04 enero, 2009

Cuba - Estados Unidos: Raúl Castro quiere diálogo

Cubanos expectantes tras medio siglo de Revolución
Los medios de todo el mundo reflejan con mucho énfasis estos días las declaraciones del presidente de Cuba, Raúl Castro, a propósito del aniversario 50 de la Revolución que consagra ya medio siglo de poder a los hermanos Casto.

Raúl acaba de desear "éxito" al próximo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, al que considera un "hombre honesto", y aseguró estar completamente dispuesto a hacer "gesto por gesto" cuando él lo decida.

La noticia de la invitación al diálogo de Raúl a Obama, ha tomado por sorpresa a la población de la isla y puede decirse que los cubanos, dentro y fuera, viven a la expectativa de lo que pueda suceder en lo adelante.
En una entrevista concedida a la televisión oficial, Raúl Castro se expresó así sobre el nuevo inquilino de la Casa Blanca: "Ahora hay un presidente que ha levantado esperanzas en muchas partes del mundo, pienso que esperanzas excesivas, porque aunque sea un hombre honesto, y creo que lo es, un hombre sincero, y creo que lo es, un hombre no puede cambiar el destino de un país y mucho menos -un hombre solo, me refiero- a Estados Unidos"

Precisó el mandatario que Cuba tiene su política con Estados Unidos "definida" y repitió que "el día que (Obama) quiera discutir, discutimos, en igualdad de condiciones (...) sin la más mínima sombra a nuestra soberanía, y de igual a igual".

Afirmó que recibió una carta de un ex presidente estadounidense en la que le sugería hacer gestos ante los cambios que se aproximaban antes de las elecciones de Estados Unidos y que le contestó directamente que "la época de los gestos unilaterales se acabaron".

Un despacho de EFE reseña que Raúl Castro ha puntualizado en La Habana que Cuba replicará la política de Estados Unidos "gesto por gesto, y estamos dispuestos a hacerlos cuando lo decidan ellos, sin intermediarios, directamente, pero no estamos apurados. Esa es nuestra posición, seguiremos a la espera".

La expectativa

Dicho lo dicho, ahora todas las esperanzas están, sin duda alguna, en el presidente electo estadounidense.

A sus 77 años, Raúl Castro, quien reemplazó a Fidel en febrero de 2008, estima que "viene un presidente que ha levantado esperanzas en muchas partes del mundo, pienso que esperanzas excesivas".

Obama, que asumirá el cargo el 20 de enero, durante su campaña electoral manifestó también su disposición al diálogo con las autoridades cubanas y a anular algunas restricciones impuestas por el gobierno de George W. Bush, que limitan viajes y remesas de los cubanos residentes en Estados Unidos.

En cualquier caso, es inevitable que los cubanos celebren la cautelosa postura de su gobierno frente a los buenos augurios del nuevo mandato americano: "Seguiremos a la espera pacientemente”, ha dicho Raúl. Y eso ya cuenta.

Obama, eje de un cambio

Con tantos asuntos complejos y espinosos esperando por el presidente entrante, algunos expertos opinan que Cuba le ofrece a Obama una oportunidad fácil para poner en marcha el tipo de cambio en la política exterior estadounidense que espera el mundo en general y en particular, América Latina.

Desde Rusia a Irán, pasando por Irak o Pakistán, "ninguna de estas crisis le va a permitir al presidente Obama mostrar al mundo las diferencias que quiere establecer en la política exterior estadounidense", aseguraron Lawrence Wilkerson, ex colaborador de Colin Powell, y Patrick Doherty, de la New American Foundation.

"En cambio, Cuba es un objetivo muy fácil: aunque tiene alguna importancia marginal dentro de EE.UU., se puede cambiar de inmediato a un costo político muy bajo", señan.

Generación de relevo

Las esperanzas de que algo ocurra han sido alentadas por el propio Barack Obama y ahora por Raúl Castro.

Un factor determinante en estas esperanzas de cambio es el creciente número de cubano-estadounidenses que quisieran tener más contacto con su Patria para ayudar a sus familias a mejorar sus condiciones de vida. Creen que así también se impulsará el cambio dentro de Cuba.

Lo que importa es que las actitudes están cambiando especialmente entre la generación más joven, que no ha padecido las penurias de la vida bajo el gobierno de Fidel Castro, aunque también algunos mayores han moderado sus opiniones.

Un dato curioso: En la sección dedicada a Cuba en el sitio de Internet de la campaña de Obama se puede leer: "Hacer valer nuestros mejores embajadores de la libertad con viajes ilimitados de los cubano-estadounidenses a la isla y el envío de remesas".

Una manera inmediata de mandar una señal de cambio sería que Obama, en efecto, levante algunas de las restricciones que impuso George Bush en 2004.

El presidente saliente restringió las visitas a Cuba de una al año a una cada tres años
y redujo la cantidad de dinero que podían mandar de tres mil a 300 dólares.

Otro dato: En octubre de 2008, la Asamblea General de Naciones Unidas votó abrumadoramente contra el embargo a Cuba, como lo ha hecho durante los últimos 17 años. Más de 180 países votaron contra el embargo. Solo Israel y Palau acompañaron a EE.UU. en la votación.

Una penosa verdad: En su sitio de Internet, Obama declara que las políticas de Bush hacia el resto del continente "han sido negligentes con nuestros amigos, ineficiente con nuestros enemigos, desconectada de los desafíos que enfrenta la gente e incapaz de promover nuestros intereses en la región".

"Mientras el continente cambiaba, nos sentamos en un costado, sin ofrecer una visión convincente y creando un vacío que le ha permitido a los demagogos desarrollar su estrategia anti-estadounidense". precisa.

Cuba ha elogiado algunas de las políticas de Obama y Raúl Castro ofreció recientemente la liberación de disidentes a cambio de la libertad de cinco cubanos condenados por espionaje en EE.UU, como un gesto para allanar el camino hacia una posible reunión con el presidente entrante.

Aunque algunos observadores ven poco probable que Obama acepte ese canje, otros, en cambio, aprecian que los "cinco héroes" (así conocen en Cuba a los cinco condenados por espionaje) podrían ser canjeables por fugitivos de la justicia estadounidense que viven en la isla.

Nunca como ahora había estado tan claro el potencial para que ocurra un cambio en las relaciones entre EE.UU. y Cuba.

Obama llega el 20 de enero al despacho oval. ¿Qué pasará después?. Esa es la gran pregunta que tiene en la expectativa a toda la sociedad civil cubana, dentro y fuera de la isla.

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