27 noviembre, 2017

“BOTAPERRO” NOS DEJA SOLOS


Si digo que ha muerto Rolando Núñez, tal vez este nombre se nos escape en la memoria, pero si afirmo que se trata del “Botaperro”, enseguida lo identificarán con uno de los personajes emblemáticos en la célebre serie de la televisión cubana “Su propia guerra” que hizo época entre los 80 y 90.
Aquel que se nos identificó susurrándole al “Tabo” –Albertico Pujol, otro histórico– que “Nunca estaría solo”. Ahora, irremediablemente es “Botaperro” quien nos deja solos, huérfanos frente a la escena que lo inmortalizó.
La noticia ha consternado al público que lo siguió por muchos años, dentro y fuera de Cuba.
El actor cubano Rolando Núñez Nario, sucumbió en La Habana hace tres días, el jueves 23 de noviembre, víctima de un infarto. Tenía 67 años. Nos lega una obra fecunda entre el teatro, el cine y la televisión.
Sus inicios fueron en el teatro de aficionados de la Fuerzas Armadas, donde Rolando recibió las primeras clases de actuación. Después se convirtió en instructor de arte. En 1975 se consumó sobre las tablas como actor en el grupo Bertol Brecht, pero aun no había incursionado en la televisión.
En la conocida serie ‘En silencio ha tenido que ser’, interpretó el personaje de un oficial de la Seguridad Cubana llamado Julián, que atendía a Félix Pérez y a Mario Balmaseda, otros dos actores como la copa de un pino.
Rolando Núñez trabajó en otras series policiacas como Juego en defensa propia y La frontera del deber. Pero el trabajo que más lo Identificó con su público, lo protagonizó en la serie televisiva Día y noche: Su propia guerra con el personaje que lo recordará toda la vida: “Botaperro”, aunque Rolando ahora nos deje solos a nosotros.
Sin embargo, en las entrevistas que concedió, confesó que ‘En silencio ha tenido que ser’ le dejó “recuerdos indelebles, que ya se convirtieron en leyenda”.
Se llevó a la tumba dos nombres a los que les estuvo siempre agradecido: Chucho Cabrera y Abel Ponce, a quienes les debe el pedazo de actor consagrado que fue.
En el momento de su muerte, Rolando Nuñez se desempeñaba como presidente de la Asociación de Artistas Escénicos de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
En el cine, otras de sus facetas poco conocidas, destacaron por su participación en filmes como Gallego (1987) junto al español Sancho Gracia. También en rodajes como Demasiado miedo a la vida o Plaff (1987), Mujer transparente (1990) y Rosa, la china (2002).
Pero sobre todos los momentos brillantes de su obra como actor, será la televisión la que lo fije en el recuerdo como una figura imborrable con sus papeles en telenovelas también ya épicas como Pasión y prejuicio (1992) y Tierra Brava (1997) por donde se le rememora con mayor cariño, quizás por el alcance masivo de ese medio de comunicación. Asimismo fue parte del elenco de Polvo en el viento (2008).

Se nos ha ido el actor Rolando Núñez aquel que desde su papel magistral de “Botaperro” confesaba a Albertico Pujol, el “Tabo” de ‘Su propia guerra’: “Nunca te dejaré solo”. Ahora él nos abandona a nosotros y deja un profundo vacío en la gloria escénica que lo consagró como artista de Mérito del Cine, la Radio y la Televisión Curbanas.
➕DEP un Maestro de la escena.

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