19 septiembre, 2009

Termina la peripecia de Pánfilo en La Habana

La repercusión internacional lleva a Cuba a liberar un hombre encarcelado por una ocurrencia que popularizó YouTube

Fuentes: Reuters y BBC

Hay hombres que del anonimato saltan a figuras. Pánfilo es ya uno de ellos, y pasó a ser conocido en el mundo entero tras la fuerte repercusión internacional que llevó a Cuba a liberarle después de ser condenado a dos años de cárcel por una ocurrencia suya que popularizó en YouTube.

Juan Carlos González es su nombre y tocó la fama mediática tras irrumpir con una gracieta en una entrevista musical en las calles de La Habana a la voz de: "¡Lo que hace falta es jama (comida) compadre!".

Lo que hizo Pánfilo no fue más que probar el grado de socarronería ocurrente que tienen los cubanos. ¿Que hubiera sido de Pánfilo si su caso no lo hubiera conocido el mundo entero?. Lo cierto es que gracias al mismo ciberespacio que le causó el traspié, este negro alegre de La Habana está de nuevo en la calle, y seguramente no serán pocos los turistas de ocasión que quieran ahora guardarse una foto con Pánfilo.

En agosto, este hombre de 48 años que se quejaba, en tono simpático, del hambre y la situación económica en Cuba, había sido llevado a tribunales y condenado a dos años de cárcel por haber alzado el grito mediático en estado de embriaguez.

Un tribunal de La Habana consideró que el protagonista del vídeo que ya tuvo más de 500.000 visitas representaba una "peligrosidad social predelictiva", por lo que le ratificó la condena de dos años de prisión.

Con la fuerza de la presión internacional, Pánfilo fue liberado. Fuentes fechadas en La Habana cuentan que está en manos de los servicios sanitarias para tratar su alcoholismo, para lo cual le han prescrito 21 días de plan médico..

El trasfondo del caso

La "peligrosidad social pre delictiva" -por la que juzgaron a Pánfilo- es una figura antinatural vigente en Cuba que permite a los jueces condenar a una persona antes de que ésta cometa el delito. Se utiliza en casos de prostitución, mercado negro y vagancia, aunque esto último no se aplica a las mujeres.

Por ejemplo, si un hombre adulto lleva años sin vinculación laboral -como era el caso de Pánfilo- los jueces presumen que tiene que realizar algún tipo de delito para sobrevivir y lo condenan por "peligrosidad" en lugar de proporcionarle un trabajo o medio alguno para sobrevivir.

El problema de esta medida judicial es que es tan elástica que podría utilizarse casi contra cualquier persona. Además, esta "presunción judicial" obliga a los abogados del acusado a "demostrar" que su cliente no delinquirá en el futuro.

De cierto modo, esta figura legal cubana que tal vez no conozca otra nación alguna, se podría aplicar en la isla contra cualquier persona que sobreviva con un salario de U$D 17 por mes, porque cualquier juez sabe que ese dinero es insuficiente para vivir, tal como lo dijo en su día el propio presidente Raúl Castro.

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