
Eran poco más de las tres de la madrugada (hora española) del 25 de febrero que le marcó la vida: And the Oscar goes to... Javier Bardem. El sexto premio -mejor actor de reparto- de la 80 edición de los Oscar fue a parar a las manos de un español, el primero que lo consigue en la historia del cine.
Fue su entregada pasión -la misma que manifiesta en cada papel- encarnada esta vez en la piel de un asesino psicópata que personifica en "No es país para viejos" de los hermanos Coen.
"¡Guau!", fue la frase de su explosión nada más escuchar su nombre en el teatro Kodak de Los Ángeles. Javier besó a su madre, Pilar, y a su compañero de reparto, Tommy Lee Jones, y subió al escenario para recoger el galardón de manos de Jennifer Hudson.
"Gracias a los Coen por haber estado tan locos de haberme elegido para este papel y poner en mi cabeza un peinado tan horrible", comentó Bardem en un discurso que abrió con un inglés entrecortado por la emoción y terminó en español. "Mamá esto es para tí, para nuestros tíos, para nuestros abuelos que trajeron la dignidad para los comediantes de España. Y esto va para España y para todos vosotros", dijo finalmente.

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