03 enero, 2010

Por una Cuba auténtica, sin intromisiones de nadie

"Los cubanos que deseamos un cambio pacífico, ordenado y civilizado en el archipiélago, no necesitamos para nada de las ideas, intromisión y proyecto de nadie".

El gatillazo

Ogsmande Lescayllers

Lo que decía agonizando 2009, el “líder” de los populares Mariano Rajoy, allá en Bonn, Alemania, acerca de las relaciones de España y la Unión Europea con respecto a Cuba, es pura bazofia.

Rajoy, que no acaba ni acabará de poner los pies en la tierra, mientras siga con sus ideas retrógradas de extrema derecha y, mirando para Cuba del mismo modo que lo hizo su par y valedor, José María Aznar, desde la más absoluta miopía, ignorancia y extremismo cavernícola, no será bienvenido al seno de nuestro pueblo.

Los cubanos que deseamos un cambio pacífico, ordenado y civilizado en el archipiélago, no necesitamos para nada de las ideas, intromisión y proyecto del señor Rajoy y su grupo. Los cubanos tenemos nuestras propias ideas de lo que ha de ser Cuba y, desde luego, tenemos bien claro, la inmensa mayoría de nuestros ciudadanos, que no necesitamos ni queremos, un Partido Popular como el de España.

El señor Rajoy debía de hablar de democracia y libertades dentro de los suyos y no meterse en los asuntos de otros, donde no se le ha llamado.

Si no va a apoyar una resolución a favor de que, de una vez por todas, se reconozca el derecho de los cubanos a decidir el destino que ellos elijan, o para exigirles a los Estados Unidos de Norteamérica que desistan del criminal embargo unilateral que ejercen sobre Cuba desde hace 50 años, que cierre el pico.


Rajoy no puede darle a nadie lecciones de democracia, derechos, ni libertades, porque si alguien anda perdido, políticamente por el mundo, es ese caballerito, de tan escasas ideas y desafortunado talante.

La política de José María Aznar, señor Rajoy, con respecto a Cuba, fue tan o aún más nefasta que la que practicó su colega George W. Bush. Vergüenza debía darle, si la tuviera, de evocar ese nombre y esas medias, que sólo sirvieron para deteriorar y enturbiar las relaciones que históricamente han mantenido cubanos y españoles.

Los mandatarios europeos de izquierda y derecha, deben recomponer las relaciones con Cuba lo antes posible. No se puede seguir, bajo ningún concepto, con la misma cantaleta de siempre, sobre todo, cuando Europa mantiene relaciones con dictaduras en África, con regímenes neofascista como Israel, o con personajes de dudosa moral, dentro de la propia Europa y en el Medio Oriente.

Los populares jamás rompieron relación con la dictadura de Pinochet. Hoy por hoy, muchos gobiernos de derecha de la Unión, miran dubitativamente, casi con buenos ojos, el macabro golpe de Estado que propiciaron recientemente los militares en Honduras.

Los cubanos que deseamos un arreglo pacífico, civilizado y democrático para la isla, les decimos por el bien de Cuba: ¡por favor, cállese señor Rajoy, cállese!

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