que ha hecho con los otro cinco en casi tres meses.
En otra parte de la cinta, cuya veracidad no tendrá mucha duda, se observa cómo un grupo de yihadistas degüella salvajemente a la veintena de soldados supuestamente pertenecientes al régimen sirio.
El estadounidense Peter Kassig, de 26 años, había fundado una organización humanitaria, «Special Emergency Responde and Assitance», después de combatir en las filas del Ejército estadounidense en Irak.
Recientemente sus padres y un grupo de amigos radicados en el Líbano habían pedido la liberación de Kassig, que fue secuestrado en 2013 en la provincia oriental de Deir al Zur. Pero ni todo el dinero que juntaron han podido conseguir su salvación.
El salvajismo islámico se está volviendo una practica de exterminio bestial, una locura. Hace poco mas de un mes, El 3 de octubre, el propio islamismo ya había publicado otro vídeo en el que mostraba la decapitación del ciudadano británico Alan Henning y amenazaba con la de Kassig si no cesaban los bombardeos de la coalición internacional liderada por EEUU contra sus posiciones. No han cesado, no cesarán.
Hoy Kassig y Henning están muertos y las bombas siguen rigiendo los destinos del mundo al más cruento estilo nazi, o todavía peor.
Esta atrocidad de los yihadistas del Estado Islámico, que controlan desde hace meses partes de Siria e Irak, tiene ya en sus listas cumplidas, los asesinatos de forma similar a los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff y a los cooperantes británicos David Haines y Alan Henning, mientras que mantienen en cautividad al periodista británico John Cantlie.
La cadena de ejecuciones sobre rehenes occidentales, comenzó desde que el fotoperiodista norteamericano James Foley cayera en manos de los yihadistas y fuera ejecutado el pasado 19 de agosto.
Foley había sido secuestrado en el norte de Siria en noviembre de 2012, y en un vídeo difundido por internet, antes de ser decapitado, el periodista James Wright Foley, abandonaba su existencia advirtiendo al presidente Barack Obama de las consecuencias de abrir un nuevo frente de una guerra contra el mundo islámico.
James W. Foley pidió entonces a su hermano, que es soldado, que piense en las vidas con la que el islamismo ha terminado. "Morí ese día, John, cuando tus colegas lanzaron esa bomba sobre los iraquíes. Firmaron mi certificado de defunción”, dijo a su hermano. Su muerte conmocionó a la comunidad internacional y a los norteamericanos, fue la primera de las ejecuciones de los yihadistas y el mundo se dio cuenta de la gran amenaza de los terroristas cada vez más voraz.
Steven Sotloff, el otro periodista estadounidense fue el segundo en la lista.
En el vídeo, Sotloff habla frente a la cámara antes de ser ejecutado, diciendo que "paga el precio" de la intervención de Estados Unidos.
El verdugo cita los ataques estadounidense para defender la presa de Mosul en Irak de los yihadistas.
EL CLAMOR DESESPERADO DE STEVEN SOTLOFF
¿Acaso no soy un ciudadano estadounidense?
—Has gastado miles de millones de dólares de los impuestos estadounidenses, y hemos perdido miles de nuestras tropas luchando contra el Estado Islámico, así que, ¿dónde está el interés de la gente cuando volvemos a encender esta guerra?", indicaba Sotloff antes de morir a manos de los yihadistas.
Sin remedio para salvar su vida, Steven Sotloff fue ejecutado el 2 de septiembre. Llevaba doce meses desaparecido desde que fue capturado el 4 de agosto de 2013 en la ciudad siria de Alepo, cerca de la frontera con Turquía, pero su secreto no se supo nunca.
El tercer ejecutado por el Estado Islámico fue el cooperante britámico David Haines, el pasado 14 de septiembre, coincidiendo con la creación de una coalición internacional antiyihadista, y en la que cooperan unos 40 países tanto occidentales como de Oriente Medio.
Trabajador humanitario desde 1999, David Haines fue secuestrado en Siria en marzo de 2013. En el vídeo de su ejecución se desencadenó el terror y apareció la sombra de una nueva amenaza: los yihadistas pusieron en el punto de mira a la siguiente víctima, la cuarta: Alan Hennig, el taxista británico.
Henning, fue decapitado en represalia por los ataques aéreos británicos contra el Estado Islámico en Irak, y su final fue reivindicado en un vídeo titulado "Un nuevo mensaje a Estados Unidos y sus aliados".
Henning, natural de Manchester, fue secuestrado en diciembre de 2013 cuando trabajaba como voluntario llevando ayuda a un campo de refugiados de Siria.
Diez días después del asesinato de Hennig, otro occidental, el quinto, murió a manos de los yihadistas. La víctima fue el turista francés Hervé Gourdel. Aunque en esta ocasión no fue un miembro del propio Estado Islámico quien llevó a cabo la decapitación, sino un grupo afín al mismo, daba cuenta de la expansión internacional e imitación de las atrocidades acometidas por los bárbaros del Estado Islámico.
Gourdel fue secuestrado en Cabilia, al este de Argel, por el grupo Jund al Jalifa (Soldados del Califato), un grupo terrorista del sahel que ha jurado fidelidad al E.I.
En el mensaje de los terroristas se remarca la clara amenaza al gobierno de la República: "Esto es para el perro de François Hollande".
Nada resultó por salvar la vida de Hervé Gourdel.
Peter Kassig, la sexta y última víctima, hasta ahora, era un joven veterano del Ejército estadounidense que combatió en la guerra de Irak antes de abandonar las Fuerzas Armadas en 2007 por motivos médicos.
En el año 2012, Kassig trabajó como voluntario y asistente médico en varios hospitales de la frontera de Líbano, donde atendió a refugiados palestinos y a los ciudadanos sirios que huían de la guerra, entre otras actividades humanitarias.
John Cantlie, el rehén que sigue junto a los yihadistas podría ser la séptima víctima en esta cadena de atrocidades que está cometiendo el Estado Islámico.
Cantlie ha aparecido en varios vídeos, asegurando que el grupo quiere una ofensiva terrestre y clamando contra su país y sus aliados. La hermana de Cantlie, Jessica, ha pedido en repetidas ocasiones su liberación, pero también la apertura de conversaciones: "Imploramos a Estado Islámico que reinicie los contactos directos", aseguró en un comunicado, hasta ahora si ser escuchado.
En casi dos años de cautiverio con los yihadistas,
John Cantlie
ha aparecido en varios vídeos difundidos.
El periodista se contradice, se pregunta cómo los colegas cautivos del resto de países han sido liberados pero, en el caso de los estadounidenses y británicos, sus gobiernos se niegan a negociar con los yihadistas y se sienten abandonados a su suerte.
Tras estas afirmaciones Cantlie sostiene que su vida con los terroristas se basa en una existencia tranquila, pues dice que "no es una mala vida".
Mañana cualquier cosa puede suceder.
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